En el presente año, el Producto
Interno Bruto crecerá 2.5 por ciento, el Índice
Nacional de Precios al Consumidor será de 5.3 por ciento
y apenas se generarán 275 mil empleos registrados en el
IMSS, previeron integrantes del Departamento de Análisis
Macroeconómico de Coyuntura y Prospectivas del Instituto
de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
Los investigadores universitarios citaron que la caída
anualizada del Producto en enero pasado fue del nueve por ciento.
Además, en los primeros dos meses del año, el
descenso de las remesas que recibe México del exterior
disminuyeron en 15 por ciento y, en materia de empleo, con respecto
a nivel de registrados en el IMSS de 2008, cifra pico, hoy hay
un déficit de 223 mil fuentes de trabajo.
También, detallaron, el déficit en cuenta
corriente alcanzará aproximadamente 14 mil millones de
dólares, el tipo de cambio cerrará en alrededor
de 12.80 pesos por dólar, pese a la actual apreciación
de la moneda mexicana, y la tasa de interés objetivo
del Banco de México, estará cercana al cinco por
ciento al final de 2010.
Por ello, advirtieron, no hay elementos fidedignos
para pensar en las previsiones oficiales de avance de la economía
sean del cuatro o cinco por ciento.
Jorge Basave Kunhardt, director del Instituto de Investigaciones
Económicas (IIEc), reconoció que no se ha hecho
nada de fondo para corregir los problemas estructurales que
impiden el crecimiento y, más aún, el desarrollo
de nuestro país.
Por si eso no fuera suficiente, abundó, no debemos
estar demasiado optimistas de una recuperación de Estados
Unidos; parece que el crecimiento no es como se esperaba y que
difícilmente será sostenido.
En conferencia de prensa, José Luis Calva, investigador
del IIEc, consideró que independientemente de los resultados
que se tengan en 2010, para los años siguientes la economía
mexicana parece condenada a la mediocridad, es decir, a un crecimiento
por mucho de tres por ciento, e incluso rayando el dos por ciento,
en el mediano plazo.
Si no se introducen cambios fundamentales en la estrategia,
dijo, México estará condenado a repetir un ciclo
de crecimiento; en los último 27 años nuestra
economía creció apenas a una tasa media de 2.1
por ciento anual, mientras que otras, como la coreana, lo hicieron
a tasas superiores al seis por ciento, India al ocho, y China,
por arriba del 10 por ciento.
En el periodo referido, es decir, entre 1983 y 2009,
la tasa de crecimiento implicó un avance del PIB por
habitante de apenas 0.5 por ciento anual, aunque si se consideran
a los 12 millones de mexicanos que migraron al extranjero en
ese lapso, el aumento fue de 0.1 por ciento anual, prácticamente
cero; “tenemos casi tres décadas perdidas de desarrollo”,
apuntó.
Calva refirió que se esperaba una estabilización
en las remesas tras la caída en las mismas. Sin embargo,
se han reducido a una mayor velocidad incluso que en 2009 y
en el primer bimestre de este año, su nivel bajó
15 por ciento.
Actualmente, abundó, las remesas representan
alrededor de 20 mil millones de dólares al año,
enviados por casi 20 millones de mexicanos o de ascendencia
mexicana; con la estrategia económica seguida, poco más
de 12 millones de personas migraron al vecino país del
norte, quienes generan más de 700 mil millones de dólares
al año.
Calva propuso que México asuma un paquete de
reformas que incluya políticas de fomento general y sectorial,
la formación de recursos humanos a través del
sistema educativo y un sistema financiero que sirva a los intereses
del desarrollo.
En materia de empleo, César Armando Salazar
López, del mismo instituto, explicó que al hacer
un comparativo con el pico más alto de empleo registrado
en el IMSS (octubre de 2008), hoy existe un déficit de
223 mil fuentes de trabajo. De diciembre de 2009 a marzo de
este año, se crearon 334 mil puestos, de los cuales sólo
160 mil son permanentes.
Sin embargo, cuando se analiza el mercado de trabajo
en su conjunto, al cuarto trimestre de 2009 había 2 millones
500 mil personas desocupadas en busca de empleo, es decir, hay
un crecimiento en el número de desempleados.
Ante ese escenario, Moritz Alberto Cruz Blanco, investigador
del IIEc, consideró necesario retomar las experiencias
de países exitosos para impulsar un modelo alternativo
de crecimiento. Ello implica la inserción del Estado
en la actividad económica como promotor y rector de la
misma, lo que permitiría crecer a tasas de 6 o 7 por
ciento promedio anual, y duplicar el PIB en diez años.