Elaborado por un grupo de investigadores, en su mayoría
jóvenes, nació el proyecto Nostromo. Revista
de Crítica Latinoamericana, una publicación
cuyo propósito es plantear una revisión crítica
de la realidad latinoamericana desde una visión multidisciplinaria,
con especial atención a la complejidad de su formación
histórica al subrayar la diversidad cultural como una
de las características distintivas de su identidad.
En la presentación de Nostromo, Sebastián
Gómez González del posgrado de Estudios Latinoamericanos
de la UNAM, mencionó que esta revista más que
una publicación crítica, es un colectivo de personas
unidas bajo las banderas del latinoamericanismo el cual, no
se rige por parámetros académicos ni por la rigurosidad
de la disciplina.
En el auditorio del Programa Universitario México
Nación Multicultural (PUMC), señaló que
Nostromo es un aporte honesto y elocuente que sabe
combinar las teorías y métodos academicistas con
las ideas orientadas hacia el pensamiento de la región.
“Se trata de un pensamiento crítico que
construye y contribuye mediante sus opiniones, pero también
trasciende esas casi infranqueables áreas que se asimilan
a feudos epistemológicos cuyos propietarios vigilan”,
apuntó.
Es además, agregó, una ideología
concreta y activa frente a nuestra condición natural
como latinoamericanos, que celebramos y consideramos como una
de las grandes fortalezas para el futuro.
Como revista, Nostromo es un órgano
inteligente e independiente que difícilmente puede rotularse
como magazine, un pasquín sedicioso o una publicación
de frivolidades.
Acompañado de Carlos Zolla Luque, coordinador
de investigación del PUMC, indicó que Nostromo
está articulada bajo los cánones de la navegación
ultramarina que, buscando el oro o el amor, llegó a la
plataforma continental del más nuevo de los nuevos mundos.
Por su parte, Edgar Adrián Mora, también
del posgrado de Estudios Latinoamericanos, al referirse a la
sección de Letras de la revista, señaló
que ésta nació como un complemento necesario dentro
de la configuración del proyecto.
En ella, se plantearon dos divisiones fundamentales
que comenzaron a funcionar desde el primer número, por
un lado, la parte que atañe de manera directa la crítica
literaria y por el otro, la que se refiere a la crónica
y la creación a la cual se le denominó bitácora.
Dentro de la primera parte, abundó, se incluye
la posibilidad de trazar líneas de reflexión que
cruzan por las ideas del autor, de obra, de tendencia o de identidad
relacionada con la literatura producida en la región.
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