Boletín UNAM-DGCS-248
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 22 de abril de 2010

David A Novelo Casanova


SOBREPOBLACIÓN E INADECUADO MANEJO DE RECURSOS AFECTAN LA VULNERABILIDAD DEL PLANETA

 

• La deforestación aumenta el efecto de los huracanes y el mal uso del suelo propicia inundaciones, afirmó David A. Novelo Casanova, del Instituto de Geofísica de la UNAM
• Asentamientos humanos en zonas sísmicas y volcánicas incrementan los riesgos de desastres, añadió el investigador en el marco del Día de la Tierra

La sobrepoblación humana y la inapropiada utilización de los recursos naturales afectan la vulnerabilidad del planeta y de sus habitantes, afirmó David A. Novelo Casanova, del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.

En el marco del Día de la Tierra, el doctor en geología y geofísica consideró que nuestro mundo ofrece una cantidad limitada de elementos energéticos, forestales, hídricos y de suelo, pero su requerimiento aumenta a pasos acelerados.

“Los recursos naturales siguen ahí, pese al uso inadecuado que hemos hecho de ellos. Pero la demanda parece ser infinita, pues la población crece sin control, especialmente en los países más pobres”, consideró el investigador adscrito al Departamento de Sismología del IGf.

El científico recomendó una planeación urbana para afrontar las exigencias futuras, en un planeta cada vez más afectado por la actividad del hombre.

Jornada civil

El Día de la Tierra fue creado en 1970 por el senador y ambientalista estadounidense Gaylord Nelson, como una llamada de atención, que cada 22 de abril recuerda los problemas ambientales de nuestro mundo e invita a los ciudadanos a hacer algo para abatirlos.

En la Unión Americana, la lucha por esta jornada sumó el apoyo de escuelas, universidades y organismos no gubernamentales, que tuvieron como primer éxito el establecimiento de la Agencia de Protección Ambiental en el país vecino.

Desde entonces, en todo el orbe diversas organizaciones civiles celebran el Día de la Tierra, que no está reconocido oficialmente por ningún organismo internacional.

“Un día dedicado a la Tierra no es suficiente, proteger lo que tenemos es una cuestión de cultura. En un día no se va a concientizar a la gente, se necesitan varios años por todo el daño que se ha hecho. Hay que empezar con nuestros hijos, no es un proceso rápido, pero es importante hacerlo”, reconoció el académico del IGf.

Deforestación: huracanes e inundaciones

David Novelo explicó que uno de los principales problemas que vulneran al planeta es la deforestación, que crea condiciones propicias para grandes sequías en algunas zonas, e inundaciones, en otras.

“Los huracanes, que son fenómenos naturales y están fuera del control humano, causan mucho más daño cuando no hay árboles. Desaparecer grandes extensiones forestales provoca que las raíces no absorban humedad y que no haya filtración de agua, lo que deriva en que esas zonas sean más susceptibles a inundaciones y huracanes”, señaló.

Según un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la deforestación en el mundo alcanza tres mil 870 millones de hectáreas.

El 95 por ciento de esa superficie corresponde a bosques naturales, y el resto, a plantaciones forestales. Asimismo, destaca que cada año se pierden 14.2 millones de hectáreas a causa de la deforestación, y se plantan 5.2 millones, lo que implica una disminución neta anual de 9.4 millones de hectáreas en el mundo.

Este proceso es muy alto en naciones pobres, que necesitan la materia prima de los árboles para sobrevivir. “Ese consumo ocurre sin la conciencia de que estamos modificando el suelo, y que la naturaleza se cobra con inundaciones”, advirtió.

En México, ejemplificó, existen los casos de Chiapas y Oaxaca, con grandes índices de pobreza ligados a altas tasas de deforestación; en esos estados, los pobladores frecuentemente están expuestos a esos fenómenos naturales.

Riesgo en zonas sísmicas y volcánicas

El investigador del IGf consideró que el inadecuado uso del suelo también vulnera al planeta y sus habitantes, especialmente en zonas sísmicas y volcánicas, que no son propicias para asentamientos humanos, pero que en muchos casos están pobladas por razones históricas, geográficas y sociales, pese a los riesgos que implican.

“Naciones como la nuestra, se ubican en esas áreas, pues parte del territorio está dentro del llamado Cinturón de Fuego, donde ocurre el 80 por ciento de los temblores y de la actividad volcánica del mundo”, recordó.

Aunque parece que este 2010 han habido más temblores en varias partes del planeta, la frecuencia es semejante año con año. “Lo que ocurre es que a veces acontecen sismos en zonas donde hay más daños, y eso llama la atención. Diariamente, se registran sismos de magnitud 4 ó 4.5 en territorio mexicano, pero actualmente se reportan en las noticias porque nos preocupa que algo pueda suceder”, destacó.

Ante este fenómeno, Novelo señaló que se debe evitar, hasta donde sea posible, vivir en sitios de alto riesgo, y en el resto del país, contar con planes adecuados de construcción y mitigación para reducir el impacto de los daños.

“En cuanto a los volcanes, la situación es un poco más controlada para la ciencia, porque se pueden observar y colocar instrumentos para saber, con mayor certidumbre, si una erupción es inminente. En ese caso, es fundamental el uso de mapas de riesgo y de planes eficientes de desalojo para minimizar los daños a la población”, advirtió.

Los volcanes y temblores demuestran que nuestro planeta está vivo. “Si no existiesen, la Tierra sería un mundo casi extinto, no existirían las condiciones adecuadas para la vida humana y no estaríamos aquí”, concluyó.


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Fotos

La Tierra ofrece una cantidad limitada de elementos energéticos, forestales, hídricos y de suelo, pero su requerimiento aumenta a pasos acelerados, señaló David A. Novelo Casanova.


La existencia de volcanes y sismos demuestra que el nuestro es un planeta vivo y joven.

 

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