• Se busca reducir el consumo de tabaco,
alcohol y drogas, dijo Laureano Hayashi Martínez, catedrático
de la FE de la UNAM
• De 2002 a 2006, el número de adictos a sustancias
ilegales creció 50 por ciento, según la Encuesta
Nacional de Adicciones 2008
Entre 2002 y 2006, el número de adictos a drogas
ilegales en México creció 50 por ciento, y frente
a esa realidad, académicos de la UNAM trabajan en la generación
de nuevos modelos de prevención y tratamiento de conductas
adictivas para reducir el consumo de tabaco, alcohol y drogas.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Adicciones 2008,
en ese mismo periodo la cifra de quienes alguna vez han consumido
estupefacientes aumentó 30 por ciento; además, uno
de los datos más preocupantes es la alta disponibilidad
de narcóticos para adolescentes, porque 43 por ciento de
los jóvenes de entre 12 y 25 años están expuestos
a ellos.
De éstos, la mitad llega a consumir la sustancia
de manera experimental, 13 por ciento en forma frecuente, y dos
por ciento de hombres y 1.2 de mujeres llegan a niveles de dependencia.
Para enfrentar esas cifras alarmantes, académicos y alumnos
de diversas escuelas y entidades de la UNAM, en colaboración
con otros organismos, como el Instituto Nacional de Psiquiatría,
trabajan en el macroproyecto Desarrollo de nuevos modelos
para la prevención y el tratamiento de conductas adictivas.
Laureano Hayashi Martínez, catedrático
de la Facultad de Economía (FE) e integrante del macroproyecto,
explicó que la idea es presentar a la comunidad universitaria
modelos que contribuyan a atender esta problemática y ver
la posibilidad de contar con los recursos suficientes para establecer
clínicas y áreas donde puedan ser atendidos.
Sin embargo, apuntó que en la línea de
investigación “Evaluación económica
de las conductas adictivas”, lo más importante es
la prevención, orientar a los jóvenes para que se
percaten del riesgo, lanzar campañas permanentes de concientización
y ofrecer una vida más sana mediante actividades deportivas
y culturales.
El economista refirió que en los últimos
años el consumo de sustancias activas se ha incrementado
porque se convirtió en una mercancía. Si bien se
ingieren casi desde la prehistoria, su uso estaba restringido
para ciertos estratos sociales, como gobernantes, sacerdotes o
brujos, pero no para el pueblo.
Se detectó que las drogas, al convertirse en una
mercancía manejable a nivel mundial, generaron grupos de
poder, de productores y distribuidores que pelean por el mercado,
lo que ha derivado en guerras entre narcotraficantes.
Laureano Hayashi indicó que este fenómeno
adquirió auge y una capacidad financiera impresionante.
Se pueden lanzar campañas contra el consumo, pero son poco
funcionales porque los jóvenes son bombardeados por anuncios
de alcohol y cigarrillos en los medios masivos.
El problema de las drogas es que, inicialmente, para
el adicto se convierte en un costo porque tiene que invertir parte
de sus ingresos para adquirir el producto, pero una vez que alcanza
ciertos niveles de consumo, el fenómeno se vuelve social,
concluyó
-o0o-