En algunos sismos, la dispersión de ondas respeta
una forma fractal, lo cual es útil para estudiar la naturaleza
de los temblores y de las réplicas, que ocurren después
de un movimiento telúrico, afirmó el doctor Denis
Legrand, investigador del Instituto de Geofísica (IGf)
de la UNAM.
Los fractales son estructuras irregulares, cuya forma
se repite una y otra vez. Su nombre quiere decir “fracción”
y deriva del latín “fractus”, que significa
quebrado o fracturado.
Fueron descubiertos en 1975 por el matemático
polaco Benoit Mandelbrot, quien demostró que muchas estructuras
naturales son de origen fractal, como el caracol Nautilus, los
helechos, el sistema circulatorio, los copos de nieve y las
líneas costeras.
Durante el seminario “Fractalidad, auto-organización
y sismicidad volcánica”, Legrand, investigador
del Departamento de Vulcanología del IGf, planteó
que los sismos, movimientos que ocasionalmente hacen vibrar
algunas regiones de la Tierra, se relacionan al menos teóricamente
con los fractales, considerados una “nueva geometría”,
cuya forma se caracteriza por repetirse a diferentes escalas.
Ante estudiantes y académicos reunidos en el
auditorio Ricardo Monges López de esa entidad
académica, Legrand señaló que existe un
grupo de leyes de escalamiento (en tiempo y espacio) que se
relacionan con la distribución espacial y fractal de
los mismos.
“Entre éstas se encuentra la Ley de Omori,
que cuenta el número de réplicas que siguen a
un terremoto gigante y permite conocer cuántas van a
ocurrir”, explicó mientras mostraba las ecuaciones
que dan fundamento a dicha norma.
Por su parte, la Ley de Gutenberg-Ritcher cuenta el
número de terremotos de magnitud superior.
“Revela que los sismos son resultado de efectos
no lineales, lo que implica una distribución fractal
en el tiempo y el espacio, y refleja una auto-organización”,
añadió.
Movimientos que se repiten
Un sismo o temblor es un movimiento vibratorio originado
en el interior de la Tierra, que se propaga en todas direcciones
en forma de ondas.
La causa de este fenómeno es la liberación
repentina de energía que ocurre por un reacomodo de las
placas tectónicas en el interior de la Tierra.
Las zonas en donde se hace este tipo de movimiento
se conocen como fallas geológicas (la de San Andrés
es una de ellas) y a los temblores producidos como sismos tectónicos.
Existen otras causas, como el ascenso del magma hacia
la superficie de la Tierra. Este tipo de sismos, llamados volcánicos,
pueden servir como aviso de una posible erupción volcánica.
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