- Se presentan dos tipos de tristeza profunda:
estacional y navideña, relacionadas con la luz solar
y las emociones, respectivamente
- En esta temporada decembrina, los suicidios y
“bajones” anímicos se incrementan hasta 40
por ciento, dijo el especialista de la FP de la UNAM, Manuel
González Oscoy
Se dice que la navideña es una época de
amor, solidaridad y convivencia familiar; sin embargo, es el periodo
del año cuando se registra mayor número de suicidios
y depresiones.
Las personas afectadas en esta temporada suelen manifestar,
desde nostalgia permanente, hasta tristeza profunda, causada en
gran parte por el bombardeo publicitario y la presión social
que impulsa a los individuos a desear una felicidad que continuamente
es retratada en las pantallas de televisión, pero que no
encuentran en el mundo real.
Se presentan dos tipos de depresión: la estacional
y la navideña. La primera, también llamada trastorno
afectivo estacional (TAE) es una alteración psico-fisiológica,
porque involucra la parte orgánica y psíquica, explicó
el catedrático de la Facultad de Psicología (FP)
de la UNAM, Manuel González Oscoy.
En invierno, principalmente en países donde disminuye
sensiblemente la luz solar, se provoca un estado depresivo porque
el núcleo supraquiasmático del hipotálamo,
encargado de regular los ritmos biológicos y percibir cambios
en la luz, capta más oscuridad que irradiación solar.
El tratamiento para ese padecimiento es sencillo, acotó,
se coloca a los pacientes frente a lámparas que simulan
el espectro solar, que ayuda a regular la parte de ciclos biológicos,
al tiempo que favorece para disminuir los signos depresivos.
Las personas que padecen de TAE experimentan alivio de
sus síntomas, y su estado de ánimo y nivel de energía
se normalizan cuando la primavera regresa y los días son
más largos. Este trastorno puede afectar a adultos, adolescentes
y niños, y lo sufre seis por ciento de la población
mundial.
Depresión navideña
En México, los casos son aislados, porque no existe
tanta variación en la exposición al Sol; al día
se tienen entre nueve y 12 horas de iluminación, contra
las cuatro de Europa. En el país se presenta la depresión
navideña e involucra factores psico-sociales, aclaró.
En la época decembrina, que gira en torno a las
fiestas por la Navidad y el Año Nuevo, aumenta la aparición
de trastornos depresivos por factores familiares, anímicos
y emocionales; éstos se vuelven más fuertes y toman
mayor importancia, expuso.
Tienen mayor incidencia en los centros de reclusión,
porque los festejos se relacionan con la familia, la compañía,
y con las pérdidas que han ocurrido.
La depresión puede llevar al suicidio
Diversos estudios han demostrado que en la temporada
navideña los casos de “bajones” anímicos
y suicidios aumentan hasta 40 por ciento.
Cuando se incrementa el estado depresivo y los síntomas
se profundizan, puede aumentar la probabilidad de que aparezcan
conductas suicidas; si una persona se siente deprimida o triste,
es más probable que tenga pensamientos de muerte, alertó.
En estos casos, que se han identificado en ciertas poblaciones
y sitios como las prisiones, se deben tomar medidas preventivas
como favorecer el contacto familiar y promover actividades de
convivencia, recomendó.
A la menor señal de aumento depresivo, se debe
trabajar con los factores psico-sociales que puedan intervenir.
“Si sé que me puedo deprimir porque voy o no a ver
a mi familia, y es una época de convivencia, debo sustituir
o cambiar fechas para que esos contactos significativos puedan
darse”.
Otro factor que puede incidir es el socio-económico.
En la temporada decembrina la promoción del consumo es
alta, y cuando no es posible atenderlo, existe el riesgo de depresión.
“La exposición a tanta publicidad nos hace sentir
frustrados por no poder satisfacer esos deseos”, explicó.
La alerta debe prenderse si se observan trastornos alimenticios,
sueño, pérdida del placer al ejercer otras actividades,
aislamiento, tristeza, melancolía y pensamientos pesimistas,
entre otros.
“Aunque todos estamos propensos, se presenta mayor
incidencia entre las mujeres; ellas son más susceptibles
por los altibajos hormonales. Estudios internacionales demuestran
que en el sexo femenino se duplica la proporción”,
concluyó.
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