Boletín UNAM-DGCS-221
Ciudad Universitaria.
12:30 hrs. 10 de abril de 2010

 


VIVIENDAS BIEN EDIFICADAS Y EDUCACIÓN CIVIL, REDUCEN CATÁSTROFES EN UN TERREMOTO

 

• La mejor protección ante un sismo es habitar en edificios que respeten las reglas de construcción, dijo Mario Ordaz Schroeder, del Instituto de Ingeniería

La reducción de las catástrofes a consecuencia de un sismo está directamente relacionada con viviendas bien construidas. En Haití, ante el terremoto de magnitud 7.0 ocurrido del 12 de enero, no existía normatividad en la materia, dijo Mario Ordaz Schroeder, investigador del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM.

“En cambio, en Chile, donde el terremoto de magnitud 8.8 ocurrido el 27 de febrero ocasionó una liberación de energía 600 veces mayor a la de Haití, la estricta reglamentación y la educación civil, redujeron los daños a más de 600 víctimas”, añadió.

Ordaz reconoció que en el caso de la isla caribeña también contribuyó que el epicentro fue muy somero, a una profundidad de 10 a 15 kilómetros bajo Puerto Príncipe, su urbe más poblada.

En tanto, en Chile, el epicentro se ubicó a más de 40 kilómetros de profundidad, y los mayores efectos ocurrieron en Concepción y no en Santiago, la ciudad capital con mayor número de habitantes.

Por su parte, Luis Quintanar Robles, jefe del Departamento de Sismología del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, señaló que en el mundo ocurren cada año más de 15 eventos sísmicos de magnitud mayor a 7.0.

“La mayoría sucede en la frontera entre placas tectónicas, como en el caso de Haití, donde hubo un choque entre la Placa del Caribe, que se movió hacia el este, y la de Norteamérica, que lo hizo hacia el oeste”, ejemplificó.

En el caso de Chile, donde históricamente han ocurrido la mayoría de los temblores de mayor magnitud en el mundo, participaron cinco placas tectónicas que se ubican en esa región.

Los investigadores Mario Ordaz y Luis Quintanar participaron en la “Mesa redonda sobre impactos de los sismos y medidas preventivas”, que se realizó en el auditorio Alberto Barajas Celis de la Facultad de Ciencias (FC).

México, rompecabezas tectónico

Luis Quintanar recordó que México es un país sísmico que tiene bajo su suelo cinco placas tectónicas y fallas activas dentro del Eje Neo-Volcánico.

La mayor parte del territorio mexicano se encuentra sobre la Placa de Norteamérica, que contiene a toda esa región, a parte del océano Atlántico y de Asia.

La península de Baja California está sobre la Placa del Pacífico, en la que se ubica el estado de California, en Estados Unidos, y gran parte del Océano Pacífico.

El sur de Chiapas está sobre la Placa del Caribe, que también contiene a gran parte de las islas de la zona y las naciones de Centroamérica.

Otras dos placas, más pequeñas, conforman el rompecabezas tectónico de México, Cocos y Rivera. Ambas, están bajo el Océano Pacífico.

Sobre las medidas de prevención necesarias en los países sísmicos, Mario Ordaz destacó la identificación del riesgo, la existencia de profesionales de la construcción, las adecuadas tradiciones constructivas, la existencia y aplicación de reglamentos de construcción y el uso de mecanismos de transferencia de riesgo, a cargo de las compañías aseguradoras.


—o0o—

 


Fotos




Mario Ordaz Schroeder, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM.