Boletín UNAM-DGCS-768
Ciudad Universitaria
12:30 hrs. 27 de Diciembre de 2009

Amelia Farrés


EL ASPARTAMO, ALIADO PARA TRATAR LA OBESIDAD SIN DAÑAR LA SALUD

• Estudios toxicológicos han demostrado que no es nocivo para el ser humano, dijo Amelia Farrés, de la FQ de la UNAM
• Este dipéptido, formado por dos aminoácidos, es utilizado como edulcorante en la industria de los alimentos desde la década de los 80
• Ha causado polémica, desde su creación hasta su implementación cotidiana por uno de sus compuestos: la fenilalanina

El aspartamo, auxiliar en el tratamiento de la obesidad, ha probado su inocuidad con estudios toxicológicos, pese a la controversia que se ha formulado en torno a sus efectos.

Este dipéptido, formado por dos aminoácidos: fenilalanina y ácido aspártico, es usado en la industria de los alimentos como edulcorante, desde la década de los 80; es 200 veces más dulce que la sacarosa —disacárido de glucosa y fructosa—, lo que permite utilizar cantidades pequeñas y obtener un dulzor similar al que produce el azúcar de mesa, señaló Amelia Farrés González-Sarabia, de la Facultad de Química (FQ) de la UNAM.

La sustancia, expuso, se consigue por síntesis química o enzimática a partir de los aminoácidos aspártico y fenilalanina, y los aminoácidos se obtienen por fermentación.

Ha sido estudiada y utilizada por casi tres décadas en el mercado, y ha mostrado que no es dañina para el humano porque, a diferencia de otros edulcorantes, no genera alteraciones en la osmolaridad del tubo gastrointestinal y, por ende, no provoca diarrea. Este efecto se le ha atribuido al maltitol, xilitol y palatinosa, ejemplificó.

Sin embargo, como la mayoría de los edulcorantes no naturales, ha causado polémica, desde su creación hasta su implementación cotidiana, por uno de sus compuestos: la fenilalanina, informó la jefa del Departamento de Alimentos y Biotecnología de la FQ.

La fenilalanina, continuó, es similar a ciertas sustancias producidas en el cerebro, que contribuyen a la formación de neurotransmisores, “punto en el que se han centrado las criticas”, recalcó.

No obstante, aclaró, este aminoácido está presente en todas las proteínas; por lo tanto, existen productos naturales y alimentos que lo contienen en mayor cantidad que el propio aspartamo. “Todos estamos expuestos a ingerir dosis altas por este motivo”.

Quienes deben ser cuidadosos con los artículos que contengan fenilalanina son los fenilcetonúricos, alertó, porque no pueden degradarla; entonces, se acumula y vuelve tóxica, y causa retraso mental progresivo. “A todos los niños se les hace una prueba al nacer para detectar este padecimiento”, detalló.

Amelia Farrés sostuvo que parte de la controversia ha ocurrido porque el mercado de los edulcorantes es muy competido; las industrias se señalan y atacan mutuamente, lo que despierta incertidumbre entre la población, pero se ha demostrado que las dosis permitidas por autoridades mexicanas, estadounidenses y europeas son inofensivas.

El aspartamo, sustancia inocua

En el 2000, recordó, apareció un artículo donde se aseguraba que desde el año 1973, cuando se introdujo el aspartamo al mercado, aumentaron los casos de cáncer cerebral; sin embargo, estudios toxicológicos tradicionales demostraron la inocuidad del producto.

Algunas personas sensibles se quejan de dolor de cabeza o irritabilidad de la vejiga urinaria, por lo que es importante estar atento a las reacciones del organismo, recomendó.

Sus ventajas

La especialista universitaria subrayó que debido a que el aspartamo puede endulzar 200 veces más que el azúcar, es utilizado en alimentos con bajo valor energético, pero que conservan el dulzor.

Ante la obesidad, constituye una molécula básica porque elimina sacarosa, almidones y sustancias calóricas de la dieta, y no produce caries, pues impide que las bacterias se alojen en la cavidad oral, explicó.

La dosis recomendada es de 40 miligramos por kilogramo, lo que indica que un individuo promedio (60 kilogramos) puede ingerir dos mil 400 miligramos al día.

Por ello, para que una dosis exceda esa cifra se necesitarían tomar 14 latas de refresco dietético al día por un periodo determinado. “El consumo normal no genera una dosis elevada”, aseguró.

Este edulcorante ayuda a un sector mayoritario, porque más del 50 por ciento de la población mexicana tiene sobrepeso; por ello, es preferible el consumo de productos no calóricos, pero lo más importante de un buen régimen es que sea balanceado y variado. Se deben evitar los extremos de dulzor, color, acidez y picante, comentó. Es fundamental combinar la dieta con ejercicio para el control del peso.

Ante el sobrepeso y la obesidad, es importante contar con opciones de edulcorantes no calóricos y decidir cuál es más conveniente; el aspartamo, por su inestabilidad, no puede utilizarse en productos que requieran calentamiento o cocción, porque deja un sabor amargo y no tiene cuerpo.

También, existen azúcares modificados que conservan la propiedad de dulzor, pero por su modificación química no son asimiladas por el organismo y pueden causar diarrea, señaló.

Para concluir, refirió que hay más de 500 artículos científicos y estudios que demuestran la inocuidad del aspartamo. Además, dijo, las agencias regulatorias constantemente evalúan y responden a preguntas concretas para que gente lo consuma con confianza.

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Fotos

La fenilalanina está presente en todas las proteínas; por lo tanto, existen productos naturales y alimentos que la contienen en mayor cantidad que el propio aspartamo, dijo Amelia Farrés González-Sarabia, de la FQ.

El aspartamo es usado en la industria de los alimentos como edulcorante; es 200 veces más dulce que la sacarosa, lo que permite utilizar cantidades pequeñas y obtener un dulzor similar al del azúcar de mesa.

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