Boletín UNAM-DGCS-766
Ciudad Universitaria
12:30 hrs. 26 de Diciembre de 2009

Jesús González Núñez


DESACREDITADO, EL ROL PATERNO EN MÉXICO

• Hay muchos varones que se evaden su condición de progenitor cuando quieren agredir a la madre de sus hijos, afirmó José de Jesús González Núñez, de la FP de la UNAM

En México está desacreditado el rol del padre, y en buena medida, se debe a que el hombre aún ejerce ese papel de manera negativa, afirmó José de Jesús González Núñez, de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

En la actualidad, cada vez un mayor número asume positivamente la paternidad, aunque aún hay muchos varones que se no se responsabilizan de su condición de progenitor cuando quieren agredir a la madre de sus hijos, subrayó.

En estos casos, explicó, cuando una mujer dice a su pareja que tendrá un hijo, si es fuera del matrimonio, él puede decir “no es cierto, no es mío”, y aún si es con su esposa, lo duda.

Es una reacción agresiva, que al mismo tiempo denota debilidad, porque ser padre requiere fortaleza y compromiso; de hecho, debe asumir la paternidad desde que hace pareja, destacó el coautor de La imagen paterna y la salud mental del mexicano.

Entonces, cuando ella está embarazada, es indispensable el apoyo del varón, porque en ese periodo se tienen dudas, angustias y temores; en el momento del nacimiento, el rol paterno es fundamental. Si lo hace, el pequeño empezará a adquirir seguridad.

Es cierto que en las primeras etapas del desarrollo de los niños el varón tiene poca participación, su función es ayudar y apoyar a la mamá; no obstante, su papel es importante no sólo en lo que respecta a los vínculos emocionales, también influye en el desarrollo social, sexual, cognoscitivo y lingüístico, a corto y mediano plazo, abundó.

La figura paterna se forma en cuatro fases: lo que el papá vivió con su propia madre y transmite al hijo; la idea que tiene del progenitor; la carga ancestral que conlleva, y el contacto, es decir, qué genera en el menor esa figura, detalló.

Un cambio de rol

Antes, la posibilidad de compartir autoridad o de que ésta fuera alterna, era prácticamente imposible, y cuando ocurría representaba una herida narcisista para el hombre. Hoy no es así, con los años, el rol del padre ha cambiado.

Ya no se considera la figura hegemónica de la familia, ni representa al tirano; se ha vuelto democrático, en el sentido de compartir el mando con la esposa. Además, ahora se tienen menos hijos, lo que permite atenderlos y responsabilizarse de mejor manera, puntualizó.

Otro cambio importante, es que el hombre ya no exige autosacrificio y abnegación a la pareja, lo que permite la realización profesional de esta última, mencionó el fundador del Instituto de Investigaciones en Psicología Clínica y Social A.C.

Sí debe haber una diferencia en el trato, pero no en este sentido; cuando el papá deja de expresar su amor y el contacto físico, priva a sus descendientes de manifestaciones de afecto importantes para su adecuado desarrollo emocional, aseveró.

Por otro lado, en los últimos años se ha observado que el progenitor puede ser maternal, siempre y cuando no pierda su rol, ni se entrampe en una situación competitiva con la esposa, concluyó.

-o0o-

 

Fotos

El padre, ya no se considera la figura hegemónica de la familia, ni representa al tirano; se ha vuelto democrático, en el sentido de compartir el mando con la esposa. Además, ahora se tienen menos hijos, lo que permite atenderlos y responsabilizarse de mejor manera.