- La climatóloga Matilde Rusticucci del
Departamento de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas
de la Universidad de Buenos Aires, impartió una conferencia
sobre modelos climáticos en la UNAM
A raíz de los cambios registrados en los últimos
40 años se encontró que en diferentes zonas de Sudamérica
aumentó la frecuencia de noches cálidas y de precipitaciones
extremas, así como el número de días consecutivos
secos, aunque también se apreció una disminución
de los mismos en el sur de la zona amazónica.
En la UNAM, la climatóloga Matilde Rusticucci,
advirtió lo anterior y destacó que en el Departamento
de Ciencias Atmosféricas y Oceánicas de la Universidad
de Buenos Aires, Argentina, se desarrolla un proyecto de intercomparación
de los eventos extremos de precipitación y temperatura
durante la última mitad del siglo XX, en simulaciones de
modelos climáticos globales.
En dos trabajos, donde participa Rusticucci, se quiso
“ver cómo esos modelos reproducen los extremos climáticos
de temperatura y precipitación”. La investigación
se hizo para el periodo 1961-2000, en Sudamérica.
La experta argentina expuso que para determinar temperatura
se tomaron índices como el número anual de días
con heladas, es decir, cuando la temperatura mínima fue
menor a cero grados, y el de noches cálidas, también
por año.
En el Salón de Seminarios del Centro de Ciencias
de la Atmósfera, explicó que para el rubro de precipitación
se tomaron tres índices: la cantidad de días por
año que llovió más de 10 milímetros;
el máximo número de días consecutivos sin
precipitación o con ella, pero por debajo de un milímetro,
y cuánto del total de precipitación, se debió
a días con lluvias extremas.
Para este estudio, mencionó Rusticucci, se consideraron
ocho modelos climáticos disponibles, de Estados Unidos,
Japón, Francia y Rusia.
Entre los resultados encontrados, los científicos
sudamericanos hallaron que el número de noches cálidas
está mejor representado en los modelos que el de heladas.
En cuanto a precipitación, el índice mejor representado
es el del porcentaje de todas las lluvias del año debido
a precipitaciones extremas.
En tanto, el máximo de días consecutivos
secos en el centro de Argentina, en los Andes Centrales o en el
Amazonas durante la estación seca, no están bien
representado por ningún modelo.
Esta es tan sólo una primera aproximación
de cómo los modelos globales pueden servir para hacer proyecciones
y comparar resultados para toda Sudamérica. Los próximos
pasos son para evaluar los modelos regionales a disposición
para determinar proyecciones a nivel local y regional, finalizó
Matilde Rusticucci.
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