Boletín UNAM-DGCS-217
Ciudad Universitaria.
06:00 hrs. 08 de abril de 2010


Jenna L Hennebry


TRABAJADORES EMIGRANTES REGRESAN ENFERMOS O LASTIMADOS DE CANADÁ

 

• Quienes participan en el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales México-Canadá (PTAT) corren riesgos sanitarios y de salud de manera constante, dijo en la UNAM, Jenna L. Hennebry, de la Universidad Wilfrid Laurier
• Por ello, recomendó que los empleadores registren a sus asalariados en el sistema de salud local para evitar ponerlos en condiciones de vulnerabilidad extrema

La mayoría de los emigrantes mexicanos emprenden el camino de regreso a casa enfermos o lastimados, sin haber sido atendidos debidamente en Canadá. La situación se complica al llegar a México, donde tampoco reciben el tratamiento requerido.

Quienes participan en el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales México-Canadá (PTAT) corren riesgos sanitarios y de salud de manera constante, fenómeno que debería ser abordado desde una estrategia transnacional, porque esta problemática no conoce fronteras, expuso en la UNAM, Jenna L. Hennebry, de la Universidad Wilfrid Laurier (WLU, por sus siglas en inglés).

El índice de participación de mexicanos en el PTAT ha crecido de manera constante en función de la demanda canadiense de mano de obra. En 1974, se inscribieron 203 trabajadores, y en 2007, laboraron en Canadá más de 14 mil al amparo de este programa.

Además, entre enero y marzo de 2008, participaron cuatro mil 769 personas, cifra superior a la registrada el año anterior en el mismo período, que fue de cuatro mil siete.

Al dictar la ponencia Entrar bajo su propio riesgo: migrantes mexicanos agrícolas en Canadá, señaló que el estatus extranjero del trabajador y su acceso a los servicios de salud se encuentran íntimamente ligados.

Por ello, es recomendable que los empleadores registren a sus asalariados en el sistema de salud local para evitar ponerlos en condiciones de vulnerabilidad extrema.

“Debemos pensar en cómo proteger las garantías individuales y la salud de los trabajadores temporales, porque en ocasiones éstos no cuentan siquiera con la protección de su nación”, apuntó.

Por ello, propuso crear un sistema que reporte problemas, accidentes o abuso cometidos contra esta población, porque en este rubro hay un gran hueco y los mexicanos no se sienten representados por su consulado.

“También es indispensable mejorar las condiciones de vivienda, laboral y de salud, e impartir clases de inglés y entrenamiento en campos que vayan más allá de lo agrario, así como hacer que se inscriban y permanezcan en la escuela”, indicó.

Recordó que los migrantes mexicanos no sólo se arriesgan al participar en el Programa Temporal, sino que el largo periodo de separación de sus familias y comunidades los hace susceptibles a enfermedades mentales, tensión e inclusive violencia doméstica.

El PTAT, que opera desde 1974 por un acuerdo entre los gobiernos de México y Canadá, debía de permitir el flujo migratorio ordenado y brindar certeza sobre las condiciones de trabajo y derechos laborales; sin embargo, esto no se cumple a cabalidad, apuntó.

A su vez, advirtió que los trabajadores no pueden cambiar de empleador, aunque éste cometa abusos. “No tienen otra opción, y menos si lo que buscan es regresar a México”.

La especialista del Departamento de Sociología de la WLU destacó que el gobierno canadiense se está concentrando en un nuevo programa y poniendo de lado al PTAT. “Este esquema contempla menos reglas, pero más explotación de los trabajadores”.

“Debemos establecer una dependencia trasnacional conformada por inmigrantes, empleadores, gobiernos y comunidades para mejorar la salud ocupacional y seguridad laboral, ya que la migración temporal se está expendiendo en el ramo ocupacional”, concluyó.


—o0o—

 


Fotos




Jenna L. Hennebry, de la Universidad Wilfrid Laurier (WLU, por sus siglas en inglés), habló en la UNAM.