• Conforma la colección de plantas
deshidratadas más completa y rica del país
• Posee un acervo de más de un millón 200
mil especímenes, informó, Hilda Flores Olvera,
encargada del Herbario
La deforestación y mal uso del suelo provoca la
desaparición de especies vegetales y, ante ello, el Herbario
Nacional constituye una base de datos invaluable, pues conforma
el más antiguo y rico registro de especímenes que
actualmente existe en el país.
Se trata de la colección de plantas deshidratadas
más completa de México, colectadas en campo aún
vivas, y asciende a más de un millón 200 mil.
El interés de esta recopilación de referencia
vegetal radica en su catalogación, comentó Hilda
Flores Olvera, jefa del Herbario Nacional, resguardado por el
Instituto de Biología (IB) de la UNAM.
Dada la diversidad actual de plantas vasculares, calculada
en unas 300 mil especies, se tiene una mayor representación
de ellas; sin embargo, también se cuenta con otros tipos
como algas marinas, briofitas, helechos, musgos, hepáticas
y hongos, entre otros. “Provienen de todos los ambientes,
desde costeros, pasando por marinos, hasta llegar a las altas
montañas”, dijo.
El país es conocido por su riqueza vegetal; es
uno de los primeros cuatro mega diversos del planeta, incluso
en grupos endémicos. “México es todo un laboratorio
y zona de gran representatividad”, señaló.
El esfuerzo por conocer la flora nacional data desde
los primeros contactos con España. A finales del siglo
XVIII, especialistas se dieron a la tarea de coleccionar plantas,
no obstante, esas compilaciones se encuentran en otras partes
del mundo, porque la investigación no era propia, recordó.
En el siglo XIX, prosiguió, no hubo apoyo para
el conocimiento de la biodiversidad de México.
Con la creación del IB, en 1929, la recolección
que inició el Instituto Médico Nacional y la Dirección
de Estudios Biológicos –de finales del siglo XVIII
al XX, aunque hay registros que datan del siglo XVI–, pasó
a ser de su responsabilidad, destacó Flores Olvera.
Esa colección es la más antigua y rica
en el país; su acervo es como una biblioteca, posee información
fundamental para el estudio de la vegetación. Es un apoyo
para el desarrollo de investigaciones encaminadas a conocer las
plantas mexicanas en todos sus aspectos desde los morfológicos,
moleculares, fitogeográficos y demás, acotó.
Desde hace años se ha pensado en poner a disposición
de la comunidad científica esta información, y para
ello, se crea una base de datos.
Los especímenes del Herbario se almacenan en 10
salas equipadas con alta tecnología. Aquí se encuentra
la colección de tipos, que cuenta con cerca de nueve mil
especies, e incluye ejemplares únicos, utilizados para
describir y dar nombre a los mismos, y con una base de datos donde
se digitalizan imágenes e información, indicó.
También existe una colección de algas,
hongos, líquenes, briofitas y maderas (Xiloteca).
La exploración de la diversidad en México
aún no concluye, indicó, pues existen áreas
inexploradas y grupos que no son bien conocidos; de ahí
la necesidad de continuar con esta labor; los registros del Herbario
muestran que algunas especies desaparecen o ya están extintas
por acciones del hombre.
Mantenemos un programa de intercambio con herbarios del
mundo; incluso, investigadores o coleccionistas que tienen interés
en conocer las plantas Mexicanas nos solicitan ejemplares y a
su vez, ellos nos envían los suyos, concluyó.
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