Boletín UNAM-DGCS-026
FES Cuautitlán
06:00 hrs. 13 de enero de 2010

Alejandro Espinosa Calderón


OTORGAN A UNIVERSITARIO PREMIO ESTATAL POR ESTUDIO DEL MAÍZ

• Ha participado en el desarrollo de 12 híbridos y cinco variedades mejoradas del grano

Por sus aportaciones de tres décadas al desarrollo de híbridos y variedades mejoradas de maíz, Alejandro Espinosa Calderón, profesor de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, fue distinguido por el gobierno del Estado de México con el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2009, en la categoría de Ciencias Agropecuarias y Biotecnología.

“El maíz es el grano más importante para México y para el mundo, pues se cosechan 760 millones de toneladas cada año en el planeta, lejos de las 580 mil toneladas anuales de trigo, segundo cultivo del orbe”, destacó el ingeniero agrónomo y doctor en genética.

En la Universidad ha participado, junto con la maestra en ciencias Margarita Tadeo Robledo, en el desarrollo de 12 híbridos y cinco variedades mejoradas de maíz; entre ellos las PUMA 1017, PUMA 1076, H-48 y H-50 para siembra en valles altos del país (ubicados entre dos mil 200 y dos mil 600 metros sobre el nivel del mar), apoyando con semillas de alta calidad a productores agrícolas nacionales.

Actualmente, del maíz mejorado de la UNAM H-50 se siembran 35 mil hectáreas anuales en el territorio, mientras del H-48 se cultivan 15 mil hectáreas cada año en zonas altas del Estado de México, Puebla, Tlaxcala, el Valle de México, Querétaro y Michoacán, acotó Espinosa Calderón, maestro en la carrera de Ingeniería Agrícola en la FES Cuautitlán desde hace 28 años.

“Los híbridos contienen las mejores características de dos ancestros, mientras las variedades mejoradas se obtienen al sembrar las semillas del grano con mayores cualidades sin combinarlas. Ambos implican mejoramiento in situ, parten del proceso autóctono que durante siglos han realizado los grupos étnicos del país, pero ahora incluimos en esta optimización análisis científicos”, explicó en entrevista.

Para el investigador, el desarrollo de nuevo conocimiento es un proceso integral en el que docencia, práctica e investigación avanzan en conjunto.

“Una de mis grandes satisfacciones es el trabajo con los estudiantes, quienes nos apoyan en sus prácticas, servicio social y tesis en el análisis y desarrollo de variedades mejoradas de maíz, mientras ellos aprenden conocimientos científicos y la problemática del trabajo de campo. Juntos encontramos nuevos problemas que buscamos resolver en el laboratorio y en la práctica. Por ello, siento que este premio es para todos los que participamos en este proyecto”, consideró.

Maíz transgénico, riesgo innecesario

“El desarrollo del maíz a partir de cuatro semillas de teocintle logrado por nuestros ancestros mesoamericanos durante 330 generaciones, es una aportación de México al mundo, que debemos conservar como alimento, patrimonio ecológico y cultural”, afirmó el especialista, miembro activo en un grupo científico que se opone a la introducción de organismos genéticamente modificados en el cultivo tradicional de México.

“El mejoramiento del grano no necesita genes de otros organismos, el uso de transgénicos es un riesgo innecesario que contamina cultivos nativos en un país que es centro de origen de este grano”, afirmó el agrónomo, reconocido con el nivel tres del Sistema Nacional de Investigadores.

Una sola planta produce de cinco a 25 millones de granos de polen, que pueden contaminar con genes a cultivos nativos. “Contaminar al maíz nativo con transgénicos es un camino sin retorno”, aseguró.

Respetuoso del trabajo ancestral de muchas generaciones de mexicanos, que por siglos de cosechas constantes lograron convertir el teocintle en maíz, Espinosa Calderón iniciará con un grupo de colegas un proyecto para demostrar que el uso de transgénicos no mejora la productividad de los cultivos, y sí causa contaminación genética.

“Junto con Antonio Turrent, Antonio Serratos, Hugo Mejía Andrade, Elena Álvarez Buylla y Margarita Tadeo planeamos realizar en las Islas Marías, o en Santo Domingo, que es una zona alejada de la siembra de maíz en Baja California Sur, un experimento para verificar lo que ocurre con las razas de maíz mexicanas si son contaminadas con un número grande de transgénicos (existen más de 40).

“Es necesario llevar a cabo este tipo de trabajos en un campo experimental aislado, para evaluar el desempeño de esos cultivos y tener certidumbre de lo que ocurre”, concluyó.

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Por sus aportaciones en el desarrollo de híbridos y variedades mejoradas de maíz, Alejandro Espinosa Calderón fue distinguido con el Premio Estatal de Ciencia y Tecnología 2009.