• El diseño inicial utiliza energía
solar y eléctrica
• Con su implementación, se podrían obtener
beneficios ambientales, económicos y energéticos,
aseguró el encargado del proyecto, David Franco Martínez
Especialistas de la UNAM desarrollaron un prototipo de
aire acondicionado ecológico, que utiliza la mitad de energía
eléctrica de uno convencional, y el resto de su requerimiento
lo obtiene de la luz solar.
El modelo, elaborado en la Facultad de Estudios Superiores
(FES) Aragón, funciona con un sistema de absorción,
que trabaja con una mezcla de agua y bromuro de litio. El agua hace
la función de refrigerante, y se logra enfriar hasta cinco
grados centígrados, indicó David Franco Martínez,
encargado del proyecto.
El concentrador de energía solar y el colector plano
de alta eficiencia aprovechan la luz del Sol, y brindan energía
calorífica para hacerlo funcionar. “Probamos cuál
de los dos sirve mejor”, explicó.
El encargado del Laboratorio de Diagnostico Energético
de la entidad, explicó que la mezcla se introduce en un generador,
donde se forma la interfase con el sistema solar, para hacerlo funcionar
como lo hacen los frigobar, por medio de un ciclo de absorción.
“La diferencia radica en que el calor utilizado en esos aparatos
se obtiene de una resistencia eléctrica, y en este sistema,
se obtiene del Sol”.
El colector plano, instrumento más usado, captura
la energía del astro y calienta el agua a 80 grados centígrados,
temperatura requerida para iniciar el ciclo de enfriamiento. “Ésta
se envía al generador, separamos el refrigerante –agua–
y el bromuro de litio, se evapora el líquido, de ahí
pasa por un condensador que lo vuelve líquido, y se convierte
en frío, y éste recircula a través de un serpentín
para, con el ventilador, enfriar el lugar”, detalló.
Con este proceso se consigue una temperatura de 22 grados
centígrados, es decir, confortable.
De ahí, relató, el vapor de agua que enfrió
el recinto y el calor extraído se envía al absorbedor
para que la mezcla se vuelva a juntar e inicie la recirculación
del fluido por medio de una bomba, e inicia nuevamente el ciclo.
El aire acondicionado solar genera 1.5 toneladas de refrigeración,
cerca de cinco mil kilowatts, que se traducen en energía
eléctrica (consumo de un sistema convencional); no obstante,
con éste se utiliza la mitad, pues el resto de la energía
proviene del Sol, a través de los sistemas mencionados.
Esto, expuso, representa un doble beneficio; por cada kilowatt-hora
que se consume, se emiten entre 500 y 600 gramos en promedio de
CO2 a la atmósfera. La finalidad es que estos equipos reduzcan
un kilogramo o kilogramo y medio la emisión de los contaminantes,
al dejar de consumir energía eléctrica a través
de un sistema convencional por compresión.
Al sustituir un equipo de aire acondicionado eléctrico
por uno solar, se podría reducir el consumo de energía.
Las casas habitación gastan alrededor de seis mil pesos en
el verano de electricidad; con un sistema solar habría una
reducción hasta del 50 por ciento.
Se busca un doble beneficio: económico y ambiental.
El único contra, aclaró, es que por ahora los dispositivos
representan una inversión significativa.
El equipo, en el que se ha trabajado desde 2005, tendría
un costo de 30 mil pesos, pero con una vida útil de 20 años;
mientras que uno convencional dura, “a lo mucho, una década”.
Sin embargo, destacó, pretendemos que para su aplicación
y uso se obtenga un subsidio o convenios con alguna empresa interesada
en realizar el prototipo y producirlo a gran escala, sin olvidar
que es 100 por ciento un producto universitario.
Existen sistemas industriales que funcionan a través
de energía solar, pero estas tecnologías no son explotadas
ni aplicadas a nivel residencial; por ello, el aire acondicionado
ecológico pretende ser funcional, para un problema real.
La incorporación de la fotovoltaica —generación
de electricidad por medio de paneles fotovoltaicos, dispositivos
semiconductores que al recibir radiación solar se excitan
y provocan saltos electrónicos, generando una pequeña
diferencia de potencial en sus extremos— es el siguiente paso
a experimentar en este sistema.
Con ello, concluyó, se podría reducir hasta
en un 20 por ciento el consumo de electricidad, porque cuando más
aire fresco se necesita, es cuando la radiación solar es
mayor.
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