Boletín UNAM-DGCS-663
Cuernavaca, Morelos
12:30 hrs. 8 de Noviembre de 2009

Lourival Domingos Possani Postay


LOGRA LOURIVAL POSSANI DONATIVO DE LA FUNDACIÓN BILL GATES PARA AISLAR BLOQUEADORES DE PALUDISMO


• En veneno de alacrán, el investigador emérito del Instituto de Biotecnología ha identificado péptidos que detienen la transmisión de la enfermedad en mosquitos vectores
• Recibirá cien mil dólares para desarrollar la investigación, en la que colaboran Enrique Reynaud, del IBt, y Humberto Lanz, del Instituto Nacional de Salud Pública

Para aislar y probar la eficiencia de péptidos bloqueadores del paludismo o malaria en mosquitos que transmiten esa enfermedad al ser humano, el doctor Lourival Domingos Possani Postay, investigador emérito del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, obtuvo un donativo de cien mil dólares de la Fundación Bill y Melinda Gates.

El trabajo del científico universitario, titulado “Bloqueadores de canales de potasio para el control del paludismo”, se centra en utilizar un péptido ya identificado del veneno de alacrán, llamado Escorpina, para bloquear los canales iónicos de potasio y así detener el paso del parásito Plasmodium al mosquito Anopheles, que al picar al ser humano transmite la enfermedad.

“Encontramos la estructura de la Escorpina muy parecida a las toxinas que bloquean los canales de potasio. Con la utilización de enzimas rompimos la molécula de ese péptido a la mitad y descubrimos que una parte tiene acción antimicrobiana, mientras otra podría ser semejante a las toxinas que bloquean esos canales iónicos. La sorpresa fue comprobar que sí bloquean los canales de potasio. Entonces la Escorpina puede detener la transmisión del paludismo entre el parásito y el mosquito vector”, resumió Possani.

El proyecto resultó uno de los 76 seleccionados entre 3 mil propuestas provenientes de 16 países de los cinco continentes, y el único mexicano en obtenerlo.

En la investigación también colaboran los doctores Enrique Reynaud Garza, del IBt, y Humberto Lanz Mendoza, del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP).

El financiamiento para un año forma parte del programa “Donativo para Exploración de Grandes Retos para Investigación Innovadora en Salud Global”, que elige proyectos innovadores con estrategias originales para enfrentar enfermedades mundiales como el VIH-sida, tuberculosis, dengue y el paludismo o malaria, que afectan con más intensidad a países en desarrollo en zonas tropicales y subtropicales del mundo.

“Los ganadores de estos donativos muestran el pensamiento audaz que se necesita para resolver los mayores retos globales en el área de la salud”, dijo el doctor Tachi Yamada, presidente del Programa de Salud Global de la Fundación Gates.

“Estoy muy entusiasmado por las ideas de estos investigadores y espero ver que algunos de estos proyectos exploratorios se conviertan en descubrimientos que salven vidas”, añadió Yamada tras el otorgamiento del donativo.

Escorpina y canales de potasio

La idea de utilizar péptidos purificados —moléculas formadas por la unión de varios aminoácidos, aunque en menor cantidad que las proteínas— surgió de estudios anteriores de Possani y sus colaboradores, quienes habían descubierto propiedades antimicrobianas en algunos de ellos provenientes del veneno de alacrán.

“Hace unos años, con Mario Henry Rodríguez, actual director del Instituto Nacional de Salud Pública, buscamos entre los componentes del veneno de alacrán péptidos antimicrobianos que pudieran inhibir el desarrollo del parásito Plasmodium que causa el paludismo. Luego con un estudiante, Renaud Conde, encontramos que el péptido Escorpina (nombre derivado de escorpión, que en griego significa alacrán) era también antipalúdico”, detalló Possani.

Los investigadores analizaron la estructura de la Escorpina e identificaron sus partes con estructuras y funciones diferentes: una antimicrobiana y otra antipalúdica, muy semejante a las toxinas que reconocen los canales de potasio, proteínas de la membrana celular que gobiernan la excitabilidad de la célula.

“El veneno de alacrán desequilibra iónicamente al parásito Plasmodium y causa que sea inviable su transmisión”, señaló el investigador emérito de la UNAM y del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).

Mosquitos transgénicos

Aunque la investigación financiada por la Fundación Gates será para aislar y comprobar la eficiencia de la Escorpina para controlar la transmisión del paludismo, en una segunda etapa Possani y sus colaboradores pretenden avanzar hacia un fármaco de origen biotecnológico.

“La idea es sintetizar el péptido Escorpina y generar un mosquito transgénico que excrete esa sustancia en la saliva cuando pique a una persona, pues así se inhibirá la transmisión del paludismo”, dijo Possani.

Hace un tiempo, Possani y Enrique Reynaud desarrollaron un modelo transgénico de Drosophila melanogaster, o mosca de la fruta, el modelo más utilizado en biología.

Con esa experiencia, en el futuro desarrollarán un mosquito Anopheles transgénico. Para lograr este objetivo, cuentan con la colaboración de Humberto Lanz, del INSP, quien tiene un cultivo de mosquitos transmisores del paludismo.

“Con el trabajo multidisciplinario logramos este donativo, y queremos avanzar hacia un método que detenga la transmisión del paludismo”, finalizó Possani.

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Fotos



Lourival Domingos Possani Postay, investigador emérito del Instituto de Biotecnología (IBt) de la UNAM, utiliza péptidos de alacrán para detener la transmisión de enfermedad en mosquitos vectores

Buscan entre los componentes del veneno de alacrán péptidos antimicrobianos que pudieran inhibir el desarrollo del parásito Plasmodium que causa el paludismo.

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