• Primoz Kajdic, investigador adscrito al
Departamento de Física Espacial del IGf de la UNAM, estudia
los objetos Herbig-Haro (HH) y su relación con la formación
de estrellas
Con simulaciones numéricas, cómputo de
alto nivel y datos de observaciones por telescopio, Primoz Kajdic,
investigador esloveno adscrito al Departamento de Física
Espacial del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, estudia
los objetos Herbig-Haro (HH) y su relación con la formación
de estrellas.
Para estudiarlos, desarrolla simulaciones numéricas
nutridas con datos reales de telescopios capaces de observar los
objetos HH, como el Telescopio Espacial Hubble. A partir de esa
información, puede indagar cómo es la interacción
de los chorros con las estrellas nacientes.
El investigador recordó que el Sol es una estrella
de tamaño promedio, que también pasó por
una etapa naciente como la que hoy se estudia en su proyecto,
así que su análisis puede dar nuevas pistas acerca
de cómo se generó el Sistema Solar, que además
de estrellas incluye planetas, cometas y asteroides.
“Además, me gusta recordar que nosotros
estamos hechos de los mismos materiales que conforman las estrellas”,
dijo.
Las estrellas, esas esferas gigantes que son las unidades
elementales de la materia luminosa, nacen dentro de las galaxias
y tienen como ingrediente principal al gas interestelar, del que
toman sus componentes esenciales: hidrógeno y helio.
Ese gas las rodea cuando se forman a consecuencia de
un colapso gravitacional. En esa etapa previa a su nacimiento
se llaman protoestrellas, pues están en formación.
“Cuando nacen, emiten fluidos de poca densidad
que forman dos chorros bipolares, formados del material que la
estrella lanza al exterior. Cuando es expulsado, ese material
se comprime y brilla, formando unas parcelas de gas caliente llamadas
objetos Herbig-Haro (HH), asociadas con el nacimiento de estrellas”,
explicó Kajdic.
En la conferencia “¿Cómo nacen las
estrellas?”, ofrecida en el auditorio Tlayolotl del IGf,
el científico añadió que los “chorros”
son indicadores, muy útiles para los astrónomos,
pues como las estrellas se forman en nubes gaseosas, muchas veces
están escondidas y son estas prolongaciones la única
evidencia de su presencia.
Hallazgo de Herbig y Haro
Aunque fueron observados por primera vez en el siglo XIX por Sherbune
Wesley Burnham, fue a fines de la década de 1940 cuando
los astrónomos George Herbig, de Estados Unidos, y Guillermo
Haro, de México, descubrieron de forma independiente los
chorros y profundizaron en su asociación con el nacimiento
estelar. Desde entonces se les conoce como objetos Herbig-Haro
(HH), y hoy se sabe que existen más de 900 de ellos.
Los objetos HH están compuestos de gas ionizado, formado
de átomos que pierden electrones. Esa materia interestelar
es expulsada por las estrellas en formación rodeadas de
nubes.
Kajdic explicó que el gas de esas nubes cae hacia la protoestrella
y forma a su alrededor un disco con trayectoria en espiral, llamado
“disco de acreción”, que alimenta a la estrella
en formación que está en el centro.
“La etapa en la que se forman los objetos HH puede durar
más de 100 mil años, dependiendo de la masa estelar”,
comentó Kajdic.
El investigador añadió que al centro de
las estrellas en formación ocurren reacciones nucleares,
los elementos ligeros chocan constantemente y ocasionan la formación
de elementos más pesados.
“A partir de esas colisiones se libera energía que
en parte se emite en forma de luz. Es por eso que estas esferas
brillan y son muy calientes”, comentó.
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