- El profesor del Instituto de Fisiología
Celular de la UNAM obtuvo el Premio de Investigación,
que concede la ACM, en el rubro de Ciencias Naturales
- Su trabajo sobre deficiencias neuronales podría
aplicarse en el mediano plazo en terapias para tratar el Parkinson
y la esclerosis lateral amiotrófica en seres humanos
Desde que comenzó sus estudios en Química
Farmacéutica, Jaime Iván Velasco Velázquez
supo que había un misterio que quería desentrañar:
cómo funciona el cerebro. Esta inquietud continúa
como eje rector de su trabajo, reconocido con el Premio de Investigación
2009 que otorga la Academia Mexicana de Ciencias, que en esta
ocasión fue para cuatro profesores universitarios, y para
él en el área de Ciencias Naturales.
Velasco Velázquez aún no cumple los 40 años,
pero ya es uno de los especialistas más reconocidos en
lo que al estudio de células troncales y su diferenciación
hacia neuronas se refiere. “Una vez producidas, lo que hacemos
es insertarlas en roedores con deficiencias neuronales para ver
si hay una recuperación de funciones asociadas con éstas”,
explicó.
Estas investigaciones todavía están en
estado germinal, pero la esperanza es que un mediano y largo plazo
sirvan para tratar padecimientos humanos, como el Parkinson y
la esclerosis lateral amiotrófica.
“A partir de nuestros estudios con ratas, hemos
determinado que con el Parkinson se registra una muerte muy importante
de neuronas dopaminérgicas, lo que causa alteraciones en
la actividad motora de los animales”, señaló.
“Por otro lado, en la esclerosis lateral, también
hay muerte de neuronas motoras, sobre todo en la médula
espinal; cuando éstas mueren, los animales quedan paralizados,
pero con sus funciones neuronales intactas”.
Sin embargo, aún falta mucho para ver las aplicaciones
de estos desarrollos en pacientes humanos, “principalmente
porque los modelos en roedores no son tan parecidos a los de las
personas y nuestros estudios se han realizado siempre con material
derivado de células de ratón, no hemos transformado
células humanas en neuronas para posteriormente transplantarlas”.
Para salvar este obstáculo, el miembro de la International
Society for Stem Cell Research está en pláticas
con la Facultad de Medicina, que actualmente trabaja con monos
parkinsónicos para establecer un convenio que le permitirá
desarrollar modelos mucho más parecidos al humano.
“Las deficiencias obtenidas en los monos que han
perdido neuronas dopaminérgicas son mucho más cercanas
a lo que ocurre con el Parkinson en las personas, que se caracteriza
porque los pacientes presentan temblores, rigidez muscular y dificultad
para iniciar movimientos; el problema de practicar con roedores
es que algunos de estos síntomas no están presentes”.
Las posibilidades parecen ilimitadas, aunque acotó
que “aún cuando estos modelos en primates no humanos
tengan éxito, no se garantiza que así sea con las
personas”.
Otro de los retos es hallar una cura para el Alzheimer,
pero con esta enfermedad los avances no son tan prometedores “porque
aunque el tipo de neuronas afectadas por este mal son de un tipo
especial, no es fácil desarrollar un sistema que permita
una buena distribución neuronal”.
Proyectos con impacto social
El investigador del Instituto de Fisiología Celular
sabe que dedicarse a la ciencia implica una gran responsabilidad.
Por eso es enfático al decir que sólo una vez que
sus modelos hayan sido verificados en ratas y monos, y pasado
por el examen de grupos internacionales, permitirá que
estos procedimientos se realicen en humanos.
“Desafortunadamente, no todos en México
tienen esta ética de trabajo y es muy común ver
que hay personas que ofrecen tratamientos experimentales con células
troncales para curar diversas patologías, como diabetes,
lesiones de médula espinal e infartos al corazón,
procedimientos que carecen de un sustento científico en
la literatura, lo que es una irresponsabilidad”, expuso
el también vicepresidente de la Sociedad Mexicana de Biología
del Desarrollo.
El investigador advirtió que fuera de los padecimientos
hematológicos, estos “desarrollos” no son seguros
y no garantizan una mejoría a quienes se sometan a ellos,
“por el contrario, representan un riesgo”.
El doctor en Ciencias Químicas acusó que
estas “terapias” se ofertan con mayor frecuencia de
lo que se creería, pues los médicos y clínicas
que las practican se anuncian en espectaculares y anuncios en
periódicos e internet, aunque el problema es que, como
operan en pequeña escala y a veces de forma clandestina,
resulta difícil localizarlos.
“Para evitar esto, uno de mis proyectos es solicitar
a Conacyt financiamiento para echar a andar un portal que brinde
datos científicos y veraces para que el público
se entere de cuáles son los tratamientos seguros y eficaces
para patologías determinadas”, indicó.
Esta propuesta, desarrollada por Velasco Velázquez
y un grupo de ocho investigadores, lleva por título Células
Troncales y Medicina Regenerativa, y tiene como meta proporcionar
información fidedigna y asequible vía Internet para
que los interesados evalúen, con bases serias, si los procedimientos
a los que desean someterse son seguros.
De echar a andar esta iniciativa, un conjunto de científicos
se encargará de revisar si las terapias analizadas cumplen
con los requisitos de bioética y bioseguridad, si han causado
dolor o incomodidad en los animales y personas, y si los resultados
presentados fueron analizados con rigor.
El proyecto, que busca establecerse como un vínculo
permanente entre la comunidad científica y la sociedad,
no sólo se limita al portal y contempla la organización
de encuentros y conferencias con invitados tanto nacionales como
internacionales, apoyo para la formación de recursos humanos
y publicación de convocatorias.
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