• De visita en la UNAM, el Premio Nobel de
Química 2004, ofreció una conferencia sobre la ubiquitina,
proteína que regula la degradación celular
• El médico y biólogo israelí descubrió
que el sistema ubiquitina-proteasoma es una “etiqueta molecular”
que marca a las proteínas para que se destruyan
• Su hallazgo abrió una nueva área para diseñar
medicamentos contra el cáncer, la fibrosis quística
y otros males degenerativos, dijo Annie Pardo Semo, coordinadora
de Estudios de Posgrado de la UNAM
Una pequeña proteína llamada ubiquitina,
que se encuentra en las células eucariotas, es la responsable
de regular la degradación celular y funciona como una “etiqueta
molecular” que marca a las proteínas para que se destruyan
de manera precisa y controlada.
Por el descubrimiento de las funciones de la ubiquitina
y del sistema ubiquitina-proteasoma, en donde la primera desarrolla
sus funciones, el médico y doctor en biología Aarón
Ciechanover recibió el Premio Nobel de Química 2004,
junto con sus colegas Abraham Hershko (con quien cursó sus
estudios de posgrado) e Irwin Rose.
De visita en la UNAM, el científico nacido en Haifa,
Israel, ofreció la conferencia Intracellular proteolysis
by the ubiquitin system: From basic mechanisms and onto human diseases
and drug targeting, en el Instituto de Fisiología Celular
(IFC).
“Estoy muy contento de estar aquí”,
dijo Ciechanover en un auditorio lleno de estudiantes de posgrado
e investigadores, ante quienes explicó que actualmente desarrolla
una estrategia de investigación para utilizar el sistema
ubiquitina-proteasoma en el diseño de nuevos medicamentos
contra el cáncer, la fibrosis quística y otras enfermedades
degenerativas en las que falla el mecanismo de degradación
celular.
Su trabajo hacia la farmacología, que realiza en
el Departamento de Bioquímica del Instituto Israelí
de Tecnología (Technion), se inscribe en la nueva generación
de medicamentos llamados de “blanco molecular”, porque
se dirigen a zonas específicas de las células afectadas
por alguna enfermedad.
El investigador fue invitado a México por la UNAM
y la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) como parte del proyecto
“Conferencias Nobel”, que busca acercar a eminentes
científicos con los jóvenes del país.
Al presentar al académico, la secretaria de Desarrollo
Institucional de la UNAM y presidenta de la AMC, Rosaura Ruiz Gutiérrez,
recordó que mientras entre las décadas de 1950 y 1980
la mayoría de los biólogos se centraban en entender
cómo el genoma se traduce al transcriptoma y luego al proteoma,
Aarón Ciechanover participó en uno de los procesos
cíclicos más importantes de la célula, el de
la degradación regulada por las proteínas.
“Con sus hallazgos revolucionarios, Ciechanover ha
conseguido que percibamos el funcionamiento de la célula
como una estación de chequeo altamente eficiente, en la que
las proteínas se crean y destruyen a un ritmo vertiginoso”,
señaló Ruiz.
Etiqueta mortal
Interesado en la degradación de las proteínas
desde la década de 1970, Ciechanover observó junto
a Abraham Hershko, en su laboratorio de investigación en
el Technion, cómo la degradación era regulada por
la ubiquitina.
Esa proteína tiene como principal función
marcar a otras proteínas para su destrucción, en un
proceso llamado proteólisis.
Ciechanover explicó que varias moléculas
de ubiquitina se anclan a la proteína a eliminar y ésta
se mueve hacia el proteasoma, una estructura con forma de barril
donde se lleva a cabo el proceso de la proteólisis.
El científico --quien es profesor distinguido en
el Centro de Cáncer y Biología Vascular, en la Facultad
de Medicina Rappaport y en el Instituto de Investigación
del Technion, todos de Israel— explicó que la degradación
no es indiscriminada, sino que constituye un proceso muy controlado,
de modo que las proteínas que han de ser destruidas en un
momento dado posean una etiqueta molecular llamada ubiquitina, a
la que calificó como “beso de la muerte”.
La ubiquitina puede marcar incluso proteínas de
la membrana de la célula, por ejemplo receptores, para que
sean eliminadas de la membrana.
“Ciechanover encontró que había una
gran diferencia entre la degradación de las proteínas
intracelulares y las proteínas extracelulares, y esto es
la base de su hallazgo”, comentó la doctora en biología
Annie Pardo Semo, coordinadora del Posgrado de la UNAM.
Ciechanover explicó que en Israel estudia cómo
en el cáncer y en varias enfermedades neurodegenerativas
existe una desregulación del sistema de degradación
de proteínas.
“En estas enfermedades la degradación de proteínas
no funciona adecuadamente, así que es un área de investigación
abierta para el diseño de medicamentos para inhibir partes
de este sistema que él descubrió y así permitir
que la célula retome el camino sano”, resumió
Pardo.
Actualmente Ciechanover es director del Instituto de Investigación
en Ciencias Médicas Rappaport y profesor de la Facultad de
Medicina del Technion en Haifa, Israel, su tierra natal.
– o0o –