Para detectar la actividad del Sol y de Júpiter,
estudiantes de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) plantel 9,
Pedro de Alba, estrenaron un radiotelescopio.
Con el equipo, el séptimo de la Red Mexicana de
Radiotelescopios, podrán captar, mediante señales
de radio, la ocurrencia de tormentas solares, así como distinguir
entre la actividad de ese astro e interferencias producidas en la
Tierra.
Además de datos del Sol, Júpiter y su luna,
también se podrán registrar señales del fondo
de radiación galáctica, explicó Alfonso Castillo
Ábrego, académico del plantel 5 de la ENP, José
Vasconcelos, lugar donde nació este proyecto, dirigido
a impulsar la radioastronomía dentro de las aulas preparatorianas.
El radiotelescopio, desarrollado en la Agencia Espacial
de Estados Unidos (NASA), está conformado por una antena
tipo dipolo de cuatro postes, de 20.1 megahertz, que tiene una longitud
de onda de seis metros, detalló Dalila Martínez Molina,
de los laboratorios Fisilab y Astrolab, de Universum, Museo
de las Ciencias.
“La antena llega a un radiorreceptor que se sintoniza
a 21.1 megahertz para captar señales, que se registran en
una computadora convencional, con memoria suficiente para archivar
los datos que se detecten. La computadora incluye un software
que traduce la información en gráficas, interpretadas
por alumnos”, añadió la ingeniera en electrónica.
Crece la Red
En su etapa inicial, la Red Nacional de Radiotelescopios
contó con seis equipos, dos de ellos, instalados en el plantel
5 de la ENP; uno, en el Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH)
Sur; otro, en Astrolab, de Universum; uno más,
en el Centro de Radioastronomía y Astrofísica (CRyA),
y el último, en el Instituto de Geofísica (IGf), todas
entidades de la UNAM.
Con el séptimo equipo, ubicado en la sala de cómputo
de la Prepa 9, se inicia una segunda etapa del proyecto, que contempla
colocar, en el próximo año escolar, radiotelescopios
en los planteles 3, Justo Sierra; el 4, Vidal Castañeda
y Nájera, y el 7, Ezequiel A. Chávez,
adelantó Castillo Ábrego.
El plan, a mediano plazo, es tener uno en cada preparatoria
y CCH de la UNAM, agregó el profesor.
“También, próximamente, se instalarán
dos radiotelescopios, donados por el Instituto de Astronomía,
en preparatorias públicas de Otumba y Teotihuacán,
en el Estado de México”, dijo.
Asimismo, en Toluca, una preparatoria abierta y una escuela
privada, están interesadas en formar parte del proyecto que,
desde México, está conectado a un programa de la NASA,
en Florida, donde se archivan los datos.
“Entre más equipos tengamos en la Red, trabajando
al mismo tiempo, más seguridad habrá para distinguir
entre las señales del Sol y las que ocurren en la Tierra,
es decir, si lo que captamos es un evento solar o una interferencia
local”, consideró el académico de la Prepa 5.
Escuchar al Sol
A diferencia de la captación de datos con telescopios
ópticos, que reciben imágenes, en los radiotelescopios
el Sol no se ve, pero puede escucharse, explicó Dalila Martínez.
“Captar señales y no imágenes es interesante,
podemos empezar a entrar al espectro electromagnético, que
va desde las ondas de radio, hasta los rayos gamma”, añadió.
Este tipo de estudios complementan las observaciones ópticas,
y ayudan a entender la física solar. “Una mancha solar
se ve, y así se sabe que existe actividad solar, pero en
radio escuchamos un aumento en el volumen, porque cuando se genera
la mancha hay una expulsión de energía y eso causa
un aumento de volumen”, refirió.
Nacida en 1930, cuando Karl Guthe Jansky, ingeniero estadounidense,
captó ondas de radio de origen extraterrestre desde los Laboratorios
Bell Telephone, la radioastronomía ha pasado de ser una herramienta,
a una rama de la astronomía, que complementa los registros
con telescopios ópticos.
Las ondas de radio tienen una longitud mayor que la de
la luz visible, y permiten investigar regiones del cielo donde la
óptica no llega. Para funcionar, los radiotelescopios utilizan
antenas grandes, o varias antenas pequeñas, que trabajan
en conjunto. La mayoría de estos equipos amplifican las ondas
con una parabólica.
En el caso de los equipos de la Red Mexicana de Radiotelescopios,
se utilizan los aditamentos mínimos, como antena, radiorreceptor
y una computadora, con un programa que permite traducir las señales
en gráficas.
Estimular vocaciones científicas
Castillo Ábrego señaló que el objetivo
principal es atraer a los alumnos a la ciencia, y proporcionar información
para que decidan qué estudiar.
Al pertenecer a esta Red, se forma parte del grupo de observadores
de la NASA, que valúa cada dato que captamos. En el caso
de un hallazgo, como ya lo tuvimos en la Prepa 5, contamos con una
certificación de ese agencia, lo que constituye un gran estímulo
para los jóvenes”, dijo.
La puesta en marcha del radiotelescopio en la Preparatoria
9 estuvo encabezada por el director del plantel, Leonardo Arturo
García Reséndiz, quien invitó a los alumnos
a utilizar ese equipo para conocer más de cerca la actividad
científica y motivar su vocación hacia esa áreas
del conocimiento.