Boletín UNAM-DGCS-739
Ciudad Universitaria
12:30 hrs. 13 de Diciembre de 2009

Francisco Flores Verdugo


SERIAMENTE AMENAZADOS LOS HUMEDALES COSTEROS DE MÉXICO

• Como ecosistema, están en mayor peligro de extinción que las selvas, advirtió el investigador del ICMyL de la UNAM, Francisco Flores Verdugo
• Europa ha perdido 95 por ciento de sus humedales, Canadá el 65 y Estados Unidos el 53 por ciento; en el país aún no hay cifras reales al respecto
• La nación ocupa el sexto lugar en el mundo en extensión de manglares, y tiene entre 600 mil y 700 mil hectáreas, destacó


En México, los humedales costeros están seriamente amenazados y se considera que, como ecosistema, están en mayor peligro de extinción que las selvas, advirtió el investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, Francisco Flores Verdugo.

De acuerdo con análisis realizados por diversos especialistas, se estima que en Europa se ha perdido el 95 por ciento de los humedales, en Canadá el 65, y en Estados Unidos el 53 por ciento; en nuestro país todavía no se tienen cifras reales al respecto.

El elevado azolvamiento (deposición de sedimentos transportados por el agua, depositados en lagos, lagunas costeras, ríos y manglares) por la erosión de la cuenca, el sistema de presas, y la contaminación de la cuenca alta, la construcción de bordos carreteros y la edificación de desarrollos turísticos en zonas inundables, ha puesto en serio peligro a los humedales costeros nacionales, expuso el especialista.
Son tierras generalmente planas, en las que la superficie se inunda permanente o intermitentemente; al cubrirse de agua, el suelo se satura, queda desprovisto de oxígeno y da lugar a un ecosistema híbrido entre acuático y terrestre, es decir, los manglares.

Su elevada productividad, agregó, sostiene una compleja y rica cadena alimenticia, y es fuente de importantes recursos pesqueros hacia lagunas, esteros y el mar abierto.

También funcionan como filtros biológicos porque son considerados los “riñones” de la naturaleza; mejoran la calidad del agua al atrapar los nutrientes y otros contaminantes provenientes de la agricultura, y de descargas urbanas e industriales.

Al igual que los pantanos de agua dulce, dijo el especialista universitario, son zonas importantes para amortiguar el impacto por inundaciones y actúan como “esponjas”. Posteriormente liberan el líquido en temporada de sequías.

El integrante de la Unidad Académica Mazatlán del ICMyL, reveló que México es una nación privilegiada en cuanto a riqueza de manglares, se estima que posee alrededor de 600 mil ó 700 mil hectáreas, y se ubica en el sexto lugar en el mundo en cuanto a extensión.

No obstante, acotó, hay indicios que muestran que algunos sitios en la República se empiezan a erosionar, aparentemente sin razón, como la Riviera Maya, donde se observa que los principales ecosistemas, la duna y la playa, ya no existen en algunas zonas y el oleaje rompe de manera franca en el área de manglares.

Ha habido un desplazamiento sobre la dinámica de las playas por el incremento en la energía de oleaje asociado a los huracanes. Se han encontrado manglares que no cuentan con barreras que los protejan y su vulnerabilidad será mayor.

Asimismo, en el Océano Pacífico se ha detectado la desaparición de algunas playas por erosión de oleaje, como en la Península de Quevedo, Sinaloa, donde en determinadas temporadas la marea sobrepasa la barrera de protección y pone los manglares más expuestos a la marejada y, por lo tanto, a su pérdida.
Flores Verdugo mencionó que en el Laboratorio de Ecosistemas Costeros de la Unidad trabajan manglares, un tipo de humedal dominante en el país, y pese a que es importante para el planeta, es uno de los ecosistemas más amenazados.

Cuentan con una vegetación tropical que se localiza en las zonas de mareas, entre el medio ambiente terrestre y el marino. Están constituidos por 12 familias, por lo menos, que comprenden más de 50 especies. En México es la vegetación dominante de lagunas y estuarios y se estima que entre 60 y 75 por ciento de las costas tropicales están bordeadas por ellos.

En el país existen cinco especies de manglares: rojo (Rhizophora mangle), blanco, (Laguncularia recemosa), negro (Avicennia germinans) y botoncillo (Conocarpus erectus). Y otra exclusiva de Chiapas (Rhizophora harrison), detalló el experto.

Francisco Flores apuntó que estos ecosistemas están fuertemente asociados a lagunas costeras porque buscan las zonas protegidas del viento y el oleaje; de esa forma, su elevada productividad, a través de las hojas de los árboles que caen al agua y que funcionan como fuente de alimento, incrementa los nutrientes y la fertilidad de la zona.

En consecuencia, acotó, sostienen importantes pesquerías, principalmente de camarón, peces o bivalvos. “En sitios donde disminuye la extensión de manglares se refleja en la producción”.

Además de participar de manera importante en la cadena alimenticia, también tienen otras funciones; se les considera estabilizadores de la línea de costa y protección contra huracanes y, de alguna manera, con sus raíces retienen los sedimentos y evitan la erosión.

Están adaptados para crecer de cierta manera en el cinturón de esos fenómenos naturales y son, hasta cierto punto, una barrera, aunque se piensa que los principales obstáculos para el paso de los huracanes son los corales, las dunas y las playas.

El académico universitario explicó que al igual que la tierra, el mar tiene zonas fértiles, otras medianamente fecundas y grandes desiertos. En el 90 por ciento de su extensión es similar a un desierto.
Las zonas prolíferas se asocian principalmente a las regiones costeras, en las que destacan los humedales, y en particular los humedales de las áreas tropicales. Además, 90 por ciento de la pesca mundial que se realiza en regiones marinas se desarrolla en la zona costera (la plataforma continental que se extiende por abajo del mar), pero esta parte comprende menos del 10 por ciento de la superficie marina.

Lo interesante de la pesca mundial, es que el 70 por ciento son especies que tienen relación con lagunas costeras y manglares, porque su vida transcurre en un sistema lagunar o parte de su ciclo de vida.

El camarón, por ejemplo, se alimenta en las lagunas costeras y los manglares porque son de los ecosistemas más productivos del planeta; en estas zonas engordan, pero cuando quieren desovar lo hacen en la región más infértil, concluyó.

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Fotos

Los humedales son tierras generalmente planas, en las que la superficie se inunda permanente o intermitentemente; al cubrirse de agua, el suelo se satura, queda desprovisto de oxígeno, y da lugar a un ecosistema híbrido entre acuático y terrestre.