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Adalberto Santana Hernández, director del CIALC, dijo que
se requiere comprender el sentido y la magnitud de las luchas
de emancipación social en América Latina
• Es una tarea urgente, afirmó Gerardo Torres Salcido,
secretario Técnico de Investigación y Vinculación
de la Coordinación de Humanidades
Adalberto Santana, director del Centro de Investigaciones
sobre América Latina y el Caribe (CIALC), dijo que la conmemoración
de la Revolución Mexicana tiene gran relevancia y significado,
“tanto en el plano simbólico como en la acción
política de nuestras sociedades. Por ello, es urgente comprender
el sentido, la magnitud y el alcance de las luchas que se han gestado
en América Latina y el Caribe”.
Ese movimiento insurreccional de masas del siglo XX, explicó,
buscaba una sustancial modificación de las estructuras sociales
con las demandas de “Sufragio Efectivo, no Reelección”
y “Tierra y Libertad” de amplias repercusiones en los
países latinoamericanos.
Desde diferentes ámbitos de la dirigencia política,
intelectual y cultural del continente, los sucesos mexicanos destrabaron
acciones y reflexiones que despertaron simpatía en diferentes
segmentos de la sociedades latinoamericanas, precisó.
En el Caribe, Centro y Sudamérica, en el decenio
de los años veinte y treinta del siglo pasado, se comenzaron
a implantar dictaduras bajo la influencia de Estados Unidos, por
lo que estudiantes, intelectuales y exiliados latinoamericanos se
vincularon a la Revolución Mexicana, logrando impulsar proyectos
anti-imperialistas.
El tema de la proyección continental de esa insurrección
seguirá presente por mucho tiempo y es, por la importancia
político-cultural, referencia fundamental para comprender
las perspectivas y el desarrollo de las revoluciones del siglo XXI
latinoamericano,explicó.
Por su parte, Gerardo Torres Salcido, secretario Técnico
de Investigación y Vinculación de la Coordinación
de Humanidades, consideró que las aportaciones de la Revolución
Mexicana deben recuperarse para establecer una proyección
del Estado Mexicano hacia el siglo XXI.
Reflexionar sobre el tema, explicó, no es hacerlo
solamente en torno a una evocación, a una fecha histórica,
sino a sus impactos sociales, proyecto político y cultural,
y la perspectiva de éstos para México, así
como sus impactos en Latinoamérica.
En el XV Coloquio de Investigación. América
Latina y la Revolución Mexicana, resaltó la importancia
de estudiar ese movimiento “por los logros que tuvo y su proyección
continental, así como por los fallos que ahora pueden observarse
en las políticas del Estado Mexicano y que pueden ser atribuidos
a la desviación de los principios que guiaron a la primera
revolución social del siglo XX”, opinó.
Torres Salcido añadió que ese movimiento
no sólo tuvo proyección continental, sino mundial.
Gracias a sus principios sociales, a los símbolos y cultura
desarrollados a partir de él, México se convirtió
en tierra de refugio para exiliados que querían transformar
la condición de la época: cubanos, rusos, españoles.
Dentro de la Revolución, que no fue un movimiento
homogéneo, sostuvo, los intelectuales desempeñaron
un papel extraordinario, desde la crítica de las teorías
dominantes, hasta la enseñanza y la investigación.
En la conferencia magistral Revolución Mexicana
y movimiento reformista latinoamericano, el integrante de la
Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires, Argentina, Hugo Edgardo
Biagini, recordó que en 1921, en México, se realizó
el Congreso Internacional de Estudiantes, donde se reunió
lo que sería la vanguardia intelectual de América.
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