- Festeja con la exposición “Para atrapar
la luz del pasado”, que exhibe instrumentos astronómicos
antiguos; reúne seis equipos y cuatro vitrales del siglo
XIX
- A la fiesta se suma el 185 aniversario de la firma
del decreto de creación del DF, ocurrido en el recinto;
por ello, a los visitantes los recibe una muestra histórica
de la capital
El Museo de la Luz de la UNAM cumple 13 años de
existencia y de divulgar la ciencia y el arte relacionados con
fenómenos producidos por esa energía electromagnética,
percibida a simple vista por el ser humano.
Para celebrarlo, el recinto de la Dirección General
de Divulgación de la Ciencia (DGDC) presentará,
hasta el 28 de febrero de 2010, la exposición Para
atrapar la luz del pasado, una colección de seis instrumentos
astronómicos y cuatro vitrales del siglo XIX, que forman
parte del acervo del Observatorio Astronómico Nacional,
del Instituto de Astronomía (IA) de esta casa de estudios.
Un telescopio astronómico de tránsitos,
fabricado en Alemania en 1872 que mide con exactitud el instante
en que un astro cruza o hace el tránsito por el meridiano
del observador, es una de las piezas, con la que se determinó
con precisión el tiempo, parámetro necesario en
labores geodésicas y cartográficas de gran importancia
en el México independiente.
“El anteojo universal Troughton and Simms
incluye un telescopio refractor, montado sobre dos ejes perpendiculares,
y fue utilizado por Francisco Díaz Covarrubias en el legendario
viaje de la Comisión Astronómica Mexicana a Japón,
para mirar desde Yokohama el tránsito de Venus en 1874”,
explicó Marco Arturo Moreno Corral, investigador del IA
en su sede de Ensenada, Baja California.
El anteojo astronómico Altamizut, también
parte de la muestra, se usó para trazar la frontera de
México con Guatemala, mientras el teodolito Elliot
Bros, con un onmímetro Eckhold, ayudó
a rectificar en Tijuana el trazo de frontera de México
con Estados Unidos, añadió.
Otro interesante instrumento es un cronómetro
efemeridio astronómico, diseñado en el país
en 1870, para medir el tiempo en segundos, minutos, horas, días
y meses; se utilizó para ubicar las fases de la Luna, el
movimiento del Sol a través del zodiaco, la posición
de la Tierra y del satélite natural respecto a nuestra
estrella luminosa, y para observar eclipses.
“Este cronómetro es una bella pieza de gran
valor científico e histórico; fue hecho totalmente
en México y está a la altura de las tecnologías
europeas de la época”, señaló Moreno
Corral, estudioso de la historia de la astronomía nacional,
y quien en conferencia resumió el avance de esa ciencia,
especialmente durante el siglo XIX.
Completan las piezas una esfera armillar, representación
mecánica de la bóveda celeste con el movimiento
de los astros, y un conjunto de cuatro vitrales decimonónicos,
hechos por artesanos mexicanos y dedicados a Isaac Newton y al
Escudo Nacional.
“Estos vitrales formaron parte del antiguo Observatorio
de Tacubaya, que desgraciadamente fue destruido”, añadió
el universitario.
El investigador recordó que la muestra del Museo
de la Luz forma parte de los festejos del Año Internacional
de la Astronomía, y destacó la importancia y tradición
de esa disciplina en el país.
“A finales del siglo XIX comenzó en México
el interés oficial por esa ciencia, aunque tiene en nuestros
ancestros desarrollos milenarios. Pero el apoyo del gobierno ayudó
a estar en la vanguardia en instrumentación y tecnología,
algo que hoy en día podría ayudarnos a salir del
subdesarrollo”, enfatizó.
Celebran decreto de creación del DF
Ubicado en el histórico ex templo de San Pedro
y San Pablo (en la convergencia de las calles El Carmen, Venezuela
y San Ildefonso, en el Centro Histórico), el Museo de la
Luz fue el sitio donde hace 185 años se firmó el
decreto de creación del Distrito Federal.
Por ello, en el recinto universitario se presenta la
exposición temporal Distrito Federal: una larga lucha
por su soberanía, que resume la fundación de
la capital desde la época prehispánica, hasta el
México independiente.
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