• Se trata de Roberto Escudero Derat, Ángel
Rogelio Díaz Barriga Casales, Jaime Antonio Martuscelli
Quintana y Shri Krishna Singh Singh
• También, se aprobó conceder la medalla
de plata Alfonso Caso a graduados destacados de especialización,
maestría y doctorado
El pleno del Consejo Universitario (CU) aprobó,
por mayoría, el nombramiento de investigadores eméritos
a cuatro destacados académicos: Roberto Escudero Derat,
Ángel Rogelio Díaz Barriga Casales, Jaime Antonio
Martuscelli Quintana y Shri Krishna Singh Singh.
En la sesión ordinaria, el máximo órgano
colegiado de la Universidad también aceptó conceder
la medalla de plata Alfonso Caso a 94 graduados de especialización,
maestría y doctorado.
De ellos, uno corresponde a 2004 (doctorado); nueve
a 2005 (tres de especialización, cuatro de maestría
y dos de doctorado); dos a 2007 (uno de maestría y uno
doctorado), y 82 a 2008 (17 de especialización, 36 de
maestría y 29 de doctorado).
Nuevos eméritos
Roberto Escudero Derat es integrante del Instituto
de Investigaciones en Materiales (IIM) y ha desarrollado un
trabajo excepcional en la investigación en física
experimental.
Ha explorado varias líneas, entre las que sobresale
su labor precursora en el estudio de fenómenos de superconductividad
fuera de equilibrio y la creación del Laboratorio de
Bajas Temperaturas y Superconductividad. Recientemente, su investigación
se ha centrado en tópicos relativos al estado sólido
y materia condensada.
Es investigador del IIM desde 1969 y ha tenido una
destacada trayectoria docente dedicada a la formación
de numerosas generaciones de estudiantes de licenciatura y posgrado,
a quienes ha impartido cursos de física. También
ha tenido una colaboración constante con los alumnos
que ha dirigido en proyectos de análisis y tesis.
Ha escrito más de 150 artículos en revistas
especializadas y ha sido citado en la literatura internacional
más de mil 300 veces. Por la importancia e impacto de
sus investigaciones recibió la beca John Simon Guggenheim
Memorial Foundation para realizar estudios de tunelaje electrónico.
Ha sido acreedor a la Pearson Medal in Physics de la
Universidad de Waterloo, Canadá; a la Medalla Fernando
Alba en Física Experimental, que otorga el Instituto
de Física, y al Premio Universidad Nacional en el área
de Ciencias Exactas. Asimismo, recibió la categoría
de Fellow de la American Physical Society y fue designado investigador
emérito del Sistema Nacional de Investigadores.
En tanto, Ángel Rogelio Díaz Barriga
Casales es académico del Instituto de Investigaciones
sobre la Universidad y la Educación, con una excepcional
trayectoria y significativas aportaciones al análisis
educativo.
Sus trabajos en el terreno de la didáctica han
fomentado la reflexión sobre las concepciones de la formación
como elementos indispensables para construir diversas propuestas
de enseñanza y aprendizaje en el aula.
También ha hecho aportaciones nodales en el
estudio de la Teoría y Diseño Curricular. Sus
investigaciones precursoras en este ámbito han estado
orientadas a la comprensión conceptual y al diseño
metodológico del campo curricular, particularmente en
lo referente a planes y programas de estudio de educación
superior.
Díaz Barriga fue director de la revista Perfiles
Educativos y miembro del Comité y Consejo Editorial de
la Revista Mexicana de Investigación Educativa; es actual
miembro del Consejo Editorial de la Revista de Educación
Superior y director de la Colección Educación
Superior en América Latina.
Ha sido designado Doctor Honoris Causa por las universidades
de Colima, Tlaxcala y Lomas de Zamora, Argentina. Además,
recibió el Premio ANUIES en la categoría de aportaciones
académicas. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores,
nivel III; de la Academia Mexicana de Ciencias y de la Association
Francophone International de Recherche en Sciences de l’Education,
con sede en París, entre otros.
