• En el país, los bosques no generan
ingresos a sus dueños y alrededor del 70 por ciento de
la propiedad forestal pertenece a ejidos y comunidades campesinas
pobres, señaló Leticia Merino Pérez, del
IIS de la UNAM
• En el sexenio de 1994 a 2000, la producción legal
aumentó, pero en la siguiente administración tuvo
un retroceso considerable
Según estimaciones de la Procuraduría Federal
de Protección al Ambiente (Profepa), en México al
menos 50 por ciento de la producción forestal es ilegal,
aseguró la integrante del Instituto de Investigaciones
Sociales (IIS) de la UNAM, Leticia Merino Pérez.
En el sexenio de 1994 a 2000, la producción legal
aumentó poco a poco. La entonces Secretaría del
Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), registró
un ascenso de 6.6 a 9.3 millones de metros cúbicos de madera;
en contraparte, durante la administración de 2000 a 2006
hubo un retroceso considerable, en un contexto donde la demanda
era cada vez mayor, resaltó.
En entrevista, señaló que uno de los principales
problemas que enfrenta el manejo de recursos forestales es que
al interior del Estado hace falta un pronóstico claro sobre
las políticas públicas respectivas.
“El conflicto más grande, es que en el país
los bosques no generan ingresos a sus dueños, y alrededor
del 70 por ciento de la propiedad forestal pertenece a ejidos
y comunidades campesinas pobres, para quienes mantener y conservar
el recurso no es una tarea fácil”, dijo.
Merino Pérez señaló que otro inconveniente
que impide el manejo forestal y la conservación son los
conflictos entre predios. El 56 por ciento de los propietarios
tiene dificultades de límites con los vecinos, en tanto
que el 21 por ciento convive con conflictos internos. Lo anterior,
resaltó, afecta en 41 por ciento las condiciones de los
bosques.
Según la experta, un recurso no renovable como
el suelo del bosque es vital, y cuando se sustrae para su venta
como tierra de monte, afecta gravemente a este sector, lo que
significa que no sólo cortar madera es una agresión
al medio ambiente, también lo es indiscriminadamente extraer
suelo.
La falta de esquemas financieros ocasiona que no haya
un buen manejo de los recursos naturales, porque no se puede competir
con otros mercados, porque al menos la mitad de la producción
es ilegal.
De las comunidades que podrían aprovechar el bosque,
67 por ciento no lo hace, 18 por ciento corresponde a personas
que vienen de otros lugares a comprar madera, 10 por ciento es
gente que posee grúas y equipo para vender rollos del material,
y cinco por ciento tiene aserraderos y se dedica al comercio de
tablas.
En la nación existe un gran capital natural desaprovechado;
la orientación de las políticas públicas
debe fomentar la capacidad productiva y disminuir el déficit
de la mayoría de los productos de los que antes se registraban
exportaciones.
Otro obstáculo es vencer la tramitología,
acotó. Se requiere una serie interminable de permisos que,
de no existir, facilitarían el desarrollo de esa industria
y la exportación, lo que representaría ganancias
considerables a los propietarios.
Por último, propuso asumir nuevas capacidades,
con un diagnóstico claro, metas consensuadas y definidas
que periódicamente sean evaluadas.
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