Boletín UNAM-DGCS-666
Ciudad Universitaria
13:00 hrs. 9 de Noviembre de 2009

Beatriz Nadia Pérez Rodríguez


AÚN QUEDAN MUROS POR DERRIBAR


  • El de Berlín mantuvo a Europa en paz y evitó una posible guerra nuclear, expuso Beatriz Nadia Pérez Rodríguez, coordinadora del Centro de Estudios Europeos de la UNAM

“La paz de Europa debe mucho al muro de Berlín,”, señaló Beatriz Nadia Pérez Rodríguez, coordinadora del Centro de Estudios Europeos, de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.

Sin embargo, en el Vigésimo Aniversario de la caída, dijo que “así como hay muros físicos hay otros ideológicos y éstos nunca ayudan. Es necesario, y más ahora, sentarnos a negociar para salir de los grandes problemas internacionales de hoy. Cualquier muro lo que genera es una división, y hay que negarse a eso”, enfatizó Pérez Rodríguez.

La catedrática sostuvo que pese a sus detractores y a su construcción arbitraria y sorpresiva en 1961, la inmensa pared sirvió de freno a las hostilidades del bloque capitalista y del socialista, en una época en la que las fricciones y efervescencia de las dos superpotencias habían llegado a tal grado que el temor de un inminente enfrentamiento nuclear se palpaba en el aire.

Esta tensa calma disparó una carrera armamentista que llevó a Estados Unidos y la URSS a acumular un poder de destrucción tal, que hubiera servido para destruir la Tierra 100 veces. “Por eso la caída del muro es tan relevante; marcó el fin de la Guerra Fría y cambió las prioridades de la agenda global, pues los asuntos bélicos dejaron de ser prioridad y el foco se puso en los económicos”, explicó la profesora.

“El año de 1989 representa un parteaguas que dejá atrás una era bipolar e inaugura otra. Se trata de un cambio complicado porque cuando los políticos y analistas creían que tenían todas las respuestas al complicado panorama global y a cómo se comportarían la URSS y los EU, de pronto lo que cambiaron fueron las preguntas. Lo que se dio fue un periodo de transición internacional”.

Se afirma que la caída del muro se dio casi por error, cuando después de una serie de problemas con los visados, Günter Schabowski, secretario de Agitación y Propaganda del Partido Socialista Unificado de la RDA, en rueda de prensa anunció una serie de medidas para permitir el tránsito libre de los ciudadanos de Alemania Oriental a su contraparte capitalista.

“¿Y cuándo será esto?”, preguntó un periodista italiano; “inmediatamente”, respondió Schabowski de botepronto, sin reparar en la dimensión que alcanzarían sus palabras.

Inmediatamente, miles de individuos que habían escuchado esta declaración en televisión y radio se reunieron en el muro de Berlín exigiendo pasar del otro lado, ante unos guardias azorados que no sabían si disparar contra la multitud, o permitirles el acceso. Los soldados optaron por la segunda opción.

Aquel día, cientos de familias se reencontraron, las tabernas aledañas regalaron cervezas, en el Parlamento los políticos entonaron espontáneamente “El Himno a la Alegría” y los jóvenes escalaron las paredes de la muralla con pancartas que decían “Love & Peace in West and East”.

Pérez Rodríguez señaló que “hay especialistas que alegan que la parte oriental de Alemania está menos desarrollada y que en realidad no hay mucho contacto entre una parte y otra. Eso podría explicarse por el muro, que se erigió en 1961, y que obviamente marcó una división que muchos aún perciben”.

En esta misma línea, la universitaria indicó que “el muro sigue en la mente de algunos, sobre todo de quienes vivieron esa época, aunque esto parece no cumplirse con los jóvenes y los niños, que se adaptaron fácilmente y que seguramente dentro de pronto promoverán aún más cambios”, indicó.

Nuevos tiempos, nuevos muros

La caída del muro de Berlín, de la Unión Soviética, de las Torres Gemelas, todos estos fenómenos ligados a la ley de gravedad, tanto física como política, redefinieron el mundo en que vivimos.

“Con la caída del muro, el planeta puso en segundo lugar los aspectos bélicos, con el ataque al World Trade Center el asunto armamentista volvió a ocupar el interés de las naciones poderosas”.

—o0o—

Fotos


Beatriz Nadia Pérez Rodríguez, coordinadora del Centro de Estudios Europeos, de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM

.