• Más de 2 mil 500 millones de personas
en el orbe carecen de sistemas sanitarios adecuados, reveló
la UNESCO
• Para tener líquido con calidad se requieren resolver
problemas de cantidad, inequidad y desperdicio, dijo Blanca Jiménez
Cisneros, del Instituto de Ingeniería de la UNAM
Porque más de 2 mil 500 millones de personas en
el mundo carecen de sistemas sanitarios adecuados y 884 millones
más no tienen acceso a agua potable, en el Día Mundial
del Agua, el énfasis está puesto en la calidad del
líquido.
“Este año, con el lema ‘Agua limpia
para un mundo sano’, se considera la calidad del agua, pues
en muchas partes del mundo no llega a la gente con las características
adecuadas para beberla o usarla en labores agrícolas. Pero
tener agua de calidad significa resolver problemas de cantidad,
desperdicio e inequidad”, afirmó la doctora Blanca
Elena Jiménez Cisneros, investigadora del Instituto de Ingeniería
(II) de la UNAM.
Según datos de la Organización de las Naciones
Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO),
1.5 millones de niños menores de cinco años mueren
cada año en el planeta a causa de enfermedades transmitidas
por el agua contaminada.
Sin agua limpia, explicó la universitaria –una
de las cinco personas en el mundo encargada de la concepción
y arranque del Programa Hidrológico Internacional Fase VII
de la UNESCO— se propicia un ciclo de pobreza.
Contaminación e inequidad social
Los cuerpos de agua dulce, que antes eran una fuente directa
para acceder al líquido, ahora incluyen grandes dosis de
contaminantes en muchos sitios del mundo.
“El deterioro de la calidad del agua en ríos,
arroyos, lagos y mantos freáticos tiene consecuencias directas
sobre los ecosistemas y la salud humana. Esta situación constituye
una tragedia humana indescriptible y un obstáculo importante
para el desarrollo”, afirmó la directora general de
la UNESCO, Irina Bokova, en un mensaje a propósito del Día
Mundial del Agua, que se celebra desde 1993 para concientizar sobre
la importancia del líquido y sus desafíos.
Por las enfermedades y los costos económicos que
causa el agua contaminada, un reto inminente es prevenir esta condición
y generar estrategias de control y restauración, recomendó
la UNESCO.
“El Día Mundial del Agua es para reflexionar
a nivel mundial sobre estos problemas, que tiene buenos servicios
en los países desarrollados y enfrenta muchos retos en los
países en desarrollo. Este día funciona en términos
de que obliga a los gobiernos a reportar datos, identificar faltantes
y establecer objetivos concretos para el año siguiente”,
afirmó Jiménez.
La especialista en ingeniería ambiental destacó
que la inequidad en el acceso a agua de calidad es un problema generalizado.
“El hídrico es un servicio asociado al nivel
socio-económico. En muchos países, las clases pobres
tienen servicios muy por debajo de las clases altas, mientras los
ricos tienen un alto nivel de servicios hídricos, incluso
en países en vías de desarrollo. Y México no
es la excepción”, destacó.
Agua y cambio climático
A la complejidad del problema --que también incluye
retos de distribución, reducción del desperdicio,
tratamiento y reuso— se suma el cambio climático global.
“Entre 40 y 60 por ciento de los costos totales del cambio
climático tienen que ver con efectos en el agua, especialmente
inundaciones y sequías. Ambas causan graves daños
sociales, las primeras son mucho más visibles y difundidas
en los medios de comunicación, pero las sequías cuestan
diez veces más en términos económicos”,
señaló la universitaria.
Blanca Jiménez es la autora líder en el tema
del agua en el Panel Intergubernamental del Cambio Climático
(IPCC), el organismo de Naciones Unidas que recibió el Premio
Nobel de la Paz en 2007.
La investigadora reconoce que, al interior del IPCC, se
hace hincapié en el manejo del agua, en protegerla y contemplar
los efectos del cambio climático, que agrava la situación
actual del agua.
“Es necesario hacer más eficiente el uso y
reuso del agua. En una buena franja de México, hacia el centro
y el norte, habrá menos disponibilidad del líquido,
mientras en otra, al sur, habrá más inundaciones y
deterioro de la calidad. El cambio climático será
un problema adicional y el IPCC invita a resolverlo desde ahora”,
destacó.
Respecto a su participación en el Programa Hidrológico
Internacional Fase VII de la UNESCO, Jiménez destacó
que también contempla la calidad del líquido, pero
atiende también a los métodos de tratamiento de aguas
residuales.
“Es importante tener agua limpia, pero hemos quitado
del agua más cosas de las necesarias. Por ejemplo el fósforo
se ha quitado del agua en los procesos de tratamiento, pero se pasa
a los lodos y se confina, lo que ha tenido repercusiones en el suelo,
además de que el fósforo va a escasear en el futuro.
Por ello recuperarlo es importante”, señaló.
La investigadora universitaria sugirió revalorizar
la materia orgánica contenida en las aguas residuales, pues
contiene elementos que pueden convertirse en energía y otros
que pueden ser nutrientes útiles en el agua de riego.
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