La mayor parte de las afectaciones que sufre la radiación
solar en su paso por la atmósfera terrestre son de origen
antropogénico, y han influido en el calentamiento global,
aseguró Mauro Valdés Barrón académico
del Observatorio de Radiación Solar del Instituto de
Geofísica (IGf).
Desde el punto de vista climatológico, la radiación
solar es la fuente de vida de la Tierra; es la energía
que emite el Sol en forma de ondas electromagnéticas,
una parte de ellas permanecen en la atmósfera y otra,
llega a la superficie terrestre, explicó.
No obstante, los contaminantes que produce el hombre
han disminuido la concentración de ozono en la estratósfera,
lo que ha permitido una mayor penetración de radiación
solar ultravioleta en altas latitudes. Por otro lado, las partículas
líquidas o sólidas que se conocen como aerosoles,
interactúan con esas ondas electromagnéticas,
modificándolas cuantitativa y cualitativamente.
El especialista señaló que el planeta
tiene un balance natural de energía que proporciona un
control de temperatura anual, pero al acrecentarse los aerosoles
en el ambiente, también aumenta el número de partículas
que absorben la radiación, lo que ocasiona que el equilibrio
natural se altere y contribuya al calentamiento global.
“Básicamente, la cantidad de radiación
solar que absorben las partículas aumenta porque son
más, por lo que la energía en onda larga que emiten
también se incrementa y, poco a poco, se va produciendo
un calentamiento atmosférico”. La radiación
solar no aumenta, aclaró, sino el número de partículas
o contaminantes en el entorno.
También, cuando una ciudad crece absorbe mayor
cantidad de radiación solar en sus estructuras, y esa
energía permanece más tiempo en la superficie
terrestre; entonces, ésta tiende a calentarse, subrayó.
La cuenca de la Ciudad de México tiene un clima
templado, pero en la mayor parte de la misma las precipitaciones
eran mayores a 700 milímetros anuales; hoy en día,
en algunos sitios ha diminuido, ejemplificó.
Valdés Barrón concluyó que para
entender este tipo de afectaciones, deben realizarse estudios
que permitan comprender cómo se redistribuyen los fenómenos
climáticos del planeta, para tomar decisiones que ayuden
a aminorar los impactos negativos que afectarán a la
Tierra y, específicamente, al ser humano.