Hoy tenemos que rechazar la pretensión de vincular
la actividad educativa con criterios de mercado, porque es una fórmula
llena de trampas y equivocaciones; los estados nacionales son los
responsables de esta actividad, estableció el rector de la
UNAM, José Narro Robles.
Nuestros países requieren de ciencia y tecnologías
propias y depender del extranjero representa condenarse a la mediocridad,
equivale a sacrificar soberanía e hipotecar parte del futuro
de nuestras sociedades. De ahí, la importancia fundamental
de las universidades públicas, externó en la ceremonia
inaugural del año académico de la Universidad de Santiago
de Chile (USACH), un centro de estudios que cuenta con 18 mil alumnos
y 64 carreras.
Invitado por Juan Manuel Zolezzi Cid, rector de esa universidad
chilena, Narro Robles expresó que es inaceptable que hoy
predominen en nuestras colectividades el individualismo, la competencia
enfermiza y destructiva y la insaciable aspiración de acumular
bienes materiales y monetarios.
Ante la comunidad reunida en la Sala de Honor, junto con
otros titulares de universidades chilenas, el rector de la UNAM,
añadió que nuestras instituciones deben apoyar los
procesos productivos, pero no puede colegirse que ésta sea
su única orientación, porque implicaría soslayar
muchas disciplinas de las áreas humanísticas o de
las artes.
Las universidades públicas –resumió-,
son la conciencia de las sociedades de las que emergen y han sido
fundamentales para la construcción y reforzamiento de los
principios democráticos y de los valores de las sociedades
laicas.
En las actuales circunstancias, hay enormes posibilidades
para nuestras instituciones, aunque hoy afrontan el riesgo de quedarse
rezagadas o incluso excluidas si los gobiernos no entienden su importancia
estratégica y que requieren importantes inversiones para
competir en el plano internacional.
En su mensaje, refirió que América Latina
y el Caribe es la región más desigual del planeta.
En 2007, citó, había 184 millones de personas, es
decir, el 34 por ciento de la población en condición
de pobreza y 68 millones no tenían ingresos suficientes para
satisfacer sus necesidades alimentarias, además de 37 millones
de analfabetas.
Al término de la ceremonia, Zolezzi Cid entregó
un diploma y una placa como distinción por su trayectoria
académica.
Previamente, dentro de la visita de trabajo, Narro Robles
se reunió con Zolezzi Cid y, después, sostuvo un encuentro
con autoridades de la Universidad. Por la tarde, se entrevistó
con el ministro de Educación de Chile, Joaquín Lavín
Infante.
En su oportunidad, Zolezzi aseguró que las universidades
públicas cuentan con el apoyo de la sociedad y de los gobiernos,
no sólo por su tradición, tamaño o complejidad,
sino porque constituyen una garantía de equidad, transversalidad
y cohesión social.
Ante el embajador de México en esa nación,
Mario Leal Campos y otros representantes diplomáticos, subrayó
que el adecuado funcionamiento de las universidades se traduce en
mayores grados de libertad y de oportunidades para todos; han resuelto
la ecuación calidad-equidad.
También señaló que estas instituciones
tienen la obligación legal y ética de promover el
desarrollo de las más diversas disciplinas científicas,
sociales, artísticas y culturales, basadas en su responsabilidad
social.