• La división actual del trabajo es
un pretexto para mantener a la mujer en casa al cuidado de la
familia, señaló Marisa Belausteguigoitia
• Se considera que la figura femenina no puede desempeñar
trabajos difíciles o de rango, pero sí laboriosos
y demandantes, dijo
La división actual del trabajo entendida como los
roles femeninos y masculinos a desempeñar por cada género,
es una ficción ideológica y cultural, un pretexto
para mantener a la mujer en casa al cuidado de la familia, afirmó
la directora del Programa Universitario de Estudios de Género
(PUEG) de la UNAM, Marisa Belausteguigoitia Rius.
Esta idea de división sexual del trabajo, añadió,
tiene que ver con la percepción de que la familia es heterosexual,
con la mujer en la casa, el varón trabajando y los niños
en la escuela, donde la figura femenina no puede desempeñar
trabajos difíciles o de rango, pero sí laboriosos
y demandantes.
En contraparte, históricamente la mujer ha comprobado
que tiene la capacidad de ocupar espacios públicos de trabajo
igual que los hombres, y en ocasiones, ejerciéndolo mejor
que ellos, señaló.
Al ser entrevistada sobre el rol de la mujer en el campo
laboral, sostuvo que para ganar el reconocimiento se ha luchado
mucho y se han obtenido logros importantes, aunque no los suficientes;
el derecho al voto es uno de ellos.
“La experiencia de mujeres ciudadanas integrales
y completas es realmente corta. Sin embargo, el ejercicio de resistencia
y lucha, es largo; el terreno ganado en cuanto a la equidad es irreversible,
y nadie nos puede quitar lo que hemos avanzado”, acotó.
Otro logro importante, resaltó, es que las féminas
han llegado a las universidades a estudiar no sólo la licenciatura,
sino la maestría y hasta el doctorado; se están profesionalizando,
falta alcanzar los puestos más altos, ya se han obtenido
algunos, pero se necesita que muchos de ellos estén ocupados
por mujeres.
Respecto a la actitud que asumen los hombres frente al
despunte del sexo opuesto, Belausteguigoitia Rius señaló
que algunos optan por el desconocimiento e invisibilidad total de
sus capacidades, y otros, encuentran agradable tener a una mujer
que esté “a la par”, que trabaje igual, que sea
su cómplice, amiga, colega y compañera en todos los
sentidos.
En ese contexto, la UNAM está interesada en conocer
el papel que desempeñan las universitarias y el lugar que
ocupan, por lo que instituyó el proyecto Institucionalización
y Transversalización de la Equidad de Género, que
se enmarca en la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres
que reconoce la necesidad de impulsar en México la transversalización
de género.
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