Después de seis años de trabajo en diversos
yacimientos como responsable de la perforación de pozos
petroleros, y con cuatro años de investigación,
Alejandro Cortés Cortés, de la Facultad de Ingeniería
(FI) de la UNAM, diseñó el prototipo de un simulador.
Se trata de un programa de computación que se
puede correr en un ambiente amigable, por lo que el encargado
de la perforación de un pozo real no tendrá ningún
problema en utilizarlo, dijo.
Esta poderosa herramienta permitirá mejorar
y controlar las variables que definen la velocidad de perforación
en entornos tanto terrestres como marinos y, de esta manera,
hacer más rápido y eficiente el proceso.
En este simulador se incluyeron prácticamente
todas las variables posibles, de acuerdo con el tipo de pozo:
horizontal, vertical o desviado. Fue diseñado para un
ambiente particular, pero una vez validado tendrá que
adecuarse a diferentes lugares geográficos.
“En una palm o una laptop se
puede correr con datos reales, como tipos de estratos, profundidad
a la que se va a perforar, tipos de barrena y equipo a emplear;
arroja resultados en tiempo real para tomar decisiones a partir
de ellos”, indicó el investigador.
Variables alterables e inalterables
En este prototipo, Cortés Cortés consideró
al menos ocho variables que influyen en la velocidad de perforación,
unas son alterables y otras inalterables.
Variables alterables son las propiedades del fluido
de perforación, como densidad, viscosidad, contenido
de sólidos y aceite, y pérdida de filtrado, y
los factores mecánicos, como tipo, peso, desgaste y velocidad
de rotación de la barrena.
Algunas variables inalterables se refieren a los factores
que influyen en el rendimiento de los trabajadores, como capacitación
y eficiencia, motivación, relación con la empresa
y aspecto social y psicológico.
Debe considerarse que los empleados laboran jornadas
agotadoras, especialmente en mar abierto. Así, entre
más eficaz sea un grupo, terminará más
rápido la perforación de un pozo, apuntó
el investigador.
Otras variables inalterables tienen que ver con la
capacidad, potencia, flexibilidad y grado de automatización
del equipo de perforación, y otras más se relacionan
con la resistencia a la compresión de la formación
rocosa que se atraviesa durante el proceso, así como
con la elasticidad, permeabilidad, porosidad, presión
y temperatura de las rocas.
Para conceptualizar y desarrollar la idea del prototipo
de este simulador fue importante la experiencia en la perforación
de pozos y diseño de sistemas de perforación en
el norte del país. Posteriormente, trabajé con
Pemex en la sonda de Campeche. En total, fueron seis años
dedicados a esas labores, comentó.
Para la enseñanza
Alumnos de la carrera de Ingeniería Petrolera
fueron integrados a este proyecto para que aprendieran a pensar,
innovar y desarrollar tecnologías. Gracias al conocimiento
adquirido durante dos años, uno de esos estudiantes,
Saúl Espinosa, fue contratado por una empresa mexicana.
“Saúl viajó a Singapur para traer
una plataforma semisumergible nueva. A su regreso, trabajará
en aguas profundas del Golfo de México”, señaló.
Validación
Recientemente, se firmó un convenio con la empresa
Baker Hugues Intake, de Houston, Texas.
José Luis Hernández Cifontes, responsable
de las relaciones UNAM-Baker Hugues, ofreció
su ayuda para que podamos validar nuestro simulador en el laboratorio
de perforación del centro de investigación de
esa agrupación estadounidense. Al finalizar el proyecto,
con marca de la Universidad Nacional, queremos presentarlo a
Pemex y a otras compañías para que lo adquieran”,
concluyó Cortés Cortés.