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Investigadores de los institutos de Ciencias del Mar y Limnología,
de Ciencias Nucleares, y de Geofísica de la UNAM, iniciarán
el proyecto con colegas franceses
• En Guaymas, Sonora, harán un mapa para ubicar
organismos que habitan en condiciones extremas a dos mil 200
metros, y que pudieron originar la existencia en la Tierra
Para hacer un mapa del fondo marino y ubicar a dos
mil 200 metros de profundidad organismos que pudieron originar
la vida en la Tierra, un grupo de investigadores de México
y Francia iniciarán una campaña oceanográfica
de 43 días por aguas profundas cercanas a Guaymas, Sonora.
A bordo de un buque oceanográfico del Instituto
Francés de Investigación para la Explotación
del Mar (IFREMER, por sus siglas en francés), los universitarios
Elva Escobar Briones, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología
(ICMyL); Rafael Navarro González, del Instituto de Ciencias
Nucleares (ICN), y Carlos Mortera Gutiérrez, del Instituto
de Geofísica (IGf), se unirán el próximo
30 de mayo a una exploración conjunta con los microbiólogos
Daniel Prieur (jefe de la campaña) y Anne Godfroy, ambos
del IFREMER.
Mapa del fondo marino
En la Cuenca de Guaymas, Sonora, harán un estudio
de batimetría, es decir, una medición de las profundidades
marinas para determinar la topografía del mar y crear
un mapa de la zona del fondo marino.
“El objetivo es la realización de una
batimetría de barrido y de detalle, para la que vamos
a usar un equipo especializado, un vehículo autónomo
submarino”, explicó Escobar Briones.
El bólido contiene una serie de sensores que
permiten hacer un levantamiento de datos de manera detallada,
entre 20 centímetros y dos metros.
“Con este equipo podemos detectar estructuras
pequeñas, lo que permitirá hacer un mapa de alta
resolución, con el que podremos posicionar dónde
tenemos las muestras, para tener escalas específicas
locales, en que se podrán colectar muestras para estudios
de microbiología y geoquímica, así como
el registro de fotografías”, añadió.
Guaymas, laboratorio natural
La Fosa Sur y la Cuenca de Guaymas, situadas a unas
horas de la costa sonorense, son los dos sitios marinos en donde
se hará el muestreo.
“La Cuenca de Guaymas es un laboratorio natural,
en el que coexisten el fondo bisal típico, el fondo abisal
que tiene actividad hidrotermal, y el fondo abisal que tiene
infiltraciones de metano, que son frías. Esto nos permite
contrastar comunidades que pueden ser comunes porque usan una
cantidad reducida de compuestos a través de bacterias.
Queremos comparar si comparten la misma microflora y fauna,
o si llevan una evolución independiente”, detalló.
Desde la primera de tres etapas de la investigación
habrá inmersiones con un sumergible. En la primera fase
se realizarán estudios de geología y geofísica;
en la segunda, de biología en las infiltraciones frías,
y en la tercera, biológicos en las ventilas hidrotermales.
El muestreo se realizará a unos dos mil 200
metros con el equipo francés de alta tecnología.
El bólido bajará de forma autónoma y se
desplazará a 70 metros arriba del fondo marino, donde
generará un cono para obtener datos.
“El bólido, con el que trabajaremos todas
las noches, aportará datos detallados, mientras las muestras
se obtendrán con el sumergible, que trabajará
todos los días en periodo de luz”, añadió
Escobar.
El mar y el origen de la vida
Existen varias teorías sobre el origen de la
vida y están asociadas a las ventilas hidrotermales,
donde existen organismos de singulares formas en condiciones
extremas de temperatura, presión y salinidad, que resisten
incluso radiaciones y metales pesados.
“En la Tierra primitiva la vida pudo haber surgido
en el fondo marino, en la atmósfera, o en una combinación
de ambas. La idea, con este estudio, es encontrar huellas de
organismos en ese ambiente hidrotermal”, comentó
Rafael Navarro, también participante en el proyecto.
Navarro utilizará el ambiente submarino de Guaymas
como un modelo paralelo a sus estudios de exploración
espacial. “A esta campaña me invitó el doctor
Prieur, porque colaboro con él desde hace ocho años
en la planeación de una misión espacial a Europa,
la luna de Júpiter. En mi laboratorio simulamos ventilas
hidrotermales, para tratar de ver si se podrían crear
los ingredientes para mantener una biósfera en el océano
de esa luna”, detalló.
El investigador del ICN hará un análisis
del ambiente hidrotermal, como si fuera una misión especial.
“Utilizaremos las técnicas que usamos
en Marte, que podrán utilizarse en la luna Europa, y
con ellas vamos a ir al fondo marino a colectar muestras, y
ver si podemos identificar huellas de organismos que viven en
ambientes extremos en ventilas hidrotermales y en ventilas frías
con metano”, comentó.
Recordó que las teorías del origen de
la vida sugieren que la existencia se pudo haber originado en
el fondo marino con ventilas hidrotermales.
“Hay otros científicos que piensan que
la atmósfera jugó un papel importante, pero tenemos
en el Sistema Solar dos lunas que nos pueden ayudar a resolver
este problema: Europa, la luna de Júpiter que no tiene
atmósfera y tiene océanos, y quizá ventilas
hidrotermales; y Titán, la luna de Saturno, que tiene
atmósfera y reacciones químicas”, reiteró.
Las muestras de sedimentos y organismos que se obtengan
en la campaña serán analizadas en laboratorios
de la UNAM y del IFREMER.
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