• La UNAM estudia procesos bioquímicos
de ese tipo de residuos para obtener biogás
• Los organismos microscópicos que transforman
los desechos en ese gas, sólo se alimentan de sustancias
disueltas en agua o en un medio húmedo, señaló
Simón González Martínez, del II de la UNAM
Especialistas de la UNAM realizan estudios para simplificar
procesos bioquímicos de basura orgánica para obtener
biogás. Se investiga cómo mejorar la capacidad de
hidrólisis de esos residuos para que los microorganismos
los aprovechen mejor y generen el combustible, explicó Simón
González Martínez, del Instituto de Ingeniería
(II).
Estamos en la fase inicial del proyecto, y aunque la creación
de este gas por medios bioquímicos no es una propuesta novedosa
a nivel internacional, sí lo es a nivel nacional. En Europa,
dijo, existen plantas que tratan la fracción orgánica
de los desechos sólidos para su producción, económicamente
viable.
El biogás, agregó, es fácil de comercializar
porque su transportación es similar a la del gas natural
que se utiliza en la Ciudad de México.
El investigador de Ingeniería Ambiental de esa entidad
sostuvo que el objetivo es conocer los detalles de la tecnología
que se utiliza para obtener ese recurso. “En esta primera
etapa, estudiamos el potencial de la basura orgánica para
convertirse en alimento de los microorganismos”.
Sabemos que los organismos microscópicos que transforman
los residuos en biogás únicamente se alimentan de
sustancias disueltas en agua o en un medio húmedo, y muy
poco de lo sólido se aprovecha, agregó.
El paso siguiente es exprimir la basura y “sacarle
el jugo” para saber la cantidad de material disuelto y qué
se puede diluir para ofrecerlo a los microorganismos, reiteró.
La primera parte de los procesos bioquímicos o microbiológicos
es la hidrólisis de las grandes moléculas; se trata
de la fase compleja, porque es donde esos organismos tienen problemas
para metabolizar algunas sustancias. “Pretendemos observar
el desarrollo y contribuir a mejorar la capacidad de hidrólisis”,
comentó.
Para ello, expuso, se realiza una serie de muestreos en
las 13 estaciones de transferencia del Distrito Federal, donde se
concentra la basura de las distintas colonias y se transporta hacia
el relleno sanitario.
Estudiantes e investigadores se dieron a la tarea de hacer
procesos de “cuarteo” y clasificación de los
desechos para conocer la fracción orgánica y la cantidad
aprovechable en cada delegación y, en general, en la capital.
Tomamos entre 100 y 200 kilogramos, que fueron congelados
para su análisis y procesamiento, indicó. Esta muestra
será tratada de diferentes formas –con químicos,
calor o enzimas comerciales– para hacerla más accesible
como alimento de los microorganismos.
Para concluir, resaltó que el biogás de la
basura es una fuente de energía alterna que actualmente no
se aprovecha, pero podría convertirse en un combustible útil
y no contaminante.
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