• María Luisa González Marín,
del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), dijo
que la economía mexicana padece hoy los estragos de haber
optado por esa vía
• Hay que diversificar el mercado como una medida preventiva,
sugirió el también investigador del IIEc, Armando
Sánchez Vargas
“La crisis actual que padecemos es consecuencia de
las políticas económicas que México arrastra
desde hace mucho tiempo”, indicó María Luisa
González Marín, del Instituto de Investigaciones Económicas
(IIEc).
Esto se debe a que el país optó por seguir
un modelo maquilador como estrategia para lograr el crecimiento
económico, lo que nos ha puesto en una situación de
dependencia extrema con Estados Unidos, expuso la académica.
González Marín dijo que la economía
mexicana hoy padece los estragos de haber optado por esta vía,
“porque a la recesión global tenemos que sumarle nuestra
crisis estructural”.
La especialista indicó que el problema de apostarle
al establecimiento de empresas maquiladoras de exportación
con mano de obra barata, nos subordinó al ciclo industrial
estadounidense que provocó una catástrofe.
Para Armando Sánchez Vargas, integrante del IIEc,
una de las claves para entender qué ocasionó que México
atraviese una crisis peor que la de 1995, está en el hecho
de que 84.5 por ciento de nuestras exportaciones tienen como destino
Estados Unidos, “y si la economía de la Unión
Americana se llega a desacelerar o registra una recesión,
como la recién ocurrida, las repercusiones en México
son muy grandes”.
Como una medida preventiva, el investigador sugirió
diversificar mercados, a la manera de Brasil, para evitar que se
repita un escenario similar.
“También es necesario empezar a diseñar
una política industrial, pues carecemos de ella, porque lo
que hemos hecho hasta ahora ha sido sujetarnos a las leyes del libre
mercado. Tampoco deberíamos abrirnos a los mercados externos
e intentar competir sin tener una política comercial”,
expuso.
Para el maestro en Ciencias Económicas, México
debe crear estructura y apuntalar la ya existente, y en este rubro
la educación es esencial, porque genera habilidades y conocimiento
entre la población, dos elementos esenciales para ser competitivos
en el exterior.
“Las políticas que tenemos actualmente se
encuentran aisladas y carecen de coordinación; es preciso
comenzar a plantearnos las cosas en serio si queremos retomar camino
y hacer que nuestra economía crezca”, concluyó.
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