• La distancia entre las dos costas de ambos
países provoca que las ondas sísmicas se atenúen,
aseguró Víctor Hugo Espíndola Castro, especialista
del Servicio Sismológico Nacional
• El terremoto en Chile es un recordatorio de que México
se ubica en una zona altamente sísmica.
El terremoto de 8.8 grados de magnitud que sacudió
a Chile, no generará un sismo en el territorio mexicano como
consecuencia, explicó Víctor Hugo Espíndola
Castro, especialista del Servicio Sismológico Nacional.
Este fenómeno natural, no influye directamente en
los procesos sísmicos en México, porque las placas
tectónicas de ambas regiones son diferentes; el especialista
explicó que el sismo en Chile fue provocado por la penetración
de la placa Nazca con la Continental Sudamericana, mientras que
en México existe la de Cocos y la Norteamericana.
Y aunque, en ambos casos, explicó, se genera el
proceso de subducción -una placa penetra bajo la otra, y
con ese contacto se acumula energía, que posteriormente es
liberada súbitamente-, la ocurrencia y los efectos de dicho
terremoto no se ven ligados directamente en la sismicidad de México;
si llegara a presentarse alguno no sería consecuencia del
ocurrido en Chile, aclaró.
Además, la distancia entre ambas costas provoca
que las ondas sísmicas se atenúen; “una vez
ocurrido el fenómeno natural en el país andino, éstas
fueron detectadas en nuestro país 11 minutos después
de dicho suceso, pero sólo fue perceptible de manera instrumental”,
detalló Espíndola Castro.
En territorio mexicano, enfatizó, debemos estar
atentos porque los procesos sísmicos continúan acumulándose
en nuestras costas. Desde la costa de Jalisco hasta la costa sur
del Pacífico de Sudamérica, existe una zona de subducción.
El sismo de Chile, destacó, tan sólo nos
ayuda a recordar que México se ubica en una zona altamente
sísmica y que las autoridades deben ser estrictas para verificar
los códigos de construcción.
Además sugirió que los simulacros se realicen
con mayor seriedad. Asimismo, recomendó que en los hogares
se revisen bardas e instalaciones eléctricas y de gas, para
saber que están en condiciones adecuadas.
Víctor Hugo Espíndola puntualizó que
pronosticar implica saber la magnitud, ubicación y el tamaño
y la fecha en que ocurrirá este tipo de siniestros, pero
hasta la fecha no se han logrado dichos resultados aunque ha habido
algunos intentos.
“Estadísticamente, se sabe que dependiendo
de la región y cierto periodo de tiempo, se puede esperar
que haya un sismo, como en el caso de México, porque se estima
que en la llamada Brecha de Guerrero pueda ocurrir uno, pero no
se sabe cuando”, concluyó.
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