Boletín UNAM-DGCS-725
Ciudad Universitaria
12:30 hrs. 6 de Diciembre de 2009

Ricardo González Domínguez


CON UN MODELO TEÓRICO, ASTRÓNOMOS DE LA UNAM BUSCAN PREDECIR TORMENTAS SOLARES

  • Ricardo González Domínguez, del Centro de Radioastronomía y Astrofísica, calcula esos eventos a partir de la velocidad del viento solar, pérdida de masa y duración de emisiones de la masa coronal
  • Además de profundizar en la dinámica solar, el modelo matemático y computacional podría anticipar esos fenómenos que dañan satélites y otros sistemas de telecomunicación

Veloces, calientes y turbulentos cuando son eyectados con fuerza por el Sol hacia el ambiente exterior, los vientos solares son flujos de radiación y partículas que se desplazan desde la estrella hacia el espacio interplanetario y, eventualmente, llegan a la Tierra causando tormentas solares que dañan satélites, sondas espaciales y equipos de telecomunicaciones asociados a radio, televisión y telefonía celular.

Para analizar a detalle cómo produce el Sol estos eventos, en el Centro de Radioastronomía y Astrofísica (CRyA) de la UNAM, en Morelia, un grupo de científicos desarrolló un modelo teórico que pretende pronosticarlos.

“Además de la información básica que este modelo ofrece sobre la dinámica de los vientos solares, la predicción de esos fenómenos sería útil para proteger algunos equipos de telecomunicaciones, que se relacionan con actividades cotidianas en el planeta”, explicó el físico y doctor en astronomía, Ricardo González Domínguez.

En la conferencia El viento solar, con la que concluyó el ciclo de charlas ofrecido en el Museo de la Luz de esta casa de estudios, a propósito del Año Internacional de la Astronomía, el integrante del CRyA explicó que el modelo teórico se nutre de datos reales, obtenidos de investigaciones observacionales.

Antes de la tormenta


“Los ingredientes que incluimos en el modelo son datos reales sobre la celeridad del viento solar que existe en el ambiente, los factores de cambio de velocidad, la pérdida de masa y la duración de las emisiones de masa coronal (conocidas como CMEs, por las siglas en inglés de Coronal Mass Ejections)”, apuntó.

Esas emisiones son las manifestaciones más espectaculares de la actividad en la corona solar. Son enormes burbujas de gas de billones de toneladas, expulsadas de la corona en grandes concentraciones de energía.

Al llegar a la Tierra, alteran las telecomunicaciones; por ello, es importante contar con modelos teóricos capaces de predecir su llegada; “el que desarrollamos intenta explicar o predecir en cuánto tiempo llegan estas erupciones”, agregó el astrónomo.

Con esta herramienta teórica, González y sus colegas estudian la dinámica de las tormentas solares, incluyendo un escenario de colisión de vientos, en el que uno rápido (formado por una emisión de masa coronal) interactúa con uno más lento (constituido por el viento solar regular que existe en los alrededores del Sol), dando lugar a ondas de choque.

“Las ondas de choque son regiones donde los parámetros físicos de un gas (densidad, temperatura, presión y velocidad) cambian bruscamente. Esta interacción de los dos tipos de vientos forma una estructura de dos choques que incluimos en el modelo teórico, porque a partir de ese proceso se producen las tormentas solares que llegan a la Tierra”, explicó.

Vientos energéticos
En su ponencia, González Domínguez refirió que el Sol es la estrella más cercana a la Tierra, y su principal fuente de luz y calor que hace posible la vida en este planeta.

“Nuestra visión de él se basa en observaciones astronómicas y en modelos teóricos, y por ellos sabemos que la energía solar proviene del quemado de hidrógeno en helio que ocurre en el núcleo de esa estrella”, relató.

Está compuesto en un 90 por ciento de hidrógeno, y 10 por ciento de helio, aunque también tiene pequeñas cantidades de elementos pesados.

“Emite radiación y partículas. El flujo de partículas es el viento solar que se desplaza por el espacio interplanetario a velocidades de unos 500 kilómetros por segundo, y está constituido, principalmente, por protones y electrones, y una pequeña fracción de helio y elementos pesados”, señaló.

Además del modelo teórico que pretende predecir próximas tormentas solares, Ricardo González también desarrolla simulaciones numéricas, cálculos pesados que requieren de alta capacidad de cómputo.

“Lo que hacen estas simulaciones numéricas es poner ciertas condiciones físicas iniciales en un objeto estelar, y ver cómo interacciona el material que expulsa con el medio ambiente. Queremos ver si logramos reproducir objetos del espacio en los que hay evidencia de que han expulsado material, y tratar de explicar este fenómeno”, finalizó.

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Fotos

El Sol es la estrella más cercana a la Tierra, y su principal fuente de luz y calor que hace posible la vida en este planeta, dijo Ricardo González Domínguez, del CRyA de la UNAM.