• Movimientos telúricos lejanos como
el ocurrido en Indonesia ayer no tienen relación con otros,
explicó Víctor Manuel Cruz Atienza, del Instituto
de Geofísica
• La única relación que guardan los temblores
de Haití, Chile e Indonesia es su origen tectónico,
aclaró Sara Ivonne Franco, del Servicio Sismológico
Nacional (SSN)
Movimientos telúricos lejanos como el ocurrido en
Indonesia ayer no tienen relación con otros, como el de Chile,
y no existe explicación geofísica que indique que
hay un incremento de la actividad sísmica global, afirmó
Víctor Manuel Cruz Atienza, del Instituto de Geofísica.
El investigador del Departamento de Sismología expuso
que la distribución de la sismicidad global no tiene una
relación de consecuencia entre unos eventos y otros; son
completamente independientes y, en este caso, suficientemente lejanos.
Lo que sí se puede es relacionar la actividad de
una zona especifica a un evento principal, como está ocurriendo
en Chile, con las réplicas “ligadas absolutamente”
a la perturbación provocada por el sismo de 8.8 grados Richter
del pasado sábado.
En ambos casos, los temblores son eventos regionales y
nada excepcionales, en el sentido de que ambas naciones se ubican
en zonas sísmicas. “Son fenómenos completamente
esperados y comunes”, aseveró.
Por su parte, Sara Ivonne Franco, del Servicio Sismológico
Nacional (SSN), organismo adscrito al Instituto de Geofísica
(IGf), dijo que “la única relación que guardan
los temblores de Haití, Chile e Indonesia es su origen tectónico,
pues todos ocurrieron en límites de placas tectónicas,
donde normalmente se localiza y distribuye la sismicidad en todo
el planeta”, señaló Franco.
La doctora en sismología añadió que
la cercanía entre esos tres eventos sísmicos no significa
que esté temblando más en el mundo, sino que existe
mayor capacidad de medición a nivel global.
No se debe olvidar que la escala en la que se mide la magnitud
de un terremoto, acotó Cruz Atienza, es logarítmica;
el de Indonesia fue mil veces menor al ocurrido en el país
andino.
Aunque, precisó, no quiere decir que un sismo moderado
no pueda, eventualmente, en función del lugar donde ocurre,
tener consecuencias locales. “Si es muy superficial y hay
asentamientos humanos cerca de la ruptura, puede causar daños.
Es decir, un terremoto no tiene que ser de gran magnitud para ocasionar
afectaciones serias”.
En Chile, finalizó, se prevé que continuarán
las réplicas de magnitud considerable. Hasta ahora, han sido
150 de magnitud superior a 5 grados, de las cuales, 13 han superado
los 6; “eso sucede porque el evento principal fue de gran
magnitud y la perturbación que generó es muy importante”.
– o0o –