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Por su magnitud, este tipo de sismos genera réplicas
y no se puede descartar la posibilidad de una de 6 a 6.5 grados
en la escala de Richter, dijo Carlos Valdés González,
jefe del Servicio Sismológico Nacional, adscrito al IGf
de la UNAM
• La cercanía entre el epicentro y la zona más
habitada impidió que las ondas sísmicas se atenuaran
antes de llegar a los residentes, dijo Jesús Antonio
Pérez Santana, del mismo Sismológico
• Es uno de los países más pobres del mundo,
por lo que sus prioridades son más de supervivencia que
de prevención de desastres, destacó Víctor
Manuel Cruz Atienza, del IGf
El
sismo que devastó a Haití tuvo su epicentro a
sólo 15 kilómetros de Puerto Príncipe,
la zona más habitada del país caribeño,
lo que impidió que las ondas sísmicas se atenuaran
antes de llegar a los pobladores, destacó Jesús
Antonio Pérez Santana, responsable del área de
Sistemas del Servicio Sismológico Nacional, organismo
adscrito al Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM.
Al respecto, Carlos Valdés González,
jefe del Servicio Sismológico Nacional opinó que
el de Haití no es un sismo muy grande; su magnitud de
siete es considerada moderada, pero uno de los factores que
lo hicieron catastrófico fue que se localizó muy
cerca de la capital y a 10 kilómetros de profundidad.
Esa cercanía hace que la parte
intensa del temblor haya sido percibida por más de un
minuto, y esto, aunado a códigos de construcción
no necesariamente adecuados, derivó en daños muy
altos.
A su vez, Víctor Manuel Cruz
Atienza, investigador del Departamento de Sismología
del IGf, afirmó que por su geografía, Haití
es sumamente vulnerable a la ocurrencia de temblores; sin embargo,
desde hace unos 200 años no se había presentado
un evento de esta naturaleza en la región.
Se trata de una de las naciones más
pobres del mundo, y sus prioridades son más de supervivencia
que de prevención de desastres, o de elaboración
de un código de construcción que responda eficazmente
a la ocurrencia de estos fenómenos naturales; a esto
se debe, en gran medida, que haya sido tan devastador, consideró.
A este respecto, Valdés González
señaló que es difícil saber si existen
códigos de construcción. Puede que los haya y
que sean estrictos, pero no observados, o que no existan.
El sismo, asociado a dos placas
tectónicas
Cruz Atienza añadió que
en Haití ocurrió un terremoto asociado al contacto
de dos placas tectónicas, como suele suceder en la mayoría
de los sismos; en este caso, se trata de la placa del Caribe,
que está al sur de ese país, y la de Norteamérica.
Estas placas se desplazan horizontalmente
una con respecto a la otra, de tal modo que, la del norte se
desplaza hacia el oeste, y la del sur hacia el este. La ruptura
que ocurrió está asociada a un sistema de fallas
de corrimiento lateral hacia el sur de la isla, explicó.
Hasta el momento, se han suscitado alrededor
de 15 réplicas mayores a los cinco grados en escala de
Richter; no obstante, a pesar de ser de menor magnitud, éstas
pueden ser peligrosas porque las estructuras están debilitadas,
alertó.
Sobre este punto, Valdés González
comentó que no se puede descartar la posibilidad de una
réplica mayor, de 6 a 6.5 grados.
Cruz Atienza dijo que la magnitud es
una medida objetiva de la dimensión del fenómeno,
es decir, indica cuánta energía se liberó
en el sismo, y se mide en la escala de Richter; en cambio, la
intensidad se calcula en la escala de Mercalli, y sólo
tiene sentido si se asocia a un lugar geográfico específico,
porque revela el grado de destrucción; es decir, está
vinculada a la vulnerabilidad de un asentamiento humano.
La magnitud del terremoto haitiano fue
de siete grados y la intensidad se ha estimado de nueve, por
la devastación de las construcciones más importantes
de Puerto Príncipe, acotó.
El caso de México
Aunque el sismo de 7.0 grados fue de
menor magnitud que el de 8.1 ocurrido en la Ciudad de México
en 1985, los daños fueron mayores porque las ondas no
disminuyeron su intensidad y llegaron a la superficie de la
tierra con toda su fuerza, añadió Pérez
Santana, también técnico académico del
IGf.
En México, pese a los graves
daños, las ondas sísmicas que llegaron al Distrito
Federal fueron atenuadas por la distancia entre el epicentro,
ubicado frente a las costas de Michoacán, y la capital
del país.
“El sismo de Haití es un
grado menos de magnitud, pero el epicentro estuvo prácticamente
debajo de Puerto Príncipe, de ahí las consecuencias
aún más dramáticas”, explicó.
Lo detectó el Servicio Sismológico
Nacional
El temblor ocurrido en Haití
se detectó en toda la red de monitoreo del Servicio Sismológico
Nacional, señaló Pérez Santana.
“Además de la cobertura
en nuestro país, colaboramos con un monitoreo de toda
la región caribeña. Tenemos una estación
en Quintana Roo, muy cerca de Cancún, que se comparte
con otros territorios”, finalizó.
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