• El entrenamiento para vivir en pareja es
verdaderamente nulo, errático y poco vivencial, explicó
el jefe de la división de estudios de posgrado e investigación
de la Facultad de Psicología de la UNAM, Rolando Díaz
Loving
• El amor puede adoptar aspectos turbios como la obsesión,
advirtió Sofía Rivera Aragón, de la FP
• Las relaciones de pareja hoy son abiertas y no hay exclusividad,
dijo Nelia Tello Peón de la ENTS
Para el jefe de la división de estudios de posgrado
e investigación de la Facultad de Psicología de la
UNAM, Rolando Díaz Loving, el primer aspecto en una relación
de pareja es la atracción, vinculada a la aparición
de ciertos neurotransmisores en el cerebro como la oxitocina, cuya
función es producir una sensación de alegría
y euforia, lo que en el lenguaje común se conoce como enamoramiento.
Ello sirve para que una pareja se una el suficiente tiempo
para procrear, y una vez que se logra el objetivo, tanta energía
y efusión, dejan de ser tan necesarias.
Después se presenta la etapa de una relación
más tranquila, una especie de amor vinculado con compañerismo;
si las personas se involucran en una relación en la etapa
de atracción y euforia, y al terminar éstas se preguntan
porqué siguen juntos, esto podría ser una buena razón
para terminar con la relación, explicó.
Y es que el entrenamiento para vivir en pareja es verdaderamente
nulo, errático y poco vivencial.
Asimismo, indicó que los humanos tenemos la capacidad
de establecer relaciones de tipo poliandria —relación
social, amorosa y sexual que se establece entre una mujer y varios
hombres—, monógamas seriales y a largo plazo, dependiendo
de las restricciones del entorno.
En la actualidad, abundó, una de las cosas que puede
acabar con un vínculo es la ausencia de paternalismo del
hombre, pues al no existir éste, la única forma atar
a una mujer es a través de la procreación de otra
vida.
Con la emancipación de la mujer en el siglo XX,
y a partir de que las personas se unen y eligen con quien estar
por decisión propia, y no por un contrato o un acuerdo, el
amor se ha convertido en una razón válida y en un
parámetro para decidir libremente con quién se compartirá
la vida, concluyó.
“Antología psicosocial de la pareja”,
es un compendio de varios autores internacionales que han sido punta
de lanza en el área de investigación sobre las relaciones
de pareja, y próximamente, se editará el segundo volumen
de esta antología que incluye 14 capítulos adicionales
a los 11 que ya contemplaba. Ambos textos contienen algunos artículos
de Rolando Díaz Loving.
Otro texto en el que ha intervenido es el llamado “La
psicología del amor, una visión integral de la relación
de pareja”; se esbozan teoría y datos de la hipótesis
biopsicosociocultural de este tipo de relaciones.
El amor puede conducir a la obsesión
Actualmente, las relaciones de pareja son más abiertas,
y bajo esta premisa todo se vale; no hay exclusividad, y no tener
límites da origen a la violencia, afirmó Nelia Tello
Peón, profesora de la Escuela Nacional de Trabajo Social
(ENTS).
El noviazgo es, según los chavos, una manera de
sentirse a gusto con alguien más, pero si al pasar el tiempo
esa unión se hace más íntima, empiezan las
restricciones, las discusiones y los celos. Éstas son las
primeras manifestaciones de intimidación, pero no las identificamos
porque las hemos interiorizado y socializado, destacó.
Aunque se habla de equidad, las nuevas generaciones siguen
siendo instruidas en un patrón de diferencia de género;
en realidad la educación en la familia es desigual, porque
las mujeres son sometidas a mayor control social.
Por su parte, Sofía Rivera Aragón, académica
de la Facultad de Psicología de esta casa de estudios, advirtió
que el amor puede adoptar aspectos turbios como la obsesión.
Las parejas que caen en ella, tienden a llevar relaciones manipuladoras,
controladoras y posesivas, donde predominan los celos. Este tipo
de vínculos suele derivar en suicidio u homicidio.
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