Así como los médicos diagnostican a los enfermos
después de revisar heridas, síntomas y evidencias
de un accidente, un grupo conformado por ocho investigadores del
Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM, realizó un
viaje a Chile para evaluar los daños causados a edificios,
puentes y carreteras por el sismo de magnitud 8.8 que cimbró
en febrero pasado a ese país.
Medición del tamaño de las grietas de los
edificios, inclinación, daños laterales dentro de
las construcciones y condiciones de las estructuras fueron algunos
de los “síntomas” que los especialistas analizaron
tras visitar los sitios afectados. Para esa tarea, hicieron observaciones
directas y mediciones con equipos portátiles, que les permitieron
obtener datos inéditos.
El equipo universitario, integrado por Jorge Ávila
Rodríguez, José Alberto Escobar Sánchez, Manuel
Jesús Mendoza López, David Muriá Vila, Efraín
Ovando Shelley, Miguel Rodríguez González, Mario Emilio
Rodríguez Rodríguez y Abraham Roberto Sánchez
Ramírez, cubrió los campos de las ingenierías
estructural, geotécnica y sísmica.
Los expertos recorrieron por una semana la zona epicentral
de Chile, en especial las poblaciones más afectadas, como
Cobquecura, Concepción, Santiago, Viña del Mar, Talca,
Chillán, Talcahuano, Tomé y Dichato.
Los cinco estructuristas, dos geotecnistas y un sismólogo
recorrieron calles y ciudades para tener un estudio propio. “Cada
vez que hay un evento sísmico de magnitud considerable, organizamos
visitas de trabajo para realizar un análisis en campo y después
emitir un diagnóstico. Es una labor interesante, que permite
hacer una observación directa y emitir un informe técnico
que, en este caso, compartiremos con especialistas chilenos”,
explicó Mendoza López, subdirector de Estructuras
y Geotecnia del II.
Experto en estructuras, Muriá Vila comentó
que los efectos del sismo exigirán la revisión de
algunas prácticas de la industria de la construcción
chilena, así como de su normatividad antisísmica.
Entre otros aspectos, los ingenieros universitarios recomendaron
evaluar el comportamiento estructural en muros de concreto, pues
la mayor parte de los edificios altos se concentra en esos elementos.
También, les pareció necesario establecer
zonificaciones geotécnicas y revalorar los criterios acerca
del rol que pueden tener los efectos de sitio, esto es, las amplificaciones
de los movimientos sísmicos ante la presencia de suelos blandos.
Asimismo, destacaron la importancia que tiene la revisión
del estado que guardan los depósitos arenosos sueltos y saturados,
para evitar fenómenos de licuación y desplazamiento
lateral, que fueron observados en urbanizaciones, carreteras, puertos
y riberas de ríos.
Encomienda nacional
Los investigadores recibieron la encomienda de la embajada
de México en Chile para revisar la escuela México,
donada por nuestro gobierno a la población de Chillán,
a raíz del sismo de magnitud 8.3 que azotó a esa ciudad
en 1939.
Los daños en el inmueble son reparables, mientras
que el mural “Muerte al invasor”, de David Alfaro Siqueiros,
que se ubica en el recinto, prácticamente no sufrió
daños.
En cambio, las pinturas “De México a Chile”,
de Xavier Guerrero, plasmadas en la techumbre de las escaleras principales
del colegio, sufrieron desprendimiento parcial y colapso.
Además revisaron, en la Pinacoteca de la Universidad
de Concepción, el mural “Presencia de América
Latina”, de Jorge González Camarena, que no fue afectado.
El diagnóstico del grupo universitario se plasmará
en un informe técnico, que en breve podrá consultarse
en la página digital del Instituto de Ingeniería.