• En la educación, la ciencia y la juventud
está gran parte de la solución de los problemas
de México, afirmó el rector José Narro Robles.
• Se inauguró la nueva sala de Universum, Museo de
las Ciencias, denominada El cerebro, nuestro puente con el mundo
• El ex rector Juan Ramón de la Fuente destacó
que esta casa de estudios concentra buena parte de los cerebros
de la nación, y ha generado a la mayoría de los
más relevantes neurocientíficos mexicanos
En la educación, la ciencia y la juventud está
gran parte de la solución de los problemas de México;
en la Universidad existe la convicción de plantear lo que
pensamos que no funciona en el país y, al mismo tiempo, la
capacidad de proponer cómo enfrentar esos problemas, afirmó
el rector José Narro Robles.
En la UNAM, consideró, si algo sobra es capacidad,
saber, experiencia y compromiso con la sociedad; ese conocimiento,
y su aplicación a la comprensión y solución
de los problemas de la nación, nos debe seguir animando,
al igual que formar a las nuevas generaciones.
En la inauguración de la nueva sala de Universum,
Museo de las Ciencias, denominada El cerebro, nuestro puente
con el mundo, refrendó que en esta institución
se tiene la convicción, la necesidad de decir al país
que podemos ser mejores, y que nuestra apuesta está en la
educación, la ciencia y la juventud.
En torno al nuevo espacio científico, resaltó
la categoría académica detrás de sus contenidos;
la nueva sala refleja un espléndido ejercicio de creatividad
y de capacidad para transmitir conocimiento en torno a ese órgano.
En tanto, el ex rector Juan Ramón de la Fuente destacó
que la Universidad concentra buena parte de los cerebros de la nación,
y también ha generado a la mayoría de los más
relevantes neurocientíficos mexicanos.
Por ello, era deseable que existiera un espacio donde se
hiciera de ese órgano –“joya de la corona evolutiva”,
donde se asienta la conciencia–, un objeto más cercano
para el público. “En épocas en las que hay poca
innovación y mínimo crecimiento, una vez más
la UNAM da muestras de que México puede encontrar nuevas
áreas para la educación y la ciencia”.
Al dar la bienvenida, el director general de Divulgación
de la Ciencia, René Drucker Colín, explicó
que ningún museo en la materia en Latinoamérica, y
escasos en el resto del mundo, tienen una sala sobre el tema. Se
trata de una muestra permanente, resultado de un año de trabajo,
que combina los aspectos contemplativo e interactivo, donde se incluyen
paisajes neuronales pero, también, aparatos que facilitan
el aprendizaje en torno a ese órgano.
La consejera cultural de la embajada de España en
México, Dolores Ríos Peset, agradeció a la
Universidad y al museo dedicar un espacio al investigador español
Santiago Ramón y Cajal, ganador del Premio Nobel en 1906,
por descubrir los mecanismos que gobiernan la morfología
y procesos conectivos de las células nerviosas; señaló
que su país se siente cercano al nuestro y, en particular,
a la UNAM. “Ésta es una muestra más de nuestra
unión”.
En la ceremonia se hizo la presentación del performance
“El cerebro y la manipulación poética de objetos”,
mezcla de imágenes y esquemas de ese órgano, que simula
un viaje dentro de la cabeza de un malabarista, mientras realiza
su acto circense.
Al ritmo de una cítara tocada en vivo, el personaje
maniobró esferas de cristal, y de forma imaginaria, los asistentes
observaron el funcionamiento de su cerebro.
Luego, se hizo el recorrido por la sala de mil metros cuadrados,
que cuenta con tres temas principales: Anatomía y fisiología
del sistema nervioso; Cerebro y ambiente, y El cerebro enfermo.
En la primera área, se exhibe la ciencia transformada
en arte, mediante un conjunto de imágenes, donde se observa
al sistema nervioso con diferentes técnicas de laboratorio,
inspiradas en el trabajo de Santiago Ramón y Cajal. La obra
plástica es traída a Universum a través
de un convenio de colaboración con Fundación La Caixa
de Barcelona. También, cuenta con una sección interactiva,
con temas como la evolución del sistema nervioso.
En la segunda, los tópicos principales son, entre
otros, el cerebro y los sentidos; plasticidad, aprendizaje y memoria,
el sueño y los ritmos biológicos. Cuenta con videos
y equipos interactivos de destreza física y mental; entre
ellos, un sensorama o túnel de 30 metros lineales, donde
el visitante puede tocar y escuchar el entorno, pero sin verlo,
para retarlo a que descubra en qué ambiente se encuentra.
En la última, se presentan algunos de los retos
de la neurología y la medicina para conocer y tratar un cerebro
enfermo o dañado. Entre ellos, el tema de las células
madre y cómo podrían ayudar a enfrentar ciertos padecimientos,
junto con un apartado sobre la influencia de las drogas en ese órgano.
La sala cuenta con cédulas de Braille y equipos interactivos
para el público invidente.
Asistieron a la inauguración, el secretario General
de la UNAM, Sergio M. Alcocer Martínez de Castro, y el coordinador
de la Investigación Científica, Carlos Arámburo
de la Hoz, entre otros.
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