Boletín UNAM-DGCS-729
Ciudad Universitaria
06:00 hrs. 8 de Diciembre de 2009


Mónica Verea Campos


CONTRADICTORIA, DEMANDA DE MANO DE OBRA Y SISTEMA MIGRATORIO CANADIENSE

  • Entre México y ese país se deben ampliar lazos y construir puentes, no barreras, consideró Mónica Verea Campos, del CISAN de la UNAM
  • En esa nación, 31 por ciento de los trabajadores extranjeros labora en el sector intermedio, 35 en el nivel profesional, y sólo siete en empleos de baja capacitación, añadió

En Canadá se ha creado una contradicción entre la demanda de mano de obra de baja y alta capacitación, y su sistema migratorio, afirmó Mónica Verea Campos, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.

Entre México y ese país, consideró, se deben ampliar lazos y construir puentes, no barreras, como la reciente visa establecida para los connacionales, que ha afectado, entre otros factores, al flujo turístico hacia esa nación, y ha creado “sentimientos encontrados” hacia un socio comercial.

En la mesa Canadá-México: ¿nuevas políticas migratorias?, recordó que la principal razón para el establecimiento de esa disposición, en julio de este año, fue el incremento de las peticiones de refugio. Desde entonces, tanto el Ejecutivo como el Congreso mexicanos, han solicitado a sus contrapartes hacer una revisión profunda al respecto, así como iniciar acciones encaminadas al retiro de ese requisito.

La canadiense es una población consciente de que la inmigración llena vacíos en el mercado laboral, crea empleos, lleva fondos significativos y “desempeña un papel importante en esa sociedad envejecida, con bajas tasas de natalidad”.

La admisión de inmigrantes a ese territorio fue decreciendo entre 1992 y 1998, pero aumentó desde entonces, hasta llegar a los niveles tradicionales, entre 240 mil y 260 mil extranjeros anuales. En los últimos años, se ha dado prioridad a la admisión por razones económicas o laborales, y el 61 por ciento ha sido aceptado por esos motivos.

En 2008, precisó la académica, ingresaron dos mil 831 migrantes mexicanos, cuatro veces más de los de 1995; los chinos siguen siendo los primeros en la lista, con 29 mil el año pasado.

Del total de trabajadores extranjeros, 31 por ciento labora en el sector intermedio o de apoyo administrativo; 35 en el nivel profesional o administrativo de alta capacitación técnica, y sólo siete en empleos de baja capacitación, “prácticamente al revés que en Estados Unidos”.

El sector servicios, que absorbe mano de obra de altos y bajos ingresos, ha atraído a nuevos inmigrantes, muchos de ellos latinos, que constituyen el segundo grupo racial que ocupa el mayor número de empleos en Ontario, después de los asiáticos; además, son los segundos en el sector de la construcción.

Canadá se ha convertido en polo de atracción no sólo para trabajadores foráneos, sino para estudiantes y refugiados, expuso Verea. El flujo de alumnos ha aumentado, de 58 mil en 1999, a 79 mil en 2008. Algunos solicitan su residencia permanente, como ocurrió con 10 mil el año pasado.

Por desgracia, la participación de los connacionales en ese sistema educativo ha ido descendiendo; en 2001, había cinco mil estudiantes que representaban seis por ciento del total, y para 2008, la cifra disminuyó a dos mil 500.

El gobierno de esa nación ha creado contrataciones especiales, como en el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales Canadienses, que se extendió a los mexicanos en 1974. Su alcance ha sido significativo, inició con 203, y en 10 años creció a 672. Para 2008, se registraron 14 mil 398 contratados.

“La preferencia por los compatriotas ha hecho que vaya en aumento. Son jóvenes entre 25 y 45 años, que laboran en sitios como Alberta, British Columbia, Isla Príncipe, Manitoba, Nueva Escocia o Quebec”, señaló.

La mano de obra mexicana ocupa un lugar preponderante en los cultivos de verduras y frutas, empacadoras de productos agrícolas y cultivo de flores; 66 por ciento del total fue solicitada por granjeros por “nombre y apellido”, la mayoría del Estado de México, Tlaxcala y Puebla.

En cuanto a los refugiados, Mónica Verea dijo que en 2008 ingresaron a Canadá 36 mil 581 personas provenientes de todo el mundo. A partir de 2005, los paisanos ocuparon el primer lugar en la lista de admitidos, seguidos por Estados Unidos, Haití, Colombia y China. El año pasado se aceptaron nueve mil 385 mexicanos por cuestiones humanitarias, 25 por ciento del total de esta categoría.

Sobre el mismo tema, Julien Truchon-Poliard, primer secretario del Departamento de Inmigración de la embajada de Canadá en México, expuso que la principal razón por la que fue implementada la visa a los connacionales fue el abuso en el sistema de refugiados.

Un refugiado es “una persona que debido a temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, se encuentre fuera de su país y no puede o no quiere acogerse a la protección de su nación”.

Cuando una persona llega a Canadá para solicitar asilo, presenta su solicitud frente a un tribunal, una comisión independiente del gobierno que decide si el demandante se encuentra con esa definición. El trámite dura un promedio de 14.2 meses.

El funcionario reconoció que se requieren más recursos en ese sistema para eficientarlo y acortar el tiempo de espera.

Antes de la implementación de la visa para mexicanos, refirió, se podía leer en el periódico anuncios que ofrecían ir a territorio canadiense a cambio de miles de dólares americanos y se invitaba a la gente a mentir a las autoridades; “había un abuso flagrante y teníamos que tomar una medida”.

Desde la implementación de la visa, el 14 de julio, la tasa de aceptación es de 90 por ciento; es decir, nueve de cada 10 solicitantes la consigue. La medida ha funcionado, tan sólo del primero al siete de marzo de 2009, 325 mexicanos hicieron solicitud de refugio, y ahora semanalmente son menos de 20, finalizó.

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Fotos

La canadiense es una población consciente de que la inmigración llena vacíos en el mercado laboral, crea empleos y lleva fondos significativos, dijo Mónica Verea Campos, del CISAN.

Julien Truchon-Poliard, primer secretario del Departamento de Inmigración de la embajada de Canadá en México.