Por otra parte, en la trayectoria de Jaime Antonio
Martuscelli Quintana, del Instituto de Investigaciones Biomédicas,
destacan cuatro facetas: su papel precursor en México
en el desarrollo de la genética molecular de bacterias;
su obra dentro de la regulación sanitaria y la tecnología
en salud; el fomento de la vinculación de la investigación
con el sector productivo y gubernamental, y su labor como funcionario
en la creación de nuevas instituciones y maneras de evaluar
el quehacer de los científicos.
Inició su destacada carrera como investigador
en el campo de la genética, donde identificó el
origen y la secuencia de la replicación cromosomal de
Escherichia coli.
Trabajó, además, sobre bacterias enteropatógenas
como la Salmonella typhi, generando uno de los trabajos fundamentales
en la epidemiología molecular de la fiebre tifoidea.
Participó activamente en la estructuración
y puesta en marcha de la licenciatura en Investigación
Biomédica Básica, e impulsó el primer departamento
de biotecnología en el país, que permitió
relacionar al sector industrial con el de la salud.
Entre algunas de sus acciones para el fortalecimiento
institucional se encuentran la promoción e instalación
del posgrado en Ciencias Fisiológicas, así como
la creación del entonces Centro de Investigación
sobre Fijación del Nitrógeno, hoy de Ciencias
Genómicas, con sede en Cuernavaca.
El ex presidente de la Sociedad Mexicana de Bioquímica
ha sido reconocido con el Premio Sinaloa de Ciencias y Artes,
otorgado por el gobierno de esa entidad. Es miembro del Consejo
Directivo de la Fundación Javier Barros Sierra, del Comité
Técnico Asesor de Funsalud, y del Consejo de Administración
del Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación
Superior en América Latina y el Caribe. También
ha sido director de la Oficina Técnica de la Red Universitaria
Iberoamericana de Incubación de Empresas.
Por último, Shri Krishna Singh Singh llegó
al Instituto de Geofísica de la UNAM poco después
de recibir su grado de doctor en la Universidad de Columbia
en 1971, mediante un programa de movilidad de investigadores
de la Organización de Estados Americanos. Desde entonces,
ha dedicado su vida profesional a la comprensión del
fenómeno sísmico en sus diversas manifestaciones
y escalas, desde la física detallada de origen hasta
el impacto que tiene en la sociedad.
Considerado uno de los líderes incuestionables
del desarrollo de la sismología moderna en el país,
sus investigaciones han sido fundamentales para definir el peligro
sísmico en las distintas regiones de nuestro territorio,
y gracias a su trabajo se ha elaborado el primer catálogo
confiable de grandes sismos en México, se ha desarrollado
la infraestructura y la instalación de una red de instrumentos
para el registro de la actividad sísmica.
Por la importancia e impacto de sus investigaciones,
ha recibido el Reconocimiento Especial de la Sociedad Mexicana
de Ingeniería Sísmica, el Premio Universidad Nacional
en el área de Innovación Tecnológica y
Diseño Industrial, y el Premio Nacional de Ciencias y
Artes en el campo de las Ciencias Físico Matemáticas
y Naturales. Ha recibido las medallas Luis Esteva Maraboto y
Manuel Maldonado Koerdell de la Unión Geofísica
Mexicana. Es nivel III en el SNI desde 1987 y formó parte
de la Sociedad Sismológica de América.
Ha publicado 179 artículos en revistas con estricto
arbitraje y de circulación internacional, ocho capítulos
en libros y 33 resúmenes extensos en memorias de congresos.
Sus trabajos han sido citados en más de dos mil ocasiones
y su índice H asciende a 26, posiblemente el más
alto de cualquier investigador en geociencias de nuestro país.
Ha sido profesor visitante en el Instituto de Geofísica
y Física Planetaria del Instituto Scripps de Oceanografía
de San Diego, California, y también en las universidades
de Roma, París Wisconsin, Nevada y Bergen.
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