Boletín UNAM-DGCS-092
Ciudad Universitaria
13:00 hrs. 11 de febrero de 2010

Guadalupe Soto Estrada


LAS AGUAS NEGRAS, AMENAZA PARA LOS HABITANTES DE ZONAS INUNDADAS

 

• Guadalupe Soto, de la Facultad de Medicina de la UNAM, señaló que es necesario seguir estrictas medidas de higiene para evitar brotes de enfermedades
• La epidemióloga recomendó tener especial cuidado con los alimentos, porque son una de las principales fuentes de propagación de males gastrointestinales

Tan sólo en Ecatepec, Ciudad Nezahualcóyotl, Valle de Chalco o la delegación Gustavo A. Madero, las lluvias dejaron decenas de miles de damnificados, y a una semana de la inundación, son muchos los pobladores que se han visto obligados a vivir rodeados de aguas negras, muchos porque se niegan a ser desalojados para evitar que sus casas sean presas de saqueo.

“Si bien hay riesgo de rapiña, lo más importante ahora es la salud y evitar enfermedades, porque podrían darse brotes de tintes epidémicos si no se toman las medidas higiénicas y de salubridad pertinentes”, advirtió Guadalupe Soto Estrada, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM.

“Las aguas residuales son sumamente nocivas por la gran cantidad de microorganismos patógenos que contienen, y esta amenaza se recrudece cuando entran hasta donde vive el hombre”.

Por esta razón, la académica pidió adoptar medidas encaminadas a evitar contagios masivos en zonas que parecen caldo de cultivo para bacterias y virus.

Catálogo de enfermedades

Las precipitaciones resentidas provocaron no sólo el desbordamiento de ríos y drenajes, sino condiciones sanitarias adversas que ponen en riesgo a miles de mexicanos que a diario deben lidiar con condiciones extremamente insalubres.

Y es que las inundaciones, al provocar el desbordamiento de los drenajes, son focos para la propagación de enfermedades como diarreas, fiebre tifoidea, síndrome disentérico y caos severos de dermatitis.

“Lo primero que debemos hacer es retirar a las personas del lugar y evitar que entren en contacto con estas aguas. Además, es indispensable tener mucho cuidado en el manejo de alimentos y promover el lavado de manos”, indicó Soto Estrada.

De regreso a casa

“Puede que al bajar el agua, las personas se sientan tentadas a regresar a sus casas, pero el peligro sigue ahí, por lo que recomiendo no ir”, señaló Soto, quien recomendó que antes de hacerlo, se sigan estrictas medidas de higiene.

Y es que la humedad acumulada en paredes o residuos fecales en pisos, muros y utensilios, son potenciales focos de infección. “Por eso se recomienda hacer una limpieza profunda, limpiar con cloro y deshacerse de todos los muebles y artículos posibles o, en su defecto, desinfectarlos”.

La especialista señaló que algo que la gente comúnmente olvida es que no deben consumir agua de tinacos y cisternas, porque es muy probable que el líquido esté contaminado.

El problema de las congregaciones

La médica señaló que resulta sumamente importante monitorear la salud de todos quienes usan los albergues, porque aunque no se trate de padecimientos directamente relacionados con las aguas negras, un solo individuo enfermo podría desatar un contagio masivo.

Pero también esto debe ser responsabilidad de cada ciudadano, y que pidió que al menor síntoma, se acuda a los centros de salud para diagnosticar si se trata de un mal y, de ser así, recibir el tratamiento adecuado.

La vacunación

“Una recomendación que haría sería la de vacunarse contra enfermedades como la hepatitis A, males que se pueden transmitir por el contacto con material contaminado”, añadió.

La médico indicó que incluso es recomendable aplicarse la vacuna contra la influenza AH1N1, pese a las severas críticas que ha recibido.

“Todas las vacunas presentan riesgos, pero si hacemos un balance entre riesgo y beneficio, es mucho más conveniente protegerse contra este tipo de males que quedar sin protección”, aseveró.

Las enseñanzas que dejará la inundación

Como investigadora, Guadalupe Soto Estrada se especializa en el análisis de datos estadísticos que aportarán elementos para entender mejor cómo se diseminan las enfermedades, a qué sectores poblacionales afectan, y cómo se trasladan de zona en zona.

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Fotos

Guadalupe Soto Estrada, investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Las aguas residuales son sumamente nocivas por la gran cantidad de microorganismos patógenos que contienen.