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Su prevalencia a nivel global es de 3.3 a 5.3 por ciento; de
este porcentaje, más de la mitad continúa con
manifestaciones clínicas en la edad adulta, señaló
Silvia Ortiz León, de la FM de la UNAM
• Los adultos con trastorno por déficit de atención
e hiperactividad son desatentos, desorganizados, olvidadizos,
pierden cosas y no alcanzan sus metas, dijo
Desde niños tienen problemas para concentrarse
y organizar sus tareas; se olvidan de citas concertadas; no
pueden estar tranquilos; posponen de manera indefinida la conclusión
del primer capítulo del libro que les recomendaron; poseen
el récord entre sus amigos de más accidentes automovilísticos,
y por más esfuerzos que realicen, no puede poner orden
en su vida.
Este cuadro caótico puede tener su origen en
una alteración neurobiológica denominada trastorno
por déficit de atención e hiperactividad (TDAH),
que se clasifica como predominantemente desatento, hiperactivo,
impulsivo y mixto (el más común).
Las personas con TDAH carecen de organización
y tienen problemas a nivel cognoscitivo y de memoria, que los
empuja a cometer fallas en su vida laboral y social.
“Es difícil convivir con ellas porque la gente
a su alrededor cree que no se comprometen, que son irresponsables,
o las juzgan como groseras porque no contestan si se les habla.
Lo que sucede es que no logran poner atención, de ahí
que lo más recomendable es comunicarse con frases cortas
y hacer pausas entre una y otra”, aconsejó Silvia
Ortiz León, profesora titular del curso de Especialización
en Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia en la Facultad
de Medicina (FM) de la UNAM.
El TDAH es más frecuente en hombres que en mujeres,
con una proporción de tres a uno. Ellas más bien
padecen lo que se conoce como TDAH predominantemente desatento,
es decir, no se muestran tan hiperactivas ni impulsivas.
Antes se pensaba que este mal desaparecía en
la adolescencia, pero ahora se sabe que persiste a lo largo
de toda la vida, aunque sus síntomas pueden controlarse
en un 80 por ciento, dijo la universitaria.
Detección temprana en adultos
Junto con miembros del Instituto Nacional de Psiquiatría,
Ortiz León participó en el trabajo titulado Programa
de Detección Temprana del TDAH del Adulto.
“Este problema de salud es bastante conocido
en niños y adolescentes; además, está ampliamente
documentado en la literatura médica; estudios reportan
que su prevalencia a nivel global es de 3.3 a 5.3 por ciento;
de este porcentaje, más de la mitad continúa con
manifestaciones clínicas en la edad adulta”, señaló.
Ortiz León también colaboró en
el desarrollo del Algoritmo de Tratamiento Multimodal para Adultos
Latinoamericanos con Trastorno por Déficit de Atención
e Hiperactividad, cuyos resultados fueron publicados en la revista
especializada Salud Mental (número uno de septiembre
de 2009).
“En nuestro país se reporta una prevalencia
del dos por ciento. De hecho, aunque por tradición ha
sido considerado un problema propio de la infancia, varias voces
especializadas en el tema comienzan a hablar del TDAH como de
un trastorno crónico y sintomáticamente evolutivo”,
indicó.
Causas y síntomas
Luego de diferentes estudios, se concluyó que
el TDAH se asocia a factores neuroquímicos, específicamente
a los neurotransmisores dopamina y noradrelina; además,
se estableció la relación del receptor D4 y el
transportador T1 de dopamina con la alteración de los
sistemas neurales, que tienen que ver con todas las funciones
cognoscitivas, como la concentración, la atención
y la memoria, así como la de los factores genéticos
y hereditarios en su aparición.
También, se vio que el origen de este trastorno
puede tener algún antecedente de traumatismo craneoencefálico.
Los síntomas del TDAH son crónicos, no
dejan de manifestarse a lo largo de la vida de los afectados.
Cuando niños, los pacientes presentan problemas para
mantener la atención en actividades de todo tipo, principalmente
escolares; son inquietos y siempre están en riesgo por
su impulsividad, que no les permite pensar antes de actuar,
o inferir las consecuencias de sus acciones. Estas conductas
cambian con el transcurso de los años.
