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Es una ciencia de vanguardia mundial; implica eficiencia en todo
el proceso, como evitar la generación de desechos, tener
un bajo o nulo gasto de energía en las reacciones químicas
y usar disolventes no tóxicos
• Celebran el Primer Simposio de Investigación del
Centro Conjunto de Investigación en Química Sustentable,
creado por la UNAM y la Universidad Autónoma del Estado
de México
Preparar reacciones químicas que se disuelvan en
agua y no en sustancias tóxicas, hacer experimentos a temperatura
y presión ambiente para reducir el consumo de energía,
y calentar preparaciones en hornos de microondas para evitar el
uso de fuego son algunas metas de la química sustentable,
una ciencia de vanguardia mundial en la que ya participan, desde
Toluca, las universidades Nacional Autónoma de México
(UNAM) y Autónoma del Estado de México (UAEM).
En el Primer Simposio de Investigación del Centro
Conjunto de Investigación en Química Sustentable (CCIQS),
14 investigadores presentaron líneas de estudio en química
ambiental, orgánica, inorgánica y de materiales.
Con un modelo inédito en el país, ambas casas
de estudio inauguraron en septiembre de 2008 el CCIQS, sede del
evento; sus instalaciones incluyen tres edificios con laboratorios
de punta, que se extienden en un terreno de ocho mil metros cuadrados
sobre la carretera Toluca-Atlacomulco, y donde laboran 23 científicos,
15 de la UAEM y ocho de la UNAM, principalmente del Instituto de
Química (IQ).
Simposio “verde”
Catalizadores “limpios” y más eficientes,
modernos métodos de cristalización para obtener y
potenciar el uso de proteínas, desarrollo de nanopartículas
metálicas para aplicaciones ópticas, médicas
y textiles son algunas de las investigaciones presentadas en el
primer evento académico del CCIQS,
“La química sustentable implica una eficiencia
en todo el proceso: evitar la generación de desechos, tener
un bajo o nulo gasto de energía en las reacciones químicas
y usar disolventes no tóxicos. Todo esto tiene que ver con
la necesidad de una transformación de la industria química
mundial, por una química no contaminante”, resumió
el director del IQ, Raymundo Cea Olivares.
En el auditorio del CCIQS, el funcionario universitario
inauguró el simposio acompañado de Víctor Sánchez
Mendieta, director de la Facultad de Química de la UAEM;
Miguel Ángel Lara, secretario académico de la Coordinación
de la Investigación Científica de la UNAM, y Carlos
Eduardo Barrera Díaz, coordinador del CCIQS.
“Este centro es el primero en su tipo en el país,
y ya tiene como resultados cinco artículos científicos
publicados”, dijo Cea Olivares.
Detalló que, en contraste con las reacciones químicas
que generan desechos, una reacción química ideal,
a la que llamó de “economía molecular”,
es la que no genera residuos, sino que transforma el cien por ciento
de lo utilizado en el proceso. “Esa es la idea”, resumió.
Ciencia en claroscuro
La química ha aportado a la vida moderna múltiples
innovaciones que incluyen medicinas, fertilizantes, plásticos,
pinturas, pegamentos, combustibles, telas y materiales sintéticos,
entre muchas otras. Pero en el camino también ha generado
desechos; contaminación de suelo, agua y atmósfera;
residuos tóxicos, y procesos contaminantes.
“Tenemos que realizar nuestros procesos de laboratorio
desde la sustentabilidad, que es la forma de hacer química
en el siglo XXI. El reto de los jóvenes investigadores de
este centro es desarrollar nuevos métodos limpios, sin dejar
de lado el desarrollo de nuevo conocimiento ni de nuevas aplicaciones
tecnológicas”, destacó Cea Olivares.
El científico reconoció que en México
los precursores de la química sustentable se ubican en la
Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM,
mientras otro grupo interesante se sitúa en la Universidad
Iberoamericana. “Con ambos estamos en contacto para desarrollar
colaboraciones”, destacó.
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