• Son aquellas cuya obtención o uso
no emite subproductos que puedan incidir negativamente en el
medio ambiente y, por lo tanto, no contaminan
• Una desventaja es que su proceso puede tener un alto
costo monetario, dijo Arturo Reinking Cejudo, de la FI de la
UNAM
• Para determinar qué tan conveniente es utilizarlas,
se requiere un análisis congruente, profundo, honesto
y especializado sobre sus impactos
Las energías verdes son aquellas cuya obtención
o uso no emite subproductos que puedan incidir negativamente en
el medio ambiente y, por lo tanto, no contaminan; una desventaja
es que su proceso puede tener un alto costo monetario.
Para determinar qué tan conveniente es utilizarlas
es necesario hacer un análisis congruente, profundo, honesto
y especializado con información sólida sobre los
impactos que tienen las distintas formas de energía, señaló
el jefe del Departamento de Sistemas Energéticos de la
Facultad de Ingeniería (FI) de la UNAM, Arturo Reinking
Cejudo
Las diferencias más sobresalientes entre las energías
verdes o renovables y las fósiles, es que estas últimas
se crearon en el transcurso de millones de años a partir
de materia viviente, que a su vez se formó por la incidencia
de luz solar sobre materia vegetal a través de la fotosíntesis.
Esa materia se acumuló, transformó y dio lugar a
yacimientos de carbón, petróleo y gas natural, entre
otros.
En contraste, las energías verdes provienen, en
términos generales, del aprovechamiento de la radiación
solar, directa o indirectamente. La disponibilidad se reduce a
su captación en períodos muy cortos, desde segundos
hasta meses o años, cuando se trata de biocombustibles.
Una de las razones de los costos elevados para su obtención
y aprovechamiento es la inversión considerable que requieren,
porque su densidad es muy baja y para producirlas se necesitan
extensiones y dispositivos grandes de captación, como las
celdas fotovoltaicas, cuya función primordial es convertir
la energía captada por el Sol en electricidad, ejemplificó.
Con ese proceso, prosiguió, la cantidad de radiación
solar que se percibe por segundo y metro cuadrado es muy baja,
por lo tanto, poco aprovechable. Para cubrir las demandas de la
sociedad sería necesario recurrir a extensiones grandes,
por lo que resulta más costoso obtener algunas energías
verdes.
Otro factor, que puede ser común con las energías
tradicionales, es la ley de oferta y demanda, ya sea del recurso
en sí o de los insumos para captarlas y aprovecharlas,
como las materias primas, la maquinaria y los dispositivos.
Además, la energía fósil es finita,
las grandes concentraciones se agotarán o será necesario
recurrir a yacimientos cada vez menos rentables; las renovables,
en contraste, seguirán disponibles por miles de años.
Las energías renovables
Las energías renovables han sido utilizadas desde
tiempos remotos, especialmente la solar, eólica e hidráulica.
La navegación con velas, los molinos de viento o de agua
y las disposiciones constructivas de los edificios para aprovechar
el Sol son ejemplo de ello.
Se dividen en eólica (por medio de viento), geotérmica
(por el calor de la Tierra), hidráulica (de los ríos),
mareomotriz (se obtiene mediante las diferencias de niveles de
las mareas), solar (de la luz solar), y la undimotriz (producto
de las olas).
Al igual que las energías fósiles, las
verdes se concentran en sitios y regiones donde, debido a una
variedad de factores, su intensidad es claramente mayor al promedio
mundial y, por tanto, es más redituable aprovecharlas.
El especialista mencionó que en el Istmo de Tehuantepec,
Oaxaca, zona de vientos, se instalaron unidades eoloeléctricas
para aprovechar las corrientes y generar electricidad; además,
algunos autoproductores construyeron parques eólicos para
el mismo fin.
Otras regiones con los recursos suficientes para obtener
energía geotérmica son Cerro Prieto, cerca de Mexicali;
Los Azufres, en Michoacán; Los Humeros, en Puebla, cerca
de Perote, Veracruz, y Tres Vírgenes, en Baja California,
entre otros.
“Si se utilizan sólo energías verdes
y con ciertas precauciones, no tendríamos que preocuparnos
por el cambio climático, porque el ciclo normal del bióxido
de carbono en la Tierra se mantendría en la forma históricamente
reciente. Desafortunadamente, su obtención y producción
tienen un precio elevado”, concluyó.
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