“Los adultos con TDAH son desatentos, desorganizados
y olvidadizos, pierden cosas, faltan a sus citas, dicen cosas
sin pensar, no alcanzan metas ni pueden organizar una agenda,
a menos que tengan características obsesivas”,
refirió Ortiz León.
Para determinar la existencia de este trastorno, en
México se cuenta con el Cuestionario de Tamizaje para
Detección de TDAH en Universitarios, elaborado por Ortiz
León y Aurora Leonila Jaimes, y con el instrumento clínico
conocido como FASCT, diseñado por Luis Guillermo Almeida,
maestro en ciencias médicas e investigador de la UNAM
(presenta dos versiones: la autoaplicada y la de un observador,
que puede ser el padre, la madre o la pareja).
Además, se usa la Entrevista Neuropsiquiátrica
Internacional Mini Plus, que sirve para localizar trastornos
mentales, incluido el TDAH.
En lo referente a la detección del TDAH en adultos,
se utiliza el cuestionario de tamizaje ASRS (Adult Seftl
Report Scale), de la Organización Mundial de la
Salud, e instrumentos clinimétricos, como auto reportes,
reportes de informantes y entrevistas estructuradas.
Ortiz León, también fundadora del Grupo
de Expertos Nacionales para el Estudio del TDAH, comentó
que “los resultados del primer estudio efectuado a partir
del cuestionario de tamizaje ASRS están en proceso de
evaluación.
“No obstante, hay que dejar claro que ningún
cuestionario sirve para diagnosticar el TDAH, sólo para
detectarlo. Una vez que surge un probable caso, se realiza una
evaluación clínica y se utilizan criterios clínicos
para el diagnóstico”, aclaró.
El Grupo de Expertos Nacionales para el Estudio del
TDAH ha generado algoritmos para contar con elementos basados
en la evidencia científica y así diagnosticar
y tratar este padecimiento en adultos.
“Es importante que la población cuente
con información para demandar asistencia, y que los clínicos
tengan el conocimiento necesario para hacer diagnósticos
diferenciales y tratar de modo preciso a los pacientes”,
señaló la especialista.
Sobrediagnóstico
Si un adulto sospecha que padece este trastorno, lo
más recomendable es acudir con un especialista, porque
los síntomas del TDAH pueden confundirse con otras enfermedades
mentales como la ansiedad y la depresión.
Es común que un adulto padezca TDAH al mismo
tiempo que otro tipo de alteración psiquiátrica,
por lo general, abuso de alcohol o de otras sustancias.
Al evaluar un posible caso, el médico debe tener
cuidado para no caer en el error de hacer un sobrediagnóstico.
La mayoría de las personas con el TDAH llega a consulta
con quejas relacionas con su entorno cotidiano: el trabajo,
la escuela o la familia; otras llegan con problemas de impulsividad,
dicen que se olvidan de todo, incluso de sus citas agendadas,
y que generalmente no alcanzan sus metas.
“En los universitarios con TDAH he observado la presencia
co mórbida de dos o más trastornos (TDAH más
uno obsesivo compulsivo y depresión), que los incapacita
severamente para funcionar con éxito en sus distintas
actividades y relaciones interpersonales”, afirmó
la especialista.
Tratamiento psicofarmacológico
Algunos pacientes recurren a ciertas estrategias para
sobrellevar su trastorno, como usar no una agenda, sino un cuaderno
de vida diaria, en el que apuntan, entre otras cosas, detalles
tan insignificantes para la población en general, como
qué día deben pagar la luz o el teléfono...
Otros, incluso, utilizan una grabadora para recordar estas tareas.
Sin embargo, su frustración persiste porque continúan
con problemas de todo tipo.
Para combatir el TDAH, tanto en niños, adolescentes
y adultos, es necesario un tratamiento farmacológico,
prescrito por un experto. Además, se recomienda tomar
una terapia cognitivo-conductual.
La única solución es seguir al pie de
la letra las prescripciones, y enseñar a los pacientes
a desarrollar conductas como el automonitoreo y autocontrol,
y actividades que les permitan mejorar su atención. El
apoyo de la familia es factor relevante para su recuperación
paulatina”, finalizó Ortiz León.
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