Boletín UNAM-DGCS-763
Ciudad Universitaria
12:30 hrs. 25 de Diciembre de 2009

Marcela López Cabrera


MAL USO DE ANALGÉSICOS OPIOIDES PUEDE CAUSAR ADICCIÓN O MUERTE

• Son los mejores inhibidores del dolor y, con ellos, se tratan enfermedades terminales como el cáncer, pero su manejo debe ser responsable y vigilado, dijo Marcela López Cabrera, de la FM de la UNAM

Los analgésicos opioides tienen un uso clínico importante por su carácter auxiliar en el tratamiento de enfermedades terminales como el cáncer; son utilizados contra el dolor, pero su mal uso puede causar adicción y muerte.

Su empleo es correcto, pero el abuso y dependencia constituyen un problema; por ello, deben ser recetados por periodos cortos y vigilar su consumo, indicó la especialista del Laboratorio de Farmacología de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM, Marcela López Cabrera.

La adicción, señaló, es una enfermedad crónica que se origina en el sistema nervioso central (SNC) y el sitio que se enferma es el cerebro, específicamente el área mesolímbica; en el proceso, ésta no se conecta correctamente con la prefrontal –encargada del juicio—, y causa la adhesión. “La persona no tienen juicio para decir `sentí rico y placer´, pero hasta aquí paro”.

Aunque por largo tiempo ese tipo de dependencia no fue considerada un padecimiento, sino un vicio, debe ser tratada porque puede causar la muerte.

No todos los analgésicos causan adicción, sólo los opioides, derivados de la planta Papaver somniferum, de la que se extrae la goma de opio; con ella se producen los sedantes más potentes conocidos, como tramadol, codeína y propoxifeno.

Estos fármacos, depresores del SNC, producen relajamiento, depresión y falta de interés en el entorno.

El uso de opioides es una práctica antigua. Desde 1900, se suministraba un jarabe para la tos de heroína, hecho por una reconocida farmacéutica; su consumo en dosis adecuadas no produce adicción y mejora el padecimiento, pero en ocasiones, el dolor conduce a la automedicación y a ingerir dosis superiores a las indicadas, lo que deriva en dependencia.

López Cabrera destacó que el manejo de analgésicos debe ser responsable y el consumidor debe conocer sus efectos. Aunque se ingiera el doble o triple de la dosis, no incrementa su función, sólo aumentan las reacciones adversas, y su empleo en cantidades tóxicas produce la muerte por depresión y paro respiratorio.

Los médicos son los únicos encargados de determinar el tiempo en que un fármaco debe ser suministrado y es obligatorio especificar el número de días de su uso, abundó.

El uso, abuso y dependencia son tres etapas diferentes que se pueden llegar a interconectar. Los adictólogos utilizan una línea de tratamiento para disminuir las adicciones en dos vertientes: retirar por completo la droga al paciente y contender con el síndrome de abstinencia, ayudado de psicoterapia, o reducirla gradualmente hasta abatir el consumo por completo.

Lo recomendable es hacer un uso moderado, consultar al médico si se notan indicios de dependencia y no automedicarse, porque a través de esta práctica es como se desarrolla una adhesión, concluyó.

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Fotos

La adicción es una enfermedad crónica que se origina en el sistema nervioso central, y el sitio que se enferma es el cerebro, explicó Marcela López Cabrera, de la FM de la UNAM.

Los opioides se derivan de la planta Papaver somniferum, de la que se extrae la goma de opio; con ella se producen los sedantes más potentes conocidos

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