Boletín UNAM-DGCS-177
Ciudad Universitaria.
14:30 hrs. 23 de marzo de 2010

 


PROVOCA MALEZA, PÉRDIDAS DE HASTA 70 POR CIENTO EN RENDIMIENTO DE CULTIVOS

 

• Maíz y frijol, los sembradíos que sufren mayor daño, señaló Gloria Zita Padilla, académica de la FES Cuautitlán de la UNAM
• Puede ser hospedante intermedio de plagas y enfermedades, inducir alergias en el ser humano, envenenamiento y, en algunos casos, tapar las señales de tránsito

En México, se estima que el surgimiento de malezas o especies invasoras afecta, en promedio, el 30 por ciento del rendimiento de algunos cultivos; sin embargo, las pérdidas pueden elevarse hasta 70 por ciento e incluso ser totales, advirtió Gloria Zita Padilla, académica de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM.

La recién designada presidenta de la Asociación Mexicana de la Ciencia de la Maleza (Asomecima) reveló que, por ejemplo, en el caso del algodón, se han llegado a reportar mermas de hasta 73 por ciento, pero si se deja “enmalezar” un cultivo, pueden ser absolutas.

En el país, las plantaciones que sufren mayor daño a causa de la hierba silvestre son el maíz y frijol, aunque también se reportan problemas en las de arroz, debido a que el control químico que se realiza no funciona en forma adecuada.

En el Valle de Toluca, acotó, se ha presentado de manera común el problema de la zea diploperennis, maíz silvestre que se cruza con el de cultivo, y produce híbridos que no rinden y se comportan como maleza. El productor no se da cuenta que no es una gramínea, hasta que la planta empieza a jilotear (se llama jilote a la mazorca cuando sus granos no han cuajado aún), ya muy avanzado el ciclo.

La maleza, dañina para los cultivos

Se denomina maleza a la mala hierba, monte o planta indeseable a cualquier especie vegetal, que crece de forma silvestre en una zona cultivada o controlada por el ser humano, como cultivos agrícolas o jardines.

Prácticamente cualquier vegetación puede ser considerada mala hierba si crece en un lugar en el que no es deseable. Uno de los ejemplos más característicos es la menta, pues aunque es catalogada como planta aromática, es repudiada en praderas de césped, donde tiende a prosperar.

La académica de la Cátedra de Recursos Filogenéticos de la FES Cuautitlán refirió que, por regla general, la maleza crece de forma natural, y además con considerable vigor, porque en la mayoría de los casos se trata de especies endémicas adaptadas al medio y, por tanto, con gran facilidad de extenderse. Por ello, “la catalogación de mala hierba es poco menos que imposible”.

En México existen alrededor de 150 especies de plantas indeseables, y no son muchas si se toma en cuenta la biodiversidad que tenemos; no obstante, se calcula que menos del 0.1 por ciento de la flora mundial puede ser considerada maleza muy dañina.

En el caso del trigo, éste no alcanza a secarse porque está rodeado de maleza; en cuanto al chayotillo, común en el maíz, impide cosechar porque forma una maraña y primero se tiene que desyerbar.

Otras crecen en las zonas de agostadero, y el ganado no las come cuando son espinosas o tienen mal sabor, y si las consume, puede intoxicarse o lastimarse el hocico, en especial los bovinos; además, los espacios que ocupan podrían ser utilizados para forraje.

La maleza también puede ser hospedante intermedio de plagas y enfermedades, es decir, funcionar como reservorio de enfermedades dañinas o de insectos perjudiciales para el cultivo. Pueden provocar alergias al ser humano, envenenamiento y, en algunos casos, sobre todo en zonas cálidas como los trópicos, tapan las señales de tránsito.

En el caso de las acuáticas, absorben el agua y pueden llegar a taponar los canales de riego. Algunas son alelopáticas, es decir, tienen la capacidad de producir sustancias que impiden el crecimiento de otras, mencionó Zita Padilla.

También pueden ser benéficas

No obstante, reconoció la experta, existen malezas que son benéficas para los cultivos. En México hay poca experiencia al respecto, pero en Brasil ya se trabaja con “plantas acompañadoras”, que sirven como trampa para insectos porque se comen a éstas y no al plantío; aumentan la fertilidad del suelo y son fijadoras de nitrógeno.

También pueden actuar como limpiadoras de agua. Las malezas acuáticas absorben gran cantidad de contaminantes, mediante el proceso denominado fitorremediación, que es la utilización de plantas para descontaminar el líquido o los suelos. Asimismo, sirven como previsoras de erosión, porque un talud sin vegetación se deteriora más, recalcó.

Hoy día, añadió, las grandes cantidades de bióxido de carbono contribuyen al deterioro ambiental, pero las plantas verdes, cuando lo absorben, ayudan a prevenir el cambio climático. Las malezas tienen esa función.

Existen varios métodos de control. El preventivo, que consiste en que la semilla que se siembra no esté contaminada con otras de maleza, y comprobar que al cultivar una parcela esté libre de plantas; el mecánico, por medio del azadón o maquinaria, y el químico, con herbicidas.


La presidente de la Asomecima (asociación que en octubre cumplirá 31 años), informó que este año organizará el Congreso Nacional de Ciencia de la Maleza, convocado por la FES Cuautitlán, en colaboración con la Universidad Autónoma de Sinaloa, y el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias.

Asimismo, en 2013 el Congreso Iberoamericano de Ciencia de la Maleza, a realizarse en Cancún, Quintana Roo.

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Fotos

Gloria Zita Padilla, académica de la FES Cuautitlán y presidenta de la Asociación Mexicana de la Ciencia de la Maleza.

En México existen alrededor de 150 especies de malezas.

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