Boletín UNAM-DGCS-770
Ciudad Universitaria
06:00 hrs. 28 de Diciembre de 2009

Telma Castro Romero


INSUFICIENTE, LA INVESTIGACIÓN Y LEGISLACIÓN EN MATERIA AMBIENTAL

• Se deben realizar estudios para conocer la composición química de las partículas atmosféricas y el daño que provocan a los seres vivos, consideró Telma Castro Romero, del CCA de la UNAM
• Con esta información, se podrían establecer nuevas políticas para controlar la emisión de contaminantes, señaló
• Los aerosoles son pequeñas partículas líquidas y sólidas, suspendidas en el aire; pueden provocar enfermedades respiratorias crónicas, cáncer pulmonar y ataques cardiacos

En el país, se han implementado algunas medidas para controlar las emisiones de aerosoles, principalmente en grandes urbes como la Ciudad de México. Sin embargo, falta mucho por hacer en materia de investigación científica y de legislación ambiental, para entender y cuantificar los factores que intervienen en la contaminación, señaló Telma Castro Romero, del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.

Es importante estudiar los procesos físico-químicos para conocer qué contienen las partículas que circulan en el aire y, a su vez, el impacto que ocasionan en la salud de los seres vivos, afirmó.

Con ello, se podrían establecer políticas propias que ayuden a controlar la emisión de contaminantes en las grandes zonas urbanas, porque actualmente la normatividad se basa en la de otras naciones, generalmente Estados Unidos.
Se deben aplicar disposiciones enfocadas al cambio de tecnología y se tendría que fomentar el uso del transporte público para utilizar en menor proporción el automóvil.

La investigación y aplicación de normas deben trabajarse a la par, porque los ecosistemas se han afectado rápidamente, destacó Castro Romero.

Los indicadores que han servido para establecer políticas públicas en salud se deben a la presencia de partículas -PM2.5 y -PM10. En el primer caso, son menores a 2.5 micrómetros (µm), y representan un mayor riesgo para la salud humana al ser un factor de muerte prematura en la población.

Las que son menores a 10 micrómetros, -PM10, se consideran perjudiciales para la salud porque entran al tracto respiratorio y no son eliminadas fácilmente por su sistema de limpieza natural.

Telma Castro explicó que los aerosoles son pequeñas partículas líquidas y sólidas, suspendidas en el aire; pueden ser de origen natural (volcanes, tormentas de polvo, brisa marina, incendios forestales y pastizales); pero también son producidas por la actividad humana a través de la quema de combustible fósil, la industria de la construcción y el cambio de uso de suelo.

“Por esta razón, muchas se concentran en el hemisferio norte, especialmente en las grandes ciudades y zonas industriales”, expresó.

Desde el punto de vista toxicológico y fisiológico, juegan un papel importante en la salud del ser humano, porque pueden contener compuestos tóxicos como sulfatos, nitratos, ácidos, metales y gran variedad de químicos.

“Algunos estudios indican una correlación de mortalidad y morbilidad al estar presentes en el aire, porque al ser inhaladas penetran en los pulmones”, añadió.

Estas concentraciones generan serios riesgos a la salud humana, como enfermedades respiratorias crónicas e, incluso, cáncer de pulmón y ataques cardiacos, así como un deterioro general del medio ambiente. La presencia de partículas reduce la visibilidad o la distancia en la que un objeto puede ser percibido contra el cielo.

Afectan al clima porque reflejan y absorben parte de la energía solar, y provocan un decremento de la temperatura en algunas regiones del planeta. Además, actúan como catalizadores sobre superficies metálicas, favoreciendo su oxidación.

También pueden absorber gases como los óxidos de azufre y de nitrógeno, que reaccionan con la humedad del entorno y forman partículas de ácido sulfúrico o nítrico, y corroen los materiales de construcción de edificios.

Al igual que otros contaminantes, alteran los elementos típicos del suelo y propiedades fisicoquímicas del agua, lo que provoca el fenómeno de lluvia ácida.

Por ello, es necesario que de manera conjunta se realice investigación y se implementen medidas que controlen la emisión de aerosoles, concluyó Telma Castro.

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Es necesario que, de manera conjunta, se realice investigación y se implementen medidas que controlen la emisión de aerosoles, dijo Telma Castro Romero, del Centro de Ciencias de la Atmósfera.

La contaminación ambiental a causa del crecimiento de la población, el cambio de uso de suelo, el alto consumo de energía, la presencia de procesos industriales y tránsito vehicular, es uno de los problemas más importantes que enfrentan las zonas urbanas.