• El biólogo Roberto Carrasco Hernández
fue reconocido con el galardón George M. Baer por su
tesis de maestría
• A través de una propuesta multidisciplinaria,
el científico creó modelos que permiten calcular
el riesgo de rabia en zonas determinadas
• Recibió la presea en la vigésima edición
del Congreso Internacional sobre la Rabia en las Américas
La rabia es un problema de salud pública que debe
ser controlado; ante ello, año con año se entrega
el Premio George M. Baer a la Mejor Investigación Latinoamericana,
que se concede en el marco del Congreso Internacional sobre la
Rabia en las Américas (RITA, por sus siglas en inglés).
En esta ocasión, el galardón fue para el biólogo
Roberto Carrasco Hernández, de la Facultad de Ciencias
de la UNAM, quien para obtener el grado de maestro desarrolló
en el Departamento de Etología, Fauna Silvestre y Animales
de Laboratorio (DEFSAL), de la Facultad de Medicina Veterinaria
y Zootecnia, un proyecto de análisis de factores ambientales
que permite crear modelos para calcular el riesgo de rabia en
zonas determinadas.
La tesis Modelo ecogeográfico de riesgo de
rabia paralítica bovina en Puebla, México,
escrita bajo la dirección del doctor Gerardo Suzán
Azpiri, académico del DEFSAL, fue seleccionada como el
mejor trabajo de investigación de 2009, porque a decir
del jurado, “se trata de un trabajo innovador y relevante
no sólo para México, sino también para las
naciones vecinas”.
Para concretar esta propuesta, Carrasco Hernández salió
del ámbito de la medicina veterinaria para echar mano de
otras ramas del conocimiento, como la biología, ecología
y geoestadística, conformando así un proyecto multidisciplinario
con múltiples aplicaciones prácticas.
El premiado recibió el reconocimiento en el marco de la
vigésima edición número del RITA, efectuado
a finales de 2009 en la provincia de Québec, Canadá.
En la ceremonia, el doctor Gerardo Suzán fue reconocido,
de manera verbal, como asesor de la mejor investigación
en el tema realizada durante 2009, en América Latina.
Uno de los aspectos más destacados es que esta investigación
contempla la labor efectuada por varias instituciones académicas
y de salud, las que la utilizarán para instrumentar programas
de prevención de rabia, basadas en las zonas de alto riesgo.
Las entidades académicas de la UNAM que colaboraron en
la investigación son las facultades de Medicina Veterinaria
y Zootecnia, de Ciencias y de Medicina, así como el Instituto
de Ecología; también lo hicieron el Comité
de Fomento y Salud Animal, y la Secretaría de Salud del
Estado de Puebla.
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