• Una propuesta para generar energía a partir de biogás emitido por rellenos sanitarios, un análisis sobre la efectividad de zonas protegidas, y un estudio de la problemática socio-económica y política asociada a la deforestación, algunos de los siete trabajos reconocidos
• El concurso es convocado por el Programa Universitario de Medio Ambiente de la UNAM, y su objetivo es estimular las investigaciones de alumnos de licenciatura, maestría y doctorado

Una propuesta para generar energía a partir del biogás emitido por los rellenos sanitarios, un análisis sobre la efectividad de las zonas protegidas en México, y un estudio acerca de la problemática socio-económica y política asociada a la deforestación de un bosque oaxaqueño, son trabajos reconocidos con los primeros lugares del “Concurso de Tesis PUMA 2009 sobre Desarrollo Sustentable”.

Convocado por el Programa Universitario de Medio Ambiente (PUMA) de la UNAM, en su primera edición se contempló la entrega del primero y segundo lugar en tres categorías: tesis de licenciatura, maestría y doctorado, para estimular los trabajos de alumnos de diversos niveles.

Al respecto, la coordinadora de Humanidades, Estela Morales Campos, dijo que “para el subsistema del área es importante ser incluido en el tema del desarrollo sustentable, porque se refleja la pluralidad de la Universidad Nacional y la necesidad de abordar este tema desde la transdisciplina”.

A su vez, el coordinador de la Investigación Científica, Carlos Arámburo de la Hoz, consideró que la respuesta fue abrumadora; “ojalá estas tesis aborden e impulsen políticas públicas, ahora hay que ver cómo concretarlas para su aplicación directa”.

Asimismo, Mireya Imaz Gispert, coordinadora del PUMA, dijo que “es la primera vez que se hace este concurso, y la idea es que sea abierto, por eso lo convocamos para todas las disciplinas y vamos a repetirlo cada dos años. Recibimos 116 tesis de áreas como ingeniería, química, geografía, arquitectura, ecología, biología, economía, ciencias sociales y psicología, que superaron nuestras expectativas de participación”.

De los trabajos, 49 se inscribieron en la categoría de licenciatura, 47 en maestría y 20 en doctorado. Se reconocieron en total siete tesis, porque en licenciatura hubo además una mención honorífica.

“Este concurso estimula la multidisciplina y la propuesta de soluciones desde diferentes ámbitos del conocimiento”, añadió Imaz en la premiación, celebrada en el auditorio del Instituto de Geografía, donde estuvo presente la titular del IG, Irasema Alcántara Ayala.

Explicó que los miembros del jurado valoraron tres dimensiones del desarrollo sustentable: lo ambiental, lo económico y lo social.

Los premiados

En la categoría de licenciatura, el primer lugar fue para Marco Domenzáin Galimberti y Alejandra Cristina Espinoza Mendoza por la tesis “Generación de energía en rellenos sanitarios a partir del aprovechamiento del biogás emitido”.

El segundo sitio, lo recibió Moisés Alcalde Segundo con su “Estudio técnico y económico en la implementación de biodigestores en zonas rurales del Estado de México a partir de desechos orgánicos”.

Hubo una mención honorífica para Ilayali Díaz Escobar, por su “Estrategia de diseño para el medio ambiente”.

En la categoría de maestría, el primer lugar fue para Rogelio Omar Corona Núñez, con la tesis “Dinámica espacio-temporal de los conductores sociales, políticos y económicos de la deforestación y de los cambios de uso/cobertura de suelo a escala local en el bosque tropical caducifolio del sur de Oaxaca, México”.

El segundo fue para Hugo Aragón Rodríguez, por el trabajo “Aprovechamiento productivo y sustentable de la generación de residuos sólidos urbanos en México: un estudio prospectivo”.

En la categoría de doctorado, el primer lugar fue para María Fernanda Figueroa Díaz Escobar, con la tesis “El contexto socioeconómico y la efectividad de las áreas naturales protegidas en México para contener cambios en el uso del suelo y la vegetación”.

El segundo, lo obtuvo Ricardo Vázquez Perales con la tesis “La producción sustentable de energía mediante una plantación energética: el caso de Cuentepec”.